Ya no hay nada

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Ya claudicaron las voces su existencia...

Los gestos, las razones los sigilos

Y los lasos furtivos en la almohada.

Ya no hay lluvias en abril, ni tu presencia.


Ya cesaron los arropes de las pieles,

y la hoguera sin latidos, ni batallas, ni corceles

hoy apaga sus pinceles.

Ya no hay mundo en la mirada.


Ya perdieron los bemoles tus susurros musicales

Que una vez bebí en tus mares

Y seduje como flores.


Ya vaciaron esos mares tus suspiros

Y tan solo son gemidos sin alivios ni bemoles.

Ya no hay pasos sigilosos en la almohada.


Ya no canta el ruiseñor como cantaba

Desde el fondo de mi vientre solitario.

Ya no hay vientre, ni hay alpiste, ni hay santuario.


Las entrañas en mi cuerpo como cuentas

De un rosario, voy y cuento.

Ya no digo que estoy vivo o estoy muerto.

Ya me invento casi diario.


Soy presagio que deambula peregrino

Persiguiendo la fragancia de tus pétalos caídos;

Ya te has ido deshojada.

Ya he quedado deshojado.


No hay almohada, ni hay espejo de tu historia;

Ya no hay nada, nada, nada...

Ya no hay ripio de tu amor en mi memoria.

Hilos de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora