Aproximadamente en la época colonial, una mujer de la alta aristocracia de la Ciudad de Villavicencio, solía vivir del qué dirán, y en una de esas situaciones le comentaron que su esposo la estaba traicionando con su mamá.
Ella, en medio de los celos y la ira, descuartizó a su hijo, decapitó a su marido, y le clavó varias puñaladas a su madre, dejándola en la agonía.
Posteriormente, prendió fuego a la casa, y su madre con el último aliento le dijo: Tu nombre será Sallana, y vagarás por los llanos asustando borrachos, y chismosas.
Evidentemente no sólo mi abuela, sino mi prima, me cuentan que es una hermosa mujer, que usa un largo abrigo negro, y para asustar a los ebrios, en medio de una risa macabra, se quita el abrigo, mostrando su cuerpo, que sólo es simplemente una calavera.