Equivocaciones

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No me canso de equivocarme, ¡que locura!,

Y te fastidio incesantemente hasta morir,

Es la naturaleza que habita en mi existir

Buscar las manchas donde hay solo blancura.


Guardo las mías en la nítida espesura

De los secretos que habitan mi memoria,

Una especie de acción condenatoria

Que dice de mi bondad o mi diablura.


Me he convertido en dolor, casi tortura,

Sombra lastimera de amor que a veces pena,

Incoloro en el sabor, de agua y arena...

Que intenta exprimir la hiel donde hay dulzura.


Y todavía así, me amas sin medida,

De este libro enhiesto disfrutas la lectura,

ángel que alientas y sanas la amargura;

La mejor equivocación de Dios para mi vida.

Hilos de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora