Jugando en vano

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Jugamos desde niños al acecho,
y en cada espionaje la vio mi sentimiento,
marcharse audaz,
segura como el viento.

Jugamos juntos a crecer,
y en cada juego no hubo un momento
en que mi ser notara,
como si fuera nadie quien jugara.

Jugamos a querer eternamente
y a cada juego llegué solo e impaciente.
Y quise a cada intento
jugar con ella a solas,
pero el mismo intento por querer fue en vano,
cuando la vi partir entre las olas.

Enferma y cansada volvió un triste verano,
y cuando quise estrecharla
entre mis brazos fuerte,
tarde llegué, me madrugó la muerte.

Hilos de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora