Treinta y nueve

5K 524 60
                                    


Estoy bajo la sombra de uno de los tantos  árboles que decora los amplios jardines de la universidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy bajo la sombra de uno de los tantos  árboles que decora los amplios jardines de la universidad. Tratando de leer y resaltar lo de mayor relevancia del novedoso material que fue repartido horas antes en una de mis clases, sin embargo, no logro concentrarme, el recuerdo de la expresión triste, angustiada de Hyerim palpita con fuerza en mis pensamientos, su lastimero llanto suena aún en mis oídos. Que la muchacha este sumida en ese profundo e inquietante desconsuelo no era algo que podía dejar de lado, simplemente hacerme la desentendida y seguir de largo como si nada sucediera, tampoco encontraba la manera correcta en la que podía ayudarla. 

Era lunes, inicio semana. Estuve esperando ansiosa el resto de los días libres para encontrarme con Hye después de esas fulminantes horas donde saco de su pecho la aflicción que venía arrastrando hace meses, pero no se apareció por ningún lado, mi oportunidad de comprobar su estado actual se esfumó, no sabía si seguía llorando tanto como que lo estuvo haciendo mientras la abrazaba o asumido serenarse, dudaba mucho que lo segundo hubiera  sucediera, su ausencia lo anunciaba. Intente comunicarme con ella pero no hubo éxito, según supe también se mantenía alejada de Jimin. 

El carraspeo compacto que se realiza cerca a mí me hace saber que no estoy sola, volteo la cabeza en sentido donde capto a provenido ese usual sonido utilizado en propósito de llamar la atención cuando no has sido notado dado que la persona en cuestión esta lejos mostrar interés. Me encuentro sentado a Dongsun a una distancia aceptada que lleva a su mochila gris a ocupar espacio cerca al grueso tronco.

¿Cuándo el muchacho llegó hasta acá?.

—¿Por qué estás sola? ¿Dónde está  Haesun, mi fan número uno? —pregunta sabiendo que lo manifestado es opuesto, usaba cuando podía la mala relación con mi amiga para soltar alguna bufa al respecto. 

El muchacho siguió los pasos de Jiwo. También cambio el estilo de su cabello no lo tiñó pero tiene un corte elaborado, el cambio era notorio, si era sincera y justa iba acorde a su rostro, lo hacía lucir atractivo, nunca tan bien como Yoongi, mi querido novio estaba en un nivel superior.

—En clases, tenía horario corrido, no podía saltarse ninguna —respondo dejando el asunto que me a tomado desprevenida—. Creo que dejará de estar en tu fila de fans, empieza a odiar a su profesor de marketing con mucho más cariño y respeto.

—¡Rayos!, estoy perdiendo el encanto, tengo que esforzarme el doble, no puedo perder a ninguno de mis admiradores —suelta en una falsa desazón. 

Compartimos unas risitas sutiles, tímidas.

De pronto una ráfaga fría del viento sopla en nuestra dirección haciendo que nos quejemos al unísono, al mismo tiempo, haciendo otra cómica circunstancia, de paso se lleva lejos de mis manos la separata que leía sin interés y concentración provocando que una creciente queja de mi parte se eleve por los aires, debo pararme para ir por ella, Dongsun es más rápido y ya está preparado en ir por su salvación, no dejar que siga alejándose, en unas cuantas zancadas logra recogerlas, cuando retorna le doy las gracias, después de revisar el daño causado en el papel, que no es mucho, salvo que algunas esquinas se han tornado rugosas  guardo el material de estudio es mi amplia cartera luego de colocarlo en una carpeta roja que suelo traer entre mis pertenencias cuando tengo clases, sé que no voy a leerlas hasta llegar a casa, en el peor de los casos hasta la noche anterior a la siguiente lección. 

One Night《 》Min Yoongi  (COMPLETA ) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora