Seis

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La mañana había amanecido  nublada

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La mañana había amanecido  nublada. El sol se ocultaba con cada blanca nube que era enviada en su dirección por el soplido del aire.

Jiwo nos había pedido a Haesun, a mí ir por cierta información que requería para organizar una documentación que necesitaba realizar con urgencia, luego de tener en nuestra posesión dichos documentos mi castaña amiga me arrastró a seguirla. Ella iba nerviosa de aquí para allá sin detenerse. Después de ser compañeras por años sabía identificar actitudes suyas.

—¿Quieres que nos compremos algún peluche de unicornio? —propone para correr hacia el stand donde los ha visto.

Sabía lo muy poco que ella gustaba de esos animales mágicos. Era su pretexto para alargar lo que quería informarme. Sin embargo no digo nada, me dedico a seguirle la corriente. Silba por lo bajo cuando ve la etiqueta del precio, con disgusto por el elevado costo ni siquiera se dedica a buscar otro.

Vamos por la hilera de pequeños círculos multicolores que guían el ancho de la vía peatonal con comercio mayoritariamente callejero.

Un repartidor de una embotelladora en su motocicleta invade la vereda impidiéndonos seguir adelante. Personas cerca  protestan contra el hombre, él sigue sin hacer caso haciendo rugir el moto de su vehículo. La calma vuelve cuando su rastro ya ni se ve. Últimamente la problemática de estos medios de transporte invadiendo espacio peatonal se acrecentada.

—Debo contarte algo —ahí estaba. Sabía que algo no estaba siéndome contado por algún motivo que se escapaba de mi conocimiento—. Por favor tómalo con calma, ella espera que puedas procesarlo. Necesita de nosotras.

Con esa introducción lo que venía no podía ser una noticia satisfactoria. Casi sonaba a las palabras que mis padres utilizaban para hacerme saber algunas veces que las cosas en casa no iban del todo bien como la etapa donde nuestra situación económica pasaba  por una muy mala racha. Aquello fue episodio duro de muchos sacrificios.

—Dime. Creo que tienes malas noticia. Apúrate en decírmelo —murmuro.

Ella asiente. Efectivamente no son buenas noticias las que trae.

—Es sobre Jiwo —informa, pronto la energía opaca que traíamos se vuelve más tediosa—. Regresará  en dos semanas por sus cosas. Regresará de nuevo a su ciudad natal, va quedarse ahí.

Jiwo no volverá. Entendía bien el mensaje.

—¿Por qué se irá? ¿Por qué me lo estas diciendo tú y no ella? —increpo con angustia, tratando de  asimilar la noticia que el tercer miembro en nuestro grupo fuera a marcharse.

—Que regresará a ver a su familia en esta ocasión fue por su padre, esta enfermo. No quiso decirnos lo mal que se encontraba cuando se marchó. Siente que debe estar acompañándolos, quiere estar con ellos. Ya sabes es la única hija que tienen. Estuvo muy triste cuando me lo contó —la voz se le quiebra—. Quería evitar estar llorando contigo al teléfono. Quería que fuera preparándole el terreno, sabe que juntas llorarían, por algo son el dúo llorón —intenta bromear—. Según ella soy la menos susceptible a las noticias fuertes, por eso me dejo esta grande misión. Cuando venga te lo dirá todo personalmente. Compréndela.

One Night《 》Min Yoongi  (COMPLETA ) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora