Diez

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La cafetería había abierto hace unos meses atrás, estaba obtenido la acogida esperada

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La cafetería había abierto hace unos meses atrás, estaba obtenido la acogida esperada. Me topé con el lugar hace tres días mientras estaba deambulando con los pensamientos enredados, vi el cartel donde se precisaba las características del nuevo trabajador a contratar que requerían, pensé por muchos minutos antes de decir entrar y preguntar si podía ocupar el puesto, para mi fortuna la dueña no fue demasiado quisquillosa, luego de una demostración de lo que podía hacer acepto encantada que podía trabajar con ellos , yo estuve aún mas encantado cuando dijo cuanto me pagaría, esperaba un monto menor. Deseaba que las personas, clientes frecuentes fueran tranquilos y serenos, donde el rollo social no recayera en mí, aquello era unos de los puntos por los que me negaba a tocar en público, muchas veces se acercaban a felicitarte y cosas así. No lo soportaba. Me bastaba como muestra de gratitud que se mantuvieran callados prestando mucha atención mientras realizaba la presentación. Mi plan hasta acoplarme al ambiente era fugar, salir pitando sin mirar a nadie cuando terminará mi turno.

Hoy era el inicio de esta nueva aventura, no podía negar que mis intenciones de dejarlos plantados estaban creciendo como la espuma. La verdad era que no quería ir solo. Tenía pánico escénico, o algo parecido, el nerviosismo comenzaba a ser dueño de mis emociones. Estaba jodido. ¿Qué pasaba si fallaba y todas las notas se me borraban de la memoria sin dejarme continuar?. No quería fracasar el primer día, me vería como un completo estúpido. Sin embargo no estaba todo perdido, tenía un plan, llevarme a alguien conmigo, de esa manera lograría controlar como me sentía, tomaría confianza con un rostro conocido mirándome desde el público, pensé en Seoyeon porque no se me hacia pesado preguntárselo, las posibilidades que aceptara eran altísimos, pero luego tendría que soportar su parlanchina personalidad incesante, así que deseché la idea rápidamente. Tenía a la persona ideal justo en frente, si la suerte me perseguía ni siquiera tenía que preguntar si quería venir, lo haría por su cuenta.

Iseul era la pieza indicada.

Estaba estudiando cual sería mi perfecto movimiento, ella desconociendo mis intenciones intentaba que Holly le hiciera caso, el pequeño perro únicamente se acercaba a ella cuando le mostraba algo de comida deliciosa para su paladar. En estos instantes gracias a que había logrado atraparlo se encontraba acariciándolo.

—Conseguí un trabajo —digo con voz normal intentando captar su atención, y es suficiente para tenerla pendiente a mis palabras porque deja libre al dulce Holly quien aprovecha en desaparecer corriendo hacia el segundo piso, Iseul ve la partida del can con desesperanza— Creo que me irá bien.agrego

—¿Qué trabajo?  —pregunta curiosa, dejando atrás el desamparado del animalito— ¿Uno agradable?

—Tocaré el piano en un café, será sólo un rato —continuo diciendo siguiendo al pie de la letra mi propósito.

—Es genial, muchos vendrán a verte. Estoy segura que vas a fascinarle —dice sin ningún esmero en ocultar la emoción que la noticia produce en ella—. Quería volver a verte tocar, no te imaginas cuanto, Yoongi. ¡Tengo que ir a verte!.

One Night《 》Min Yoongi  (COMPLETA ) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora