La Familia Que Se Elige.

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¡Hola gente preciosa de este maravilloso mundo!
Sí lo sé, mis saludos son tan locos. Me encantan. Ya hace como un tiempito que no subía una entrada nueva y estoy como demasiado emocionada.

Primero que todo, ¿cómo estas?, ¿cómo te esta yendo últimamente?, ¿algún chisme nuevo?

Ahora que ya chusmié un poco, voy a empezar con el tema de hoy.

No sé cómo sea en tú país, pero acá en Argentina esta semana se celebra el día del amigo!!!
Un día muy especial donde las plazas y centros comerciales de todo el país se saturan de jóvenes y adolescentes llenos de felicidad y muertos de frío jajaja. Así es, en esta parte del mundo nos estamos congelando, por lo tanto, el día del amigo nos abrigamos hasta la nariz pero salimos igual a festejar.

Desde que soy adolescente, no hace tanto eh, en esta fecha salgo con mis amistades a tomar unos buenos mates y pasar una linda tarde en alguna plaza cercana.

Lo más loco que hice alguna vez fue jugar al ring-raje, no se como se llame en otros lugares jaja. Ese juego que tocas el timbre de alguien y salís corriendo, en esencia es eso.

Lo sé, para muchas personas de mi edad no tuve "vida", por así decirlo.
Quiero aclarar que no me crié ni crecí en un ambiente cristiano o religioso. Mi familia era como cualquier otra familia de clase media, con la particularidad que desde pequeña mis padres me enseñaron valores, me dieron amor, libertad y respeto. Crecí en un ambiente donde me enseñaron que las personas son importantes, que el respeto jamás se pierde y el mundo es un lugar para ser mejor.

Es por mi crianza, y no por mi creencia, que tuve una adolescencia bastante tranquila a comparación de otras chicas de mi edad.

Los viernes no salía de noche. Veía películas con mi familia.
Los sábado no despertaba con resaca. Despertaba con el desayuno que mi mamá nos preparaba.
No había fiestas cada fin de semana en mi casa. Había risas, comidas y peleas.
No aparecía el lunes en la escuela contando cuántos chicos me chapé o besé el finde. Llegaba el lunes con la tarea hecha y mucho sueño.

En fin, para muchos parecería algo un poco triste y aburrido, pero para mí fueron los mejores años de juventud. Sin responsabilidades, ni dolor, ni preocupaciones.

No envidio ni un poco a mi generación que hoy en día no tienen ni rumbo ni metas, viviendo el día a día. Muchos de mis ex compañeros tienen hijos, trabajos mal pagados, etc. Todo porque desde pequeños jamás se les enseñó a soñar o luchar por sus sueños.

¿Y qué tiene todo esto que ver con el día el amigo?

Pues mucho. Cuando rendí mi vida a Cristo pasó algo curioso. De repente no me trataban como antes. Mis amistades me miraban de reojo, como si en cualquier momento les estuviera por tirar agua bendita, jaja lo sé, eso es de católicos pero para algunos es todo lo mismo.

Poco a poco las diferencias entre sus maneras de vivir y las mías se hicieron cada vez más notorias. Hoy en día mantengo el contacto con muy pocas personas de ese entonces, no porque yo haya cambiado mi actitud con ellos, sino que al parecer algo en ellos no podía permanecer mucho tiempo conmigo.

No se preocupen, conocí más gente, ja ja.

En la actual Iglesia donde congrego comencé a interactuar con un grupo de chicas y chicos más o menos de mi edad. Me uní al pandero (Ministerio que muchas iglesias tienen), me uní al grupo de músicos. En fin, conocí gente maravillosa que supo apoyarme y contenerme en el momento que más lo necesité.

Fue ahí que volvieron los días del amigo en pandilla.
Este grupo y yo del que soy parte hace ya varios años nos juntamos cada día del amigo y hacemos una gran comida en la casa que toque jaja.
Reímos, cantamos mucho, tomamos el vino de la Santa Cena (na mentira jajaja no podríamos hacer eso jamás), miramos películas hasta muy muy tarde, y la otro día cada uno va a trabajar o a la escuela o lo que tenga que hacer fresco como una lechuga.

Chicos si algún día leen esto LOS AMO!

Un amigo es más que un confidente, o la persona que te hace la segunda cuando te gusta un chico.

Un amigo es aquel que te aconseja y te dice la verdad sin vueltas aunque no la quieras escuchar.
Un amigo de verdad es el que hace lo que sea por vos, pero jamás rompe sus valores. Para mí, obligar a alguien a hacer algo en contra de sus valores me hace preguntar si soy yo una buena amiga.
Un amigo es aquel que si se te cae el pandero en medio de una canción lo tira también para que no quedes sola en la vergüenza eterna.
Un amigo es el que llora con vos y te hace reír en medio del llanto.
Es aquel que te da su hombro, sus dos manos, sus ojos, sus oídos, todo lo que a vos te haga falta.
Un amigo real es aquel que le da gracias a Dios por tu vida y le ruega cada día que te guarde y seas feliz.
Un amigo es el que se hecha la culpa de tus metidas de pata, para que después vayas al pastor y le digas que en realidad fue tu culpa.

Como dice el título, las amistades son la familia que uno elige.
Yo tengo dos hermanos menores, los amo con mi vida, pero tengo más hermanos y hermanas que aunque no tienen mi sangre, son parte de mi familia porque así yo lo elegí.

Hay un proverbio que es uno de mis favoritos. El hombre más sabio del mundo dejó escrita una gran verdad que sigue vigente siglos y siglos después de ser impresa.

Proverbios 17:17 dice:

«En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia».

Para mí, engloba todo lo que la amistad encierra. Las risas, las peleas, porque como en toda familia no siempre estamos de acuerdo, las lágrimas, los abrazos reparadores; en fin, todo.

Un amigo está en cada etapa de tu vida, la disfruta y sobrelleva con vos. Las amistades reales son las que sobrepasan la medida del tiempo, siempre encuentran un hueco en la semana para llamarte, o mandarte un audio gracioso, pasarte un meme que le causó gracia o lo que se le ocurra.

La amistad es para mí un regalo divino. Podes estar de acuerdo o no conmigo en esta parte, pero nadie puede discutir el hecho de que una vida sin amistad, es una vida demasiado solitaria como para contemplar.

Si tenes la enorme bendición de ser parte de una amistad así, mi humilde consejo es que no la desperdicies. Cultiva ese hermoso amor fraternal y cuida su corazón como si fuera oro.
La amistad es como una hermosa planta con flores, si la alimentas y la cuidas todo el tiempo con amor y palabras dulces, crecerá hasta hacerse cada vez más hermosa y fuerte; pero si por lo contrario te olvidas de regarla, protegerla y amarla, llegará el día en que se marchite, se seque y finalmente muera.

En este día del amigo te deseo lo mejor de lo mejor, a ti, mi hermano en Cristo, somos parte de la familia celestial y por lo tanto, parte de un mismo cuerpo.
Que tengas un maravilloso día, noche, o lo que sea jaja.

Me despido por hoy pero antes, ¿cuál es tu opinión sobre este tema?, ¿qué futuro tema te gustaría que toque?
Siempre estoy abierta a las sugerencias así que no duden en tirar ideas :D

Sepan que hay alguien que los ama más de lo que jamás nadie los amará en el mundo y dio más de lo que nadie jamás dio por vos. Sos importante, sos un diseño único y maravilloso. Jamás lo olvides, ¡tú vida vale!

Espero que les haya gustado y hasta la próxima entrada mis Guerreros.

Con amor fraternal, Poly.

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