Todo por Disney (#1 Odio a los chicas)

El Rechazo I

—Te quiero.—Delia pronuncia las palabras de Kaidan y provoca la misma sensación de miedo en mi cuerpo.—¿De verdad lo dijo?

Hubiera deseado que no, pero lo oí claramente.

Aprieto la almohada ridículamente en forma de corazón de Delia, escondo mi cabeza y la escucho murmurar.
Me ha obligado, por no decir otra palabra, a venir a la pijamada en su casa, pero hasta yo misma sé que solo es una excusa más que doy porque lo cierto es que no quiero pasar la noche en la misma habitación de Kaidan.

Ni siquiera quiero verlo.

Eres una cobarde, Disney.

Ahora, tal vez.

Dejo de ahogarme con la almohada y levanto la cabeza.

—¿Y solo huiste y ya?.—Pregunta sorprendida.

—Me fui, no hui.

—Irte , huir ..¿Acaso en una momento así importa?.—No respondo y me muestra una sonrisa.—Entonces te fuiste , lo dejaste desnudo y con una erección en los baños.

—Es probable que se le haya bajado apenas me fui.

Delia suspira.

—No entiendo esta relación.

—No eres la única.—Murmuro para mí misma.

Bajo la cabeza y la levanto cuando vuelve a hablar.

—¿Y qué vas a hacer ahora?

Evitarlo, por ahora eso puedo hacer.

No he visto a Disney desde esa tarde y dado los acontecimientoS dudo que se aparezca en la cena con mis padres esta noche.

Te quiero..

Pero..¿En que rayos estabas pensando, Kaidan?

En nada, no pensaba en nada , solo me deje llevar y dije lo que realmente sentía en ese momento.

Y gracias a ese pequeño error, ahora tengo que buscar una buena excusa que decirle a mi madre, ella lucia realmente emocionada luego de que el viejo le platicara que Disney y yo volvimos, estaba esperando este día, pero lo eche a perder y posiblemente también eche a perder alguna oportunidad con Disney.

Mierda..

He intentado llamarla, lo he hecho, pero sigue enviándome al buzón, le recordé la cena con un mensaje y en qué lugar estaríamos, pero no hay ni un jodido visto en mis mensajes.

Esta más que claro que lo eche a perder.

Tomo aire y me ajusto la corbata, salgo de la habitación llevando el estúpido traje encima y mantengo la boca cerrada hasta llegar al restaurante, mi madre no hace ninguna pregunta hasta que llegamos al restaurante.

Bastante elegante, por cierto, supongo que el viejo quiere darle su gusto al menos hoy.

—¿A qué hora llega Disney, cielo?.—Me pregunta mi madre.

Aprieto las manos y le doy una mirada , dada por la suya intuyo que sabe que no vendrá.

—Madre..

Mantiene las manos juntas mientras apoya los codos en la mesa, ella me mira con una sonrisa enorme esperando escucharme.

—Tal vez solo esta tardando un poco.

¿Por qué carajos mientes?

Me levanto de la mesa.—Voy a.. voy a llamarla.

Mamá asiente y mi padre duda otra vez, sin embargo, antes de ser invadido con sus preguntas, salgo a la calle por normas deL restaurante, hago la llamada afuera y sigue sin contestarme.

—Contesta, nena.. —Ruego masajeando mi sien.—Disney, nena..

¿Por qué no me contesta?
¿ Y donde esta?

Otra vez la imagen de Alex Redford invade mi cabeza y los celos vuelven a impregnarse en cada parte de mi cuerpo.

Controlo mis impulsos y luego de enviarme al buzón vuelvo a marcar otra vez.

—Disney..

—Aquí estoy.

Me queda claro que no me Ha contestado por medio del teléfono, este sigue sonando y cuando me giro lo compruebo.

Ella realmente esta aquí.

Y no solo eso.
Quedo jodidamente maravillado.

Disney se ve preciosa, tan jodidamente preciosa que mi polla se endurece con solo observarla.
Trae un vestido dorado hasta las rodillas, de esos que las tiras son casi transparentes y la tela de la parte del pecho esta caído en el centro resaltando muy bien sus tetas, el vestido se adhiere muy bien a su cuerpo , es ajustado y perfecto para ella.
Como si hubiera existido solo para que ella lo use, además no tengo una puta idea del maquillaje en las mujeres, pero lo que le puso a su rostro lo hace lucir más hermoso de lo que ya es y su cabello rubio esta suelto como casi siempre, pero esta noche se ve perfecta.

—Te ves bien.—Me dice logrando que salga de mi asombro.

Sus ojos me recorren por segunda vez.

—No recuerdo la ultima vez que te vi con un terno.

No puedo responder lo mismo refiriéndome al vestido, pero, joder, debería estar prohibido.

—Igual tú.—Digo nervioso, pero enseguida tomo confianza.—Estas caliente.

Se ruboriza, joder

Disney aparta la mirada y he estado tan atontado viéndola que olvide en que situación estábamos.

Te quiero..

Trago despacio.—Disney, yo..

—Debemos entrar.

Mi pecho se aprieta.

¿En serio no siente nada por mí?

Me trago el malestar y cuando cruza a mi lado sin esperar escucharme, su espalda descubierta sale ante mi vista y solo por ahora lo ignoro, en lugar de darle importancia , le tomo del brazo deteniéndola, sus ojos azules se abren mucho y me observan, mi corazón late como nunca y puedo jurar que el suyo está igual, o quizás solo son mis nerviosos y mi desesperación porque ella me corresponda.

Baja la mirada a mi agarre y lentamente hago lo mismo deslizando mi tacto por su piel cremosa hasta llegar a sus manos, tomo la suya entre las mías y nuestros dedos se tocan con lentitud, levanto la mirada y con sus ojos sobre los míos entrelazo nuestros dedos.

Un pequeño flashback recorre mi mente, de esos momentos en los que siempre caminábamos tomados de las manos, jamás creí que extrañaría esos pequeños detalles

Disney traga despacio y ese gesto parece relajarla.
Cuando intenta avanzar vuelvo a detenerla.

—Al final de la noche vamos a hablar.—Le digo y la sorpresa inunda en sus ojos.—y tengo muchas cosas que decir.

Se queda callada, pero yo no más.

Hoy mismo voy a decir todo lo que ella ha despertado en mí.