Había llegado el día donde Jiwo se iría, abandonaría Seúl para ir con sus padres. Estuvimos ayudándola a empacar el sobrante de sus pertenencias durante los tres días anteriores a este, algunas ya habían sido enviadas luego de empaquetarlas en tres cajas medianas de cartón. Esta vez no volvería al menos que surgiera algún importante motivo donde su presencia en la ciudad fuera necesaria, aquello provocaba un pinchazo en mi pecho.
Esperábamos el autobús que se llevaría lejos a mi amiga formando una fila horizontal cerca a la puerta de embarque asignada en el tickets. El sello marcado en la esquina superior ponía el número dieciséis. Puerta número dieciséis, ese número ya no me parecía nada agradable ni la empresa de transporte del autobús.
Una persona que no soportaba se marchará faltaba en esta delegación de despedida. Su tía materna, quien a cuidado de su bienestar ofreciéndole un hogar y cariño desde que puso el pie en la capital del país. La mujer soltera, sin hijos casi la adoptó como una hija propia. El no soportar verla irse impidió viniera. Fueron incontables los besos que le dio disculpándose por no venir a despedirla, incluso compro un regalo. Jiwo comprendía.
La enfermedad de su padre era complicada. El derrame cerebral que lo atacó prácticamente provocó dejarlo sin el funcionamiento parcial del lado derecho de sus extremidades, prácticamente ese lado, brazo y pierna estaban inservibles. Esa dolencia a llevado al hombre a un profundo decaimiento anímico, por otro lado la madre estaba destrozada por el padecimiento que el esposo sufría, aún seguía asimilando el hecho que ese lamentable estado aquejaba al señor después de una vida donde este se mostró como una persona sana, a quien la enfermedad le era esquiva, ni siquiera faltó al trabajo por un resfriado estuviera postrado en cama era un duro golpe. Todo a sucedió tan rápido que conseguir procesarlo aún parecía imposible.
Jiwo se encontraba doblemente angustiada por ambos progenitores. Ella sufría muchísimo pero como el soporte que necesitaban sus padres a tomado ese papel donde no podía darse el lujo de mostrarse rota ante ellos. Estaba decidida a cumplir ese rol sin fallas. Sería esa base que no los dejaría caer. Mantener la familia unida era su propósito con ayuda de esa lucecita que los alumbraba dándoles optimismo. Los doctores recomendaron terapia física, con la correcta, tal vez el mayor podría volver a recuperar un buen porcentaje del funcionamiento de su cuerpo. Mi amiga estaba estaba aferrándome con uñas y dientes a esa pequeña esperanza que los médicos le han mostrado.
Ya estaba matrícula en la que sería su nuevo centro se estudios, podría seguir sin problemas su carrera y no perdería todo lo que logró avanzar en la universidad de Seúl. Fuera de los estudios quería pasar mucho tiempo cuidando a su padre, ayudando en lo necesario para mantener a flote la casa. El dinero para las medicinas, el tratamiento no estaba siendo problema, muchos amigos y familiares los estaban apoyando con ello, el seguro también se hacia cargo de un gran porcentaje, estaban tranquilos respecto a ese ese tema.
El aviso por lo altavoces llamando a los pasajeros abordar el bus con destino a Busan resuena por todo el terminal con la aterciopelada voz del encargado.
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One Night《 》Min Yoongi (COMPLETA ) ✔
Fiksi PenggemarSe conocieron una noche aunque no de forma amable. Una mala anécdota. El negocio de su madre será el elemento que los hará volver encontrarse. Contemplando el cielo de la noche sabrán que el amor existe.