Siempre fui buena para las palabras. Desde que aprendí a leer y fui atrapada por los maravillosos libros, ame y amo la palabras más que cualquier otra forma de expresión.
¿Te ha pasado alguna vez querer decir algo pero no saber exactamente cómo o d...
Holisss por allí pequeño guerrero. ¿Como va todo? ¿Algo nuevo?
¿Yo? Yo muy bien, gracias, gracias... aah..., ¿que no me habías preguntado nada?
Pues... me iré a llorar.
Bueno en serio, hoy vengo a hablar de algo que cuando inicié mi vida "cristiana", o sea la etapa donde realmente comencé a seguir a Cristo, tenía muchas dudas e ideas precocinadas. Es extraño para mí admitir que pertenecer a una iglesia en cierto modo sí es como si te lavaran un poco el cerebro. ¡Ey, ey! Tranquilos Kritys, bajen los tridentes, jaja, acá vienen las razones.
Cuando apenas empecé a ir a la iglesia, había algo que me impactaba tanto como me daba gracia. Si yo le preguntaba a un chico de diez años "normal" (véase que mi estándar de normalidad era muy diferente) y le preguntaba algo como: che, ¿qué pensás de tus padres? Un chico normal de nueve, diez años me hubiera dicho que les agradecía por darles las cosas que necesitan, por darle plata para juegos o zapatillas, por llevarlos a fútbol o handball o qué sé yo, algo así.
Ahora, si le hacía la misma pregunta a un nene o nena que fue criado y casi que nació dentro de la misma iglesia, te contestan con algo como: agradecida a Dios por el enorme privilegio de haberme dado unos papás que me bendicen y me guían en cada momento que los necesito. Porque siempre nos proveen y nos ayudan cuando clamamos por algo. Dios los bendiga.
¡¡¡¡¡WTK!!!!!
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Lo digo en serio, incluso a niños más pequeños escuché hablar así. Yo los miraba como su fueran aliens y les tocaba la frente para saber si deliraban de fiebre o algo así.
Hablemos en serio, ¿qué niño o adolescente actual dice palabras como "proveer", "clamor" y sus derivados? ¡Ninguno! De donde yo venía —sí, un barrio común y corriente que escuchaba cumbia y odiaba a la policía, o sea cualquier barrio de Argentina—, ningún pibe hablaba así me entendés. Yo juro que me quedaba en shock.
Otzea, hello, ir a la iglesia hace a los chicos más cultos gente. Ni yo que tenía quince años sabía el significado de proveer.
Entonces, volviendo al tema, de cierta forma, cuando iniciás la nueva vida en Cristo Jesús, de repente comenzás a escuchar y aprender muchas nuevas palabras, que sí, están en el diccionario, no, no la inventamos nosotros, y que por alguna razón son más elegibles que otras.
De repente en vez de decir baile, dicen danza, en vez de decir alegría, dicen gozo, en vez de decir Biblia, dicen La Palabra, porque obvio que no es la misma palabra que las otras palabras.
¿Sí se notan las redundancias, no?
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Pero ya, siendo serios, uno comienza a ser influenciado, de buena manera si somos sinceros, en nuestra forma de hablar y comunicarnos con los otros. De repente uno "siente" la necesidad de descubrir de qué forma el lenguaje puede impactar en el día a día. Y vaya que me lleve una gran sorpresa.
Más allá de que me guste reírme de forma sana del proceso que Dios inició en mi vida en ese tiempo, no puedo negar la increíble verdad que guarda la Biblia cuando dice que del corazón mana la vida. Y significa que todo lo que guardemos en los cajones del corazón, será lo que salga directamente por nuestra boca, y todo lo que sale de nuestra boca y en nuestra mente, es lo que de una u otra forma le da dirección a nuestra vida.
Así que de manera consciente, comencé a cambiar pequeños detalles en mi forma de hablar y eso conllevó a cambios enormes, pero no solo con los otros, sino principalmente en mí.
Dicen que para cambiar un sentimiento, hay que cambiar una actitud. Así que empecé a cambiar mi forma de dirigirme a otros, mi forma de tratar a otros y poco a poco, mi forma también de tratarme a mí misma.
Y sí, uso mucho palabras como "alabanzas" en vez de canciones rápidas y "adoraciones" en vez de lentas. XD Pero también aprendí a cambiar lo negativo, cosas simples y al parecer tontas, pero que de alguna manera me identifican, me hacen sentir parte también de una comunidad que aunque no es perfecta, me hace querer quedarme con todo lo bueno que representa.
Así como los otakus tienen sus palabras japonesas, y los gamers sus lenguajes extraterrestres, incluso en cada país tienen sus modismos, giros idiomáticos y demás que los hace únicos y diferenciables del resto. Porque al final, es eso parte del conjunto de cosas que te hacen "diferente a los otros" y que aunque lo neguemos, todos queremos ser únicos y pertenecer al mismo tiempo.
Yo soy única, lo sé porque sé que Dios me creó diferente a los demás, pero también pertenezco a la gran familia de Cristo que rodea a todo el globlo.
No, no me lavaron el cerebro, Jesús cambió mi corazón. Hashtag: #lacristiandad
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Así que mi amado, mi amada, no le tengas miedo a cosas tontas como palabras raras, música extraña o lo que sea que escuches acerca de una iglesia, lo importante al final es lo que cada persona guarda en el corazón, crea en lo que sea que crea.
Esto es todo por hoy pequeño guerrero/a espero que inicies una hermosa semana. No lo olvides, sos importante, valorado, única e irrepetible. Tenés mucho por qué vivir, tu vida es preciada, no la desperdicies.
Hasta la próxima, y por cualquier cosa, aquí nos leemos. 😉😊😘💜
Con amor, Poly. 😘😘😘💜💜💜
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