TÚ & YO

Capítulo 8

Narra Eddy

No lo puedo creer. Mi hermano de 19 años está en la puerta viéndonos a mi y a Mateo. Me congelo al ver su cara de asombro.

Pero yo estaba seguro que nadie estaba en mi casa. Sólo yo. Y Mateo.
Y ahora mi hermano también.

Pasan unos segundos silenciosos que se me hacen eternos y mi hermano rompe el silencio.

- Disculpen por no tocar e interrumpir, luego te veo Eddy.- Me dice para luego salir de la habitación.

Veo a Mateo y está igual que yo.

- Creo que tengo que irme.- Me dice Mateo levantándose de la cama.

- Yo te llevo.

- No. Tú debes hablar con tu hermano.

- Yo te traje, yo te regreso.

- ¿Seguro?

- Seguro.- Le contesto mientras lo veo a los ojos.

Salimos de mi cuarto y bajamos, mi hermano está viendo la TV y sólo salimos de la casa.
Tomo la motocicleta y la enciendo. Mateo se sube y nos vamos.

****

Llegamos a su casa y se baja de la motocicleta.

- No quería que eso pasara.- Me dice con la mirada baja.

- No te preocupes.- Le digo mientras levanto su cara.- Te veo después, necesito hablar con mi hermano.

- Sí, te quiero mucho.

Esas palabras me confunden mucho. Yo le he dicho que lo amo y él me responde con un te quiero.
Creo que él no siente lo mismo que yo, pero este no es el momento para hablar de eso.

Le doy un beso, me subo en la moto y me voy.

****

Llego a mi casa, estaciono la moto y me preparo para entrar en mi casa. Es raro, tengo que prepararme para entrar en mi propia casa.

Entro y mi hermano sigue viendo la TV.

- Hola, ya regresé.- Le digo un poco tímido.

- Bien.

- No me vas a decir nada.

- No.

Vaya, es muy seco. Necesito saber lo que piensa sobre lo que pasó hace un rato. Tal vez necesita analizarlo. Creo que lo dejaré.
Me doy la vuelta y comienzo a irme.

- Espera.- Me dice y me detengo.- Perdón.

- ¿Perdón por qué?

- Por ser tan seco contigo.

- No te preocup...- Me interrupe.

- No tengo derecho a hacerte esto. Es tu vida y respeto lo que hagas. Si te sientes bien con él yo igual. Eres mi hermano y te apoyaré en lo que hagas.
Un día lo invitas a la casa y salimos los tres para conocerlo mejor...

- Gracias.

- No tienes por qué agradecer.

- Sólo te pido que no le digas nada a mis papás.

- Entiendo.

Subo a mi cuarto y le llamo a Mateo.

Llamada:

- ¿Bueno?

- Hola, soy Eddy.

- ¿Qué pasó?

- Es mi hermano.

- ¿Estás bien?

- Sí. Me dijo que me apoyaba en lo que yo decidiera.