Veintisiete.

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Ed Thomson se pasó días y noches, haciendo turnos de guardia entre la casa de Liam y el hospital donde éste tenía su consulta, por si el doctor volvía a aparecer por allí pero eso no ocurrió.

En ese tiempo, Harry tuvo que volver a viajar fuera del país por trabajo, aunque no pudo concentrarse, ya que estaba muy pendiente del teléfono, esperando cualquier información que pudiese conseguirle su detective.

La nueva desaparición de su omega y su bebé al que aún no conocía, no dejaba de atormentarlo, por lo que tardó mucho más de lo debido en conseguir su cupo de betas y omegas para la Corporación, enfadando a su padre.

Des tenía a la policía siguiendo sus pasos, así que no podía viajar, ni hacer movimientos que lo delatasen, por lo que no podía supervisar a fondo lo que Harry  hacía, ni tampoco a la mercancía y mucho menos organizar, supervisar ni presenciar las subastas, como había hecho siempre.

La últimas actuaciones de su hijo le hacían desconfiar de que algo turbio le ocultaba y los guardianes que había mandado vigilarlo aún no daban con lo que estaba ocultando.

Aparte del nerviosismo, de su desconcentración en el trabajo y su total falta de preocupación por su esposa Eleanor, no había nada raro que hiciese sospechar que Harry estaba metido en algún lío.

No tenía nada para reclamarle a su hijo, luego de que sus guardianes no habían conseguido sacarle nada a los dos ancianos granjeros, a los que habían capturado y torturado para que confesasen de que conocían a Harry y por qué éste había ido a su granja con tanta prisa.

Finalmente, estos habían muerto sin soltar una sola palabra, más que negar una y otra vez que no lo conocían y tampoco tenían ningún negocio con él.

Eso era todo un misterio y Des no tenían ni idea de lo que su hijo había ido a hacer a aquella pequeña granja a las afueras de Los Ángeles.

Mientras tanto, Louis había recuperado fuerzas y ya se levantaba de la cama para ocuparse de su bebé e incluso empezó a salir a pasear por los alrededores para coger aire limpio y que a William le diese un poco el sol, tan necesario para su crecimiento y desarrollo.

Este estaba ajeno al peligro pues Josh vigilaba todos sus movimientos y los de Liam desde detrás de su mostrador en recepción, mientras esperaba el momento preciso para que se quedase nuevamente sólo y llevar a cabo su plan.

Liam estaba empezando a preocuparse pues aunque había pedido una excedencia en el trabajo, el dinero que había cogido antes de huir se estaba acabando y por ello necesitaba regresar a su casa a por más.

...-Louis, tengo que ir o William no tendrá más pañales, además nosotros nos moriremos de hambre, ni podremos pagar este hotel... entiendelo, no iría si no fuese necesario... Seguro que ya Harry ha desistido, tranquilo...estaré bien—habló intentando tranquilizar al omega.

-Lo entiendo Liam y agradezco todo lo que haces por nosotros pero Harry no desistirá, lo conozco, él y su família tienen mucho dinero y poder ¿Quien te dice que ese tipo que fue a la granja no trabajaba para él?, ¿Que te hace pensar que no ha contratado a más gente?, No quiero que te hagan daño-dijo el omega muy apenado.

-No me pasará nada. Si noto algo, les daré esquinazo. No nos volveran a descubrir por mi culpa...Tranquilo tendré más cuidado esta vez, ¿de acuerdo?.

Louis finalmente accedió y respondió al abrazó al alfa, el cual le besó la cabeza tiernamente, luego salió de la habitación hacía su coche, se subió y se marchó rápidamente de allí.

Josh no sabía cuanto tiempo tendría, así que decidió actuar enseguida, por lo que mientras su madre descansaba, cerró recepción y puso un cartel que decía «vuelvo en diez minutos» pero justo cuando se dirigía hacía la habitación del omega, un cliente lo llamó pero este lo ignoró, entonces volvió a llamarlo, por lo que no tuvo más remedio que girarse y atenderlo.

...-Muchacho, nuestra ducha no funciona y la ventana del balcón no cierra bien... Debes arreglarlo- le dijo  un alfa de unos cuarenta años.

-No puedo en este momento, deben esperar-contestó girándose de nuevo al ascensor.

-No, tiene que ser ahora, mi omega desea darse un baño y tu madre nos dijo esta mañana que tú arreglabas los desperfectos al momento-insistió el alfa molesto.

Josh maldijo a su madre y también al cliente pero no podía permitirse perder el trabajo y ni perder la oportunidad de seguir realizando sus deprevaciones a su antojo, así que se volvió a girar y sonrió al cliente cínicamente.

-Muy bien, lo que usted diga... Ahora mismo iré a por las herramientas y revisaré la ducha y la ventana.

El alfa asintió satisfecho y volvió a su habitación, mientras veía como el joven alfa bajaba al sótano a por la caja de herramientas.

Mientras en la ciudad, Liam se aseguró que nadie lo acechaba, por lo que subió a su casa para así, coger más dinero y algo de ropa y comida antes de regresar con Louis.

Sin embargo, en la calle y oculto tras unos arbustos, Thomson lo había visto y había avisado a Harry, el cual estaba en camino para acompañarlo y así conseguir averiguar de una vez por todas, dónde escondía a su familia.

Finalmente, un tiempo después el ojimiel bajó y subió a su coche, entonces Harry y Ed subieron en el de éste y lo siguieron con cautela, dejándole espacio.

Liam sonreía satisfecho y ajeno a lo que se le venía unos metros atrás, circulando camuflado entre los demás coches.

La verdad era que él tan sólo podía pensar en lo tierno que se había visto Louis, preocupándose por él antes de salir y por ello, estaba más convencido de que pronto el omega y él podrían ser uno, ya que creía que Harry no lo buscaba y estaría feliz con su otra omega y con su otro bebé, del que había sabido en las noticias de la radio.

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7. Era un omega destrozado.- L.S /Omegaverse-(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora