Triste pérdida

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Palmo el mundo en tu seno con mi mano, y ya el olor

Exquisito y pulcro de tus flores no destila;

Voy alucinando el manjar perdido, lloro en vano, mientras...

un viento arrasador surca mi herida.


Eran dos mundos, dos senos,

dos planetas desvirtuados de mis ojos.

Dos manantiales de sal donde ayer me hice labriego,

Y hoy tan solo... cicatrices de un alma y sus despojos.


Ríe la muerte, ojerosa muerte, daga esbelta y sin dolor

Que la arrancó de mis labios desabridos,

La arrancó de raíz, convirtió en fosa aquel amor

Y dejó desierta una placenta en el olvido.


Perdieron mis manos el espacio infinito de la carne

Y la forma ovalada de esos mundos.

Qué no perdieron los órganos sexuales

Que se extraviaron en los acantilados más profundos.

Hilos de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora