Catorce.

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Harry encontró a su nueva víctima en un viejo café de Roma pues el solitario omega parecía estar nervioso y preocupado pues no paraba de mirar hacía la puerta del pequeño local, además de ojear su sencillo reloj de pulsera.

Tras una media hora observando sus movimientos, el omega ya empezó a oler a tristeza y abandono, entonces el ojiverde se le acercó muy sonriente y mostrando sus hoyuelos con la mejor de sus sonrisas.

...-¡Ciao!, ¿Come stai, bello?-habló.

Hola!, ¿Cómo estás hermoso?).

-Ciao, bene ¿E lei?respondió el omega

(Hola, bien ¿y usted?).

-Pues no parece que estés bien, ¿puedo acompañarte?, mi cita parece haber pasado de mí una vez más-mintió el alfa.

-¿Hablas mi idioma?, ¡Oh es genial!, la verdad es que llevo aquí seis meses y me cuesta entender el italiano más de lo que pensaba-dijo el omega sonriendo también.

-Vaya, ¿así que tampoco eres de aquí?, ¿Cómo te llamas?... yo soy Edward y soy de California, ¿De donde eres tú, precioso?-el alfa se sentó junto a este al ver que no lo rechazaba.

-Yo me llamo Liam Murphy, nací en Londres pero he viajado con mis padres por todo el mundo por cuestión de su trabajo...Desafortunadamente los perdí el año pasado, ahora vivo en una pequeña pensión pero tenía ganas de cambiar de aires-explicó el confiado omega.

-Oh lo siento, que triste...- fingió importarle Harry-... ¿y qué, precioso? ¿estás esperando a tu alfa o también te han plantado en una cita como a mí?.

El omega se sonrojó ante la grave y profunda voz del alfa, que junto con su hermosa cara y su bello cuerpo, le hacía tener ya sus hormonas revolucionado su pequeño cuerpo, locas de deseo por el atractivo alfa ojiverde.

-Si bueno, es-esperaba a Philip, es un alfa que conocí en mi nueva escuela... No es nada importante pero parece que no vendrá, así que yo ya me voy, tengo que ir a otro lugar.

El alfa rápidamente se ofreció a acompañarlo pues no podía permitir que un omega tan hermoso y dulce como ese se le pudiese escapar.

Sería un buen reclamo, además ya estaba próximo al cumplimiento de su cupo y estaba deseando volver a casa para poder estar con Louis de nuevo.

El omega confiado, accedió a que el alfa lo acompañase y cuando salían del local, Harry envió un mensaje al resto del equipo que esperaban pacientes y preparados, en un lugar poco transitado y de fácil huída.

Tras unos diez minutos caminando hacia el destino del omega, éste se vio sorprendido pues al pasar cerca de la furgoneta negra, se abrió la puerta lateral y unos fuertes brazos lo introdujeron en su interior, ayudados por el alfa ojiverde que lo empujó, mientras comprobaba que nadie reparaba en ellos.

La furgoneta arrancó a toda velocidad para salir cuanto antes de allí, mientras que en su interior, el omega asustado chillaba y pataleaba mientras los alfas lo sujetaban para amordazarlo y ponerlo en la parte trasera con los demás.

La Corporación disponía de tres casas tapadera en Italia, una en Nápoles donde Harry estaba llevando a sus víctimas, otra en Florencia donde la ocupaba Gemma y sus padres con más alfas de la Corporación y otra en Venecia, donde trabajaban Zayn y su equipo.

Tras cinco días en Italia captando omegas, el ojiverde suplicó para que su padre le dejase regresar pues oír llorar a Louis por el teléfono cada noche antes de dormirse, lo ponía muy mal.

Ante la negativa de su padre, Harry asqueado, esa noche decidió beber para relajarse y para ello cogió una botella de whisky escocés en el mueble bar de la casa y se sentó a celebrar su desgracia.

Cuando la botella se acabó y su cuerpo apenas le respondía, el alfa se arrastró hasta las escaleras y subió hasta la puerta de su habitación, la cual abrió a trompicones y allí se encontró algo inesperado.

-¿Y t-tú?, hip ¿qué demonios ha-haces aquí?, hip...¿A qué has ve-venido?.

.........

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7. Era un omega destrozado.- L.S /Omegaverse-(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora