Somos Uno.

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La Iglesia es una.
¡Holaaaaaaaaaa!
Buenos días ser viviente.
Bueno, al menos en mi país es medio día, jaja.

¿Cómo estás, qué contás hoy? ¿Cómo estuvo tu semana?

Pues la mía estuvo bastante movidita, anduve de acá para allá, entre ensayos, preparativos y más, no hace falta decir que hoy dormí hasta tarde. Ya verán por qué, jaja.

Saben, el año pasado hubo un evento interesante en la que mi Iglesia fue parte, gracias a un gran hombre con una visión más grande que él.
Gustavo es el "líder" o encargado de un grupo de chicos y chicas de más o menos entre 15 y 25 años, que un día dijo basta.
El cuenta que siempre le preguntaba a Dios por qué las iglesias se habían separado tanto. Por qué ahora se arman tantos problemas porque la Iglesia tal hizo una campaña cerca de la Iglesia aquella, y le robó las almas y no se qué rayos más.
Es tonto, lo sé, pero es real lamentablemente.

La cuestión es que, viendo eso, surgieron las preguntas de por qué.
¿Por qué las iglesias se separaron tanto? ¿Por qué no pueden juntarse de nuevo como al principio? ¿De dónde salió esa rivalidad de la mía es mejor que la tuya?

¿Acaso está mal que las iglesias se unan para hablar a la gente de Jesús?
¡No! Claro que no está mal, de hecho, la Biblia nos manda a cada uno de nosotros, sin importar la denominación, pastores, etc, a predicar del Evangelio de Jesús.
TODOS somos parte del cuerpo de Cristo, y pienso que todos podemos unirnos para hablar de Él.

Entonces, este hombre comenzó a hablar con sus jóvenes, después con sus pastores -que le dieron su apoyo-, y empezó la difícil tarea de invitar y unir a las diferentes iglesias de la ciudad a participar de este evento masivo.
El año pasado fuimos cuatro iglesias que juntas como UNA sola, nos repartimos por toda la ciudad a evangelizar de todas las formas posibles.

Nos dividimos en diferentes puntos estratégicos; algunos en varias esquinas donde hay más gente, otros en los trenes, otros en bancos y así, a través de folletos, abrazos, payasos, globos y más, le contamos a la gente que hay alguien que dio todo por ellos.

¿Fue difícil? Claro que sí. Primero tuvieron que renunciar al orgullo y la vanidad, para después poner a disposición los recursos de cada Iglesia y el tiempo. Vinieron meses de preparación y esta última semana casi que no tuve tiempo ni a respirar, jaja.

Soy una persona activa. Me gusta ayudar, ser útil y estar siempre para lo que me necesitan, por eso esta última semana antes del evento anduve de acá para allá con los preparativos.

Quiero decir que fue hermoso. En mi cuenta de Facebook e Instagram subí varias fotos de ayer.

Este año, diez iglesias nos unimos para impactar mi ciudad. Desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche, finalizando con un festival de música e interpretaciones artísticas, pasamos un día entero de color turquesa. Todos usamos la misma remera con el mismo lema.
«Vuelve a Casa», decía la remera.
Porque creemos que es tiempo que la gente encuentre su hogar en el corazón de Dios, ahí de donde nunca tuvo que salir, pero que siempre estará esperando su regreso.
A veces me preguntan, ¿es esa la única forma de predicar?

Y yo siempre respondo que TODOS predicamos de alguna u otra forma.
La pregunta es, qué predicamos.

Algunas personas van por la vida como si tuvieran la capa de invisibilidad de Harry Potter y nada de lo que hacen lo ven los demás. O peor, no les importa.
Pero si somos honestos, cada uno de nosotras predicamos todos los días.
Con nuestras acciones, decisiones, con lo que decimos y hasta lo que no decimos, hablamos de lo que somos a los demás.
Seas o no creyente, tu forma de vivir habla de quien sos.

Por eso, siempre respondo que la primer forma de evangelizar es a través de nuestras vidas. El llevar una vida íntegra y apasionada por Dios, es la mejor forma que la gente vea en nosotros lo que Jesús hizo en nuestras vidas.

Lo demás, los impactos evangelisticos, las campañas, las marchas, los eventos, son solo otras formas de hablar a la gente de lo que creemos.

Yo pienso que si las iglesias dejaran de rivalizar las unas con las otras, el trabajo de «ir y predicar al mundo», sería muchísimo más fácil.
Creo que es tiempo que TODOS nos unamos, porque a fin de cuentas, SOMOS TODOS UNO EN JESÚS. TODOS somos la Iglesia y depende de todos nosotros representar a Jesús.

Y esto, fue todo por hoy gente bella.
Podés contarme en los comentarios cuál es tu opinión sobre este tema.
Me gusta siempre contarles lo que voy viendo al rededor de mi vida, y después de todo, este blog se trata de la cristiandad ¿no? Por lo que estos temas me parecen buena idea.😉😊

Así que, espero que tengan un hermoso inicio de semana y la pasen bien en esta aventura loca llamada vida.
Y por último, recordá que sos una persona única y especial en el mundo, no hay nadie igual a vos, por lo que podés sentirte importante. Porque Dios te ama tal cual sos.

Nos vemos la siguiente semana. Cambio y fuera.

Con amor, Poly.

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