Dios No Está Muerto 3.

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¡Hiiiiiiiiii!
Sí, sí, ahora saludo en inglés también.
Soy tan kul.

Bueno ya. ¿Cóma has estado persona bella? ¿Qué tal va todo?
¿Ya me leíste en WordPress? ¿No?
¡¿Y qué rayos estás esperando?!

(¿Spam dónde? 👀👀xD)

Hace poco vi la última película de la trilogía Dios No Está Muerto.
Tengo que admitir que al inicio creí que se iba a tratar de otro caso de opresión contra los ministros cristianos, pero me sorprendió bastante esta tercera entrega.

No voy a dar espoilers, o eso intentaré, pero sí me gustaría hablar de algunas cosas que vi en la película.

Primero que nada, vemos más de cerca la vida diaria del pastor Dave. Un pastor muy yankee que tiene su iglesia en el campus de la Universidad donde también Josh, nuestro amado José de la primera película, estudió derecho. Ah y esa es otra cosa kul que la película tiene, ¡y es que José vuelve señoras y señores! Así es, nuestro amado defensor de Dios regresa para ser un gran apoyo en la vida de nuestro pastor Dave.
Y por favor, ¡está más lindo que en la primera!

Ok no, ya Poly, concentrate en lo importante.

Como decía, después de unos eventos muy dramáticos, porque a esta saga no le falta el drama, tenemos una visión muy diferente de la iglesia a como se la venía planteando.
Tengo que decir que de las tres, es hasta ahora la que más me ha gustado. Se ve que la idea fue madurando y aunque la película es igual de simple que las anteriores, tiene un mensaje mucho poderoso. Y de eso vengo a hablarles.

No me voy a poner a comentar detalles técnicos porque yo no sé mucho sobre cine, ni siquiera me considero cinéfila. Lo que sí diré son los puntos fuertes y no tan fuertes que tiene.
Un punto no tan fuerte es el drama excesivo, según mi gusto. Sin embargo entiendo que sin ese detonante la película no tendría mucho sentido. Otro punto en contra es que en la película dos, se ve al pastor Dave ser llevado por la policía por negarse a declarar todos sus sermones al estado. Esto te hace creer que la tercera película se trataría de eso, de una pelea entre estado Iglesia, pero no es más que un dato que por alguna razón dejan caer porque ya dije, no falta drama en estas películas.

Repito, ame la trilogía, pero eso no quita que sea objetiva con algunas cosas.

Las cosas más rescatables son los puntos que toca. En esta entrega vemos mucho más de la familia del pastor, y si hay algo que ame, es la manera en que mostraron otra faceta del ministro, no la faceta perfecta sin mancha y sin arrugas que muchos venden y compran, sino la de un hombre como cualquier otro hombre que también sufre, que también se equivoca y que también tiene problemas familiares como todo ser humano más o menos normal.
Creo que este es lejos, el punto fuerte de la película. Se habla del perdón, de la lucha tanto del cristiano como del no cristiano, se ve la pelea que muchos hijos de Dios jóvenes y universitarios tienen consigo mismo sobre su propia fe. Hay mucho para elegir y eso definitivamente me encantó.

Pero lo que más me sorprendió, es el punto de ser luz. La película dice, ser luz en la obscuridad, pero luz a través del perdón, a través del ejemplo y la dimisión y la certeza de que a Dios nada se le escapa y que incluso en medio de la tragedia, él puede hacer algo grande.

Por razones que deberás ver por vos mismo, el pastor y la universidad dueña del campus entran en juicio y él debe decidir entre lo que su corazón quiere y lo que Dios quiere.
En medio del dolor, de las dudas, de los abogados, la prensa, los errores y los aciertos, nuestro amado clérigo entiende algo que muchos de nosotros a veces olvidamos: vos y yo somos la iglesia.

Soy una orgullosa seguidora de todo el trabajo y las cosas que el Pastor Dante Gebel a alcanzado gracias a Dios a pesar de las constantes quejas y criticas que recibe. River Arena es una de las iglesias hispanas con mayor crecimiento en estos últimos años en EE.UU, pero me pregunto, ¿qué pasaría si esa increíble iglesia que mide una manzana entera fuera por alguna razón destruida?
¿Seguirían adelante?

¿Qué pasa cuando el edificio vale más que los corazones que laten dentro?
¿Qué pasa cuando pertenecer al Ministerio tal es más importante que ser llamado hijo?

Pues es entonces cuando llegamos al punto en donde nos encontramos la iglesia actual donde hay que juntar miles de pesos (en Argentina) para que ese o cual predicador venga a hablar a nuestras iglesias y darles una "ofrenda de amor" por "servir a Dios" de esa manera. Y no dudo que Dios los use en gran manera, pero qué pasa con el hermano que se prepara cada día para una oportunidad, o la hermana que está divorciada pero tiene todo un testimonio que contar, o el joven ese lleno de tatuajes pero que Dios lo rescató de las drogas y la delincuencia, incluso esa muchachita que abortó por miedo pero que tiene una historia que contar y un Dios que la amo a pesar de todo del que hablar.

¿No son ellos igual de importantes?
¿Por qué venir de tal iglesia, ministerio o tener equis apellido vale más que el poder del Espíritu Santo en mí?

En el final de esta película, vemos una realidad que golpea justo en la nariz a la religiosidad y el falso respeto hacia los edificios que con tanto esmero construimos como lindas cárceles con títulos de libertad.
No me malinterpretes, creo en la iglesia, creo en la palabra cuando dice que nos juntemos los hermanos en paz y armonía. Claro que creo en congregarse y siempre lo recomiendo porque es ahí donde somos instruidos, pastoreados, sanados, y sobre todo, enviados. El problema es que algunos se olvidan de la parte de salir de esas cuatro paredes y ver al mundo que grita por una esperanza.

Nosotros somos la luz de Jesús. Y esta luz fue enviada para iluminar el camino del perdido, una luz que no está para quemar, criticar o atacar al que no piensa como nosotros, sino para dejar el camino libre al único digno, al único que perdona multitud de errores (amo esa canción 😂).

De toda la película, para mí la mejor parte fue cuando todo el campus, creyentes como no creyentes, se unieron para ser luz.
Al final, el mejor plan siempre será el de Dios. No hay duda de ello.

Y para que esto no se alargue más, hasta aquí llego mi amado lector.
Te amo, amo tu corazón aunque no te vea. No lo olvides, tu vida es valiosa, no la desprecies.
Que tengas una genial semana, y por cualquier cosa, aquí nos leemos.

Me despido con lo mejor de toda la saga:
Dios es bueno todo el tiempo, y todo el tiempo, Dios es bueno.

Con mucho amor, Poly. 💜😘😘😘💜

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Dios no está muerto.
Somos luz en la oscuridad.

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