Se conocieron una noche aunque no de forma amable. Una mala anécdota.
El negocio de su madre será el elemento que los hará volver encontrarse.
Contemplando el cielo de la noche sabrán que el amor existe.
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La incomodidad podía respirarse en el aire. Era unos de los momentos más incómodos que he pasado, si es que no era el peor. El pesado ambiente aplastaba mis hombros. Quería correr lejos. Desaparecer no estaría mal.
Dongsun hace media hora llegó a mi casa con el pretexto de tener asuntos importantes que atender con mi hermano, Junhee no se encontraba había salido junto a Seoyeon sin rumbo conocido. Mi trabajo era ser su anfitriona hasta que el aludido llegara porque el invitado se propuso esperar su llegada.
El muchacho conocía mis sentimientos, que tuviera conocimientos de ellos podía sobrellevarlo porque era verdad aunque causara fricción, pensaba que no podía ponerse más difícil, por supuesto lo hizo. Empeoró cuando Yoongi cruzó la puerta de la sala. Diferente a lo que hubiera deseado, decidió quedarse y no ir a su habitación. Estado actual: Dongsun, el hombre que decía estar enamorado resguardaba mi flanco izquierdo y el rubio, el hombre que me gustaba mi lado derecho.
—¿Por qué él está aquí? —pregunta Yoongi para nada intenta ser reservado.
—Puedes irte si no quiere verme —responde Dongsun indiferente—. Sería que genial que lo hicieras.
La antipatía entre ellos es tangible. El fastidio por la presencia contraria podría notarse a kilómetros. Ninguno quería la presencia del otro. Estaba atrapada en medio de todo aquello.
—¿Quieren ver algo la televisión? —propongo interrumpiendo ese cruce hosco, a mi padre le funcionaba lo de la televisión al calmar un brote de enfado, esperaba que le funcionara a ellos—. Una película no estaría mal mientras esperamos, ¿Qué dicen?.
—Pasan pura basura a esta hora —dice el rubio.
—Paso, no veo televisión —se niega el segundo.
Deberían ayudarme un poco, no lo estaban haciendo. Iba a tener que ocuparme sola de esto.
—No hay problema —digo, propuesta fallida.
Cada quien desvía la miraba a un lado distinto de la habitación que le pareciera mejor, estaba siendo desagradable.
Toques simples me hacen dejar la rigidez que mantenía, pequeñas caricias recorren mis dedos de la mano que mantengo en el espacio vacío entre Yoongi y yo, está dispuesto a tomar mi mano entre la suya sin importar la situación en la que nos encontrábamos. Evito que suceda. Quisiera por supuesto, ahora sería inapropiado. En distintas circunstancias lo hubiera dejado.
Esperaba que entendiera que no era por su causa evitar aceptar su muestra de afecto.
—Fracaso al intentar mantenerla cerca —Dongsun es quien no deja pasar esta simple hecho, a sido entrometido al emitir un comentario. No deja de perder oportunidad de hacer enervar al pelirrubio, el toque de burla añadía la sazón—. No debe agradarle mucho tenerte cerca.
