Epílogo.

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Cinco años después.

...—Vamos niños, apuraros o perdereis el autobús de nuevo—habló Louis desde la cocina.

—Papi...es que Edward me escondió mi chaqueta.

—Es mentira William...lo que pasa es que eres un bebé llorón.

—Ez sieto papi, la econdó —dijo. entonces la pequeña Johannah de tres años.

—Cállate chivata, tú eres otro bebé llorón como William.

—Basta Edward—le regañó el ojiazul—...deja de llamarle eso a tus hermanos… daros un beso y vayamos ya, sino ya sabéis lo que toca... ¿Lo sabéis verdad?.

—¡¡¡Si papi!!!—dijeron al unísono los tres niños, mientras se abrazaban y se besaban para que su padre no los dejase sin postre como les ocurría cada vez que se portaban mal.

Cuando salieron por la puerta de la casa, los tres niños echaron a correr con sus mochilitas a la espalda hacía donde estaban sus amigos, que también esperaban el transporte del colegio a unos metros de allí.

Louis sonreía al verlos cada día hacer lo mismo, estaba feliz, ya que verlos correr felices y sanos era maravilloso y aunque eran muy traviesos, se querían mucho y se extrañaban cuando alguno de ellos enfermaba o se quedaba en la casa de algún amiguito a dormir.

Al regresar de subir a sus pequeños al transporte escolar, el omega regresó a la casa como siempre, entonces su móvil empezó a sonar, lo cogió y en la pantalla vio que era su esposo.

—Hola amor—escuchó—… ¿Qué tal estás?, ¿y los nenes?, los extraño mucho.

—Hola Hazza... estamos perfectamente, los niños se acaban de irse al cole, lo siento si querías hablarles... Te extrañamos mucho también—dijo Louis en tono amoroso.

—Estoy deseando llegar a casa, espero hacerlo para el cumpleaños de Edward el sábado, ¿sabes cariño?, aquí en Francia he conseguido ese videojuego que él quería y estaba agotado, ¿no ha cambiado de idea, verdad?—preguntó el alfa preocupado.

—No cielo, todos los días lo nombra. Sigue haciéndole mucha ilusión... Que bien que lo hayas encontrado... haz lo posible por llegar. sabes que no sería lo mismo sin ti.

—Lo sé... bueno debo dejarte amor, tengo una reunión con los clientes y Zayn y Gemma aún no llegan... creo que se les han pegado las sábanas en el hotel, te amo.

—Te amo—dijo el omega riéndose, mientras colgaba.

La verdad era que sus cuñados se habían tomado su tiempo en animarse a confesarse sus mutuos sentimientos, ya que como buenos alfas eran muy orgullosos y muy fogosos.

Menos mal, que Harry había aprendido de los errores de su padre y practicaba la paciencia y se tomaba las cosas con calma y humor.

Mucho se lo debía a Louis pues él le había hecho ver que aquello a lo que se dedicaban no estaba bien y también desde que sus bebés se hacían cada vez más grandes, pensó que podían ser posibles omegas.

Harry finalmente hizo realidad las empresas fantasma de los Styles dedicadas a las obras de arte y diversas antigüedades y dejó el contrabando de omegas y betas, aunque siguió viajando por todo el mundo.

El sábado llegó finalmente y todo estaba más que listo para la fiesta de cumpleaños de Edward, William estaba algo celoso pues a él aún le quedaban unas semanas para cumplir los años.

A algunos padres les había parecido raro y de hecho pensaban que alguno de ellos era adoptado por lo que Louis les había tenido que explicar la realidad, los niños aún eran muy pequeños y no sabían de fechas pero cuando fuesen mayores seguro tendrían que explicarles.

De hecho Edward, ya había hecho alguna pregunta como porqué el tenía los ojos y el pelo como su padre Harry y en cambio sus hermanos tenían los ojos y el pelo del mismo color que su papi Louis.

El alfa y el omega hacían como un juego y entonces el niño olvidaba las diferencias con sus hermanos y seguía con sus cosas de niños de su edad.

Anne había ayudado a Louis con todos los preparativos y bien temprano había llegado con globos, serpentinas y hasta un payaso, al que pagaba por horas y le había dado pena un día en el que habían ido de compras y lo habían visto en la acera a la puerta de un local, junto con otros dos betas más que hacían de mimo y estatua viviente para ganarse la vida.

Poco a poco, los amiguitos y sus padres se fueron llegando y sumándose a la fiesta, pero Harry, Gemma y Zayn aún no llegaban y aunque Edward hacía que no pasaba nada, Louis notaba que los extrañaba.

Durante horas, los niños jugaron en una piscina con bolas, en una cama elástica, y vieron la actuación del payaso, el cual les hacía figuras con globos y les contaba historias graciosas que les hizo reírse todo el tiempo.

Llegó el momento de la tarta y Louis vio por la ventana de su cocina a Harry que aparcaba el coche en la entrada y a sus hijos correr hacia el soltando lo que tenían en sus manos.

Tras el también vinieron Zayn y Gemma, los cuales los niños también saludaron, ahora si que ya estaban todos.

Louis encendió las velitas y salió hacía el jardín, donde estaban todos cantando el cumpleaños feliz, puso la tarta en la mesa y Edward las sopló feliz.

Harry besó y abrazó enérgicamente a su omega, al que llevaba semanas sin ver, ni tocar y moría por hacerlo y luego dejó que cortase la tarta y la repartiese entre los invitados.

Poco después Edward abrió sus regalos, los cuales en gran parte eran coches de juguete, libros de colorear y ropa pero sin duda el que más le gustó y no podía esperar a probarlo, fue el videojuego que su querido padre trajo, junto a una muñeca para Johannah y un patinete para William, que también llevaba semanas pidiéndole y no pudo esperar para dárselo.

Harry y Louis se sentaron en la hamaca que tenían en el árbol de su jardín y observaban como sus hijos y el resto de niños se divertían, como Anne charlaba muy entretenida con otros padres y Gemma y Zayn se comían a besos, mientras se daban pastel uno al otro.

Harry y Louis se sentaron en la hamaca que tenían en el árbol de su jardín y observaban como sus hijos y el resto de niños se divertían, como Anne charlaba muy entretenida con otros padres y Gemma y Zayn se comían a besos, mientras se daban pastel...

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Les parecía increíble lo afortunados que eran, ya que estaban bendecidos y daban gracias, por la maravillosa familia que tenían y también por la suerte que habían tenido al encontrarse y luchar por tener esa vida juntos.

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7. Era un omega destrozado.- L.S /Omegaverse-(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora