7. Era un omega destrozado.- L.S /Omegaverse-(Terminada)

Dieciocho.

Varios días días

Louis y las empleadas de Harry estaban sentados cómodamente en el sofá, mientras comían palomitas y veían una película.

De repente la puerta se abrió y el ojiverde apareció, entonces la beta y la omega se fueron a la cocina para dejarles intimidad.

El alfa se sentó al lado del ojiazul y entonces este se levantó y se sentó en su regazo.

...—Te extrañé mucho—dijo haciendo un puchero—...No has venido a verme desde hace días...¿Ocurre algo?, pareces enfadado.

—Oh pequeño, abrazame fuerte—habló este estrujandolo contra su pecho—... yo también te he extrañado muchísimo, pensé morirme si no te veía.

—Eres un tontin.

Harry sonrió, enterró su nariz en el cuello del omega y suspiró embriagado con el aroma y el calor de su pequeño cuerpo.

—Me has hecho mucha falta, mi amor...No sabes lo que deseaba estar así contigo—susurró mientras lo acarició.

El omega ya feliz por la protección y los mimos de Harry, le empezó a contar todo lo que había hecho en todas las horas en las que no se habían visto.

...—Ah por cierto, te he escrito otra canción...bueno aún no está terminada pero seguro que te gustará.

El alfa sonrió nuevamente, ya que amaba escucharlo cantar, la verdad era que Louis poseía mucho talento, aunque se sentía bastante mal por mantenerlo oculto y que el mundo se perdiese conocerlo.

Por las circunstancias, el omega jamás conocería la ovación de los demás habitantes del planeta, los cuales nunca llegarían a escucharlo.

—Podrías cantarme un trocito, cariño, me encantará escucharte—dijo entonces.

El omega rió y de un salto bajó al suelo para correr feliz y coger su guitarra en la habitación, ante la atenta mirada del alfa el cual se relamía recorriendo con sus ojos, el hermoso cuerpo del omega mientras se alejaba.

Los dos pasaron otra tarde romántica y maravillosa, ya que después de escuchar la canción de Louis, terminaron de ver la película entre palomitas, risas y besos y luego como no, en la cama demostrándose una vez más, el ardiente, fogoso y tierno amor que sentían el uno por el otro.

Más días fueron pasando, convirtiéndose en semanas, donde las mujeres Styles y las Calder prepararon con mucho esmero todo los detalles para el próximo enlace de Eleanor y Harry, eligiendo cada detalle y sin reparar en gastos.

El ojiverde volvió a irse de viaje de nuevo pero esta vez solamente con su padre, Zayn y algunos alfas de la Corporación pues tocaba Inglaterra y en principio solo sería durante dos semanas.

En esa ausencias del alfa, Eleanor aprovechó para verse con sus distintos amantes, los cuales le dieron las necesidades sexuales que Harry se negó a darle a pesar de que se unirían.

Louis por su parte, ajeno a todo empezó a sentirse mal, notando que estaba muy cansado y su humor había cambiado un poco.

También empezó tener más hambre y a verse más gordito pero no dijo nada, le avergonzaba y además como Harry no estaba, no prestó atención.

Cuando llegaron los vómitos y los mareos, el omega los ocultó haciendo lo mismo y las mujeres que lo atendían no notaron nada, solo que este parecía tener bastante apetito pero pensaban que eran por la ansiedad de no tener a su alfa.

Además en ese tiempo, el ojiazul se sintió más solo que nunca y entonces empezó a pensar de nuevo si su vida sería siempre así, permaneciendo encerrado en aquel lugar de lujos y recibiendo unas migajas de atención por parte del alfa.

Después de la tercera semana fuera, Harry regresó y se encontró con un Louis con sus ojos brillantes y llenos de emoción pero no solo por su regreso, sino porque el medico lo había visto y creía tener la más maravillosa noticia para darle.

...—Harry tengo que decirte una cosa.

—Está bien, habla te escucho.

—E- Estoy e-embarazado.

El alfa se quedó paralizado y no habló, por lo que el ojiverde empezó a entristecerse apestándolos todo.

—¿Po-Por q-qué no te a-alegras?, estoy embarazado Ha-Harry,

El alfa lejos de alegrarse, se preocupó más, poniéndose nervioso y su reacción sin pretenderlo hizo llorar al pobre omega.

—¿Ha-Harry?

El alfa solo podía pensar en cómo iba ha hacer para atender a los dos omegas embarazados y cómo iba a mantener las dos vidas en pareja, lejos del conocimiento de su padre.

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