Más de treinta años siendo perseguido por fantasmas

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Aproximadamente a los 13 años, una mañana muy temprano que me iba a la escuela secundaria, abrí  la puerta y escuché  la voz de una mujer despidiéndose. Era muy extraño ya que eran las 6 de la mañana. Salí a la calle y miré a ambos lados… no ví a nadie en ninguna de las dos aceras. Llegué a la esquina e hice lo mismo con idéntico resultado. Ignoré el asunto y me dirigí a la escuela.

Volví aproximadamente a las 19, encontré a mi hermana mayor sola, le pregunté por mis padres y me dijo que estaban en un velorio. Ese mismo día al mediodía, a la novia de un primo mío le habían diagnosticado cáncer. Al enterarse tomó veneno para hormigas muriendo instantáneamente. Cuando regresó mi madre, le comenté sobre el saludo de la mañana y según me dijo ella, era esta chica que se estaba despidiendo, ya que pese a mi corta edad, había una buena relación entre ambos. Ella siempre me defendía de los salvajes de mis primos que me llevaban más de 6 años.

Bueno hasta ahí la primera de mis experiencias con espíritus.

Alrededor de los 13 o 14 años, comencé a escuchar desde el fondo de mi casa, que era un patio descubierto con jardines y árboles, a alguien que me llamaba por mi nombre. Esto normalmente ocurría en horarios nocturnos y en algunas ocasiones esa voz también era escuchada por mis familiares que varias veces se habían reído de mis dichos.

En algunas ocasiones, en momentos en los cuales me estaba durmiendo, en el periodo llamado guardavela, es decir apenas 4 o 5 minutos luego de apagar la luz, se sentaba alguien en el borde de la cama y yo antes de prender la luz para espantarla ya sabía que no vería nada y que era una presencia femenina.

A los 15 años entré en la Infantería de Marina de mi país, yendo a la guerra a los 17 años. A partir de ahí la cosa se incremento.

En las raras ocasiones que volvía a la casa de mis padres, los hechos antes descriptos se repetían diariamente. Yo directamente en los casos de las voces no contestaba y en el caso de la presencia en mi cama, directamente prendía la luz y no me molestaba más por un par de noches. Sentía un poco de miedo pero ya era algo normal.

A los 22 años fui destinado a un batallón cercano a mi casa. Por esa razón volví a vivir con mis padres hasta aproximadamente los 29 años. En esos años siguió todo igual. Pero en el último año antes de casarme e irme a vivir con mi esposa, la situación se puso tensa a más no poder.

Mi futura esposa fue despertada en varias ocasiones por este espíritu, llegando a pellizcarla en las piernas en más de una ocasión. Por suerte ella ya sabía de lo que me ocurría y si bien la asustaba, lo tomaba como algo normal.

Lo más grave de todo esto fue una noche en que dicho espíritu aparentemente intentó tener relaciones sexuales conmigo. Yo dormía boca arriba y sentí como alguien de aproximadamente 50 o 60 kilos se subía a la cama, quede esperando y sentí que puso un pie a cada lado de mi cadera, como si fuera una mujer que iba a montarme, cuando sentí que se agacha y me comenzaba a acariciar el pecho y bajando hacia el bajo vientre, la insulte y prendí rápido la luz, y alcance a ver una sombra negra que se desvanecía hacia la puerta. La sombra era oscura y fugitiva, de una mujer sin dudas.

Al otro día, mal dormido me dirigí a buscar una parasicóloga diplomada porque si bien en muchas oportunidades me había acariciado la frente y el pecho, esta vez me pareció algo diferente y realmente tuve miedo. No sé qué hizo esta mujer pero por unos meses no me molesto más.

Finalmente me case y me fui con mi mujer a vivir a una ciudad distante más de 400 Km. de la casa de mis padres. No volví por más de 3 años a estar muchos días en casa debido a demasiado trabajo, pero mis familiares me visitaban asiduamente algunos fines de semana o yo hacía viajes de uno o dos días nada más. Para cuando volví a pasar unos días, mi primera hija ya tenía cerca de 3 años y teníamos una bebe de meses.

Leyendas urbanas 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora