Capítulo 41

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- Mamá, ven quiero hablar contigo.

- Claro, dime.- Habíamos ido a una comida familiar y había llegado el momento de al fin sacar el gran peso que estaba dentro de mí.

- Es que hoy te iba a dar una carta, pero ya no te la dí y bueno quería decirte algo.

- Pues dime.

- Bueno, lo que pasa es que...

- ¿Qué?

- Bueno, es que no sé cómo decírtelo.

- ¿Embarazaste una muchacha?

- No. Contesté exaltado.

- ¿Tienes sida?

- No. Respondí aún más exaltado.

- ¿Entonces?

- Es que no sé cómo decírtelo... Bueno... Ah, es que no sé...

- Ya dime.

- ¿Ves que hay personas a las que les gusta alguien de su mismo sexo?

- ¿Te gusta un muchacho?

- Algo así, lo que pasa es que.- Era una plática no tan corta, pero para mí era una de las más largas y difíciles en mi vida, exponer frente a personas no se comparaba con lo que estaba sintiendo en ese momento.- A mí me gustan los hombres y las mujeres.

- ¿Cómo? Sólo te pueden gustar los hombres o las mujeres.

- No, te pueden gustar los dos.

- ¿Y cuál te gusta más?

- Bueno, es que no sé, supongo que igual.- Sabía que mentía, me gustaban más lo hombres que las mujeres, era un 80% contra 20%.

- ¿Y quién te gusta?

- No, nadie, eso no quiere decir que me guste alguien, simplemente que me gustan los hombres y las mujeres, y sólo que quiero saber qué opinas.- Cada vez estaba más nervioso.

- Hijo, todos tenemos defectos y...

- Pero es que eso no es un defecto, es algo con lo que se nace o se desarrolla.

- Pero bueno, a mí qué me preguntas si al que le van a decir es a ti.

- Pero a mí, perdón por la palabra, pero a mí me vale tres hectáreas de verga lo que digan los demás, a mí lo que me importa es lo que digas tú, mi propia madre.

- Bueno, no ganas nada con ello, no es como que te vaya a pegar para quitártelo, ¿o sí?

- Bueno no.

- Mejor hablamos mañana que ya es tarde.

- Pero quiero hablar de una vez.

- Dejame a mañana, necesito analizarlo, y mañana hablamos.

- Está bien, ¿pero estás bien?

- Sí.

Eso había sido mucho más difícil de lo que creí, muchos dirán que es algo sencillo y no tan significante, pero para mí fue una de las cosas más difíciles que he hecho, fue un gran paso en mi vida, uno de los más difíciles.

Ahora sentía un sentimiento de incertidumbre muy malo, sentía algo en mi corazón que no puedo explicar.

Es algo que lo había sentido en mucho tiempo en mi vida.

Todo esto me mataba. Juré que no volvería a fumar, pero esto me mataba, saqué uno, lo coloqué en mi boca y lo encendí.

***

TÚ & YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora