Dieciocho

8.2K 839 113
                                    


Muchas hojas coloridas están dispersas en escritorio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Muchas hojas coloridas están dispersas en escritorio. Los lapiceros de colores no se quedan atrás.

—Iseul, deja de estar pensando tonterías y concéntrate en escribir —escucho decir a mi querido hermano liberándome de la profundidad de mis pensamientos, los cuales no tenían nada que ver con intentaba hacer en el presente.

—No estoy pensando tonterías —respondo defendiéndome. 

—Estás pensando tonterías —repite— Te conozco, sé que no  estás concentrando ni poniendo un poco de tu parte con lo del poema —acusa, en el transcurso de cada segundo luce más desesperado, a punto de sufrir un ataque cerebral— ¡Estoy pidiendo tu ayuda!

—¿Puedes volver a declamar las razones por la que se supone debo ayudarte? — pregunto. Las razones que se había repetido varias veces no eran suficientes. Debía volver a oírlas. 

—La principal e importante es porque somos hermanos, nos une la sangre — deja como argumento principal.

—Corta el rollo de la hermandad que aburre —digo, era un motivo barato. Muy barato, conocido, mega usado, estaba esperando algo innovador de su parte— No me convence. Tienes que pensar en algo mejor.

—Iseul, hermana, después de todo lo que hice por ti, ¿Dices que nuestro vínculo familiar no es primordial? —reprocha con falsa indignación— ¿Quién te llevaba a jugar al parque para que no fueras sola? —lo miro pidiéndole que mejor guarde silencio. Esto no funcionaría esta vez, quizá antes hubiera servido, en estos días ya no.

Junhee estudia las posibilidades que aún puede manejar para no dejarlo a su suerte mientras me devuelve la mirada sin una pizca de gracia, no desea declinar a tener mi aporte a su fin, de estar obligándome  a ayudarlo. Sé que la opción inicial es indagar en su cerebro información con poder de usarla en mi contra, así poder manejarme sin que pueda protestar.

No encuentra nada.

Últimamente estaba esquivando tropiezos, dejando de romper cosas, dejando las travesuras, bueno al menos él desconocía sobre estos actos, podía respirar tranquila y sin ningún temor por esa parte. Si quería ayuda debe pensar en algo mucho mejor que eso. Parece rendirse, sonrió triunfante cuando veo que no logra decir nada. Ninguna de las fórmulas que se a planteado le da frutos.

—¿Está bien que vas a querer a cambio? —suelta resignado, a sido incapaz de atraparme. Ahora podíamos entendernos, de esta forma  podía querer ayudar hacer ese dichoso poema dedicado a  Seoyeon— Sólo pide algo realista, algo que pueda darte.

Yo, Iseul, soy la que estudia en estos momentos mis posibilidades después de la cantidad de  malos ratos y desplantes que he recibido de parte de este muchacho. La represalia a llegado.

One Night《 》Min Yoongi  (COMPLETA ) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora