Una pareja noruega estaba dispuesta a viajar por vacaciones y esperaba la llegada de la niñera para que cuide de su único hijo. El tiempo pasaba, el equipaje estaba listo y la niñera que estaba retrasada.
La madre del menor recibe la llamada de la niñera. Ella le explica que tuvo una avería y que se iba a demorar. La pareja se ofrece a recogerla, pero la niñera dice que está muy cerca, que llegará en solo 15 minutos. La madre, entonces, deja al niño en su sillita para disponerse a salir junto a su esposo al aeropuerto.
Durante el viaje, los padres nunca se enteraron que la niñera había muerto atropellada a solo cuadras de la casa. Cuando la pareja regresó, encontró a su hijo muerto de inanición todavía atado a la silla en la que le habían dejado.