Capítulo 13

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Permanecíamos aún acostados. Hacía más de media hora que ninguno decía una palabra. Termina la película, subo la mirada para ver a Giovanni y está dormido.

Me voy quitando poco a poco para no despertarlo. Quito su mano de mí y me muevo despacio, me siento en la orilla de la cama y me lo quedo viendo.

Es tan hermoso. Aunque tenga los ojos cerrados se ve increíble, un poco de su cabello hacia un lado, sus labios rosados entre abiertos, su respiración, todo de él me provoca ternura, es muy lindo...

- ¿Después me va tocar a mí verte, verdad, novio?.- Me dice en la misma posición y con los ojos aún cerrados.

Completamente me ruborizo y él ábre los ojos.

- ¿Me toca verte?.- Me dice con una sonrisa.

- ¿C-c-uándo te despertaste?.- Le pregunto aún nervioso.

- Cuando te quitaste, sólo quise ver qué hacías.

- Bueno... es que... eres tan lindo dormido.- Le digo viendo sus ojos y labios.

- Y tú eres lindo a todas horas y en cualquier forma.- Me dice mientras me hace señal de ir hacia él.

Me acerco y toma mi mentón, acerca sus hermosos labios rosas y los junta con los míos. Me besa sin ninguna prisa, saboreando cada beso, nuestros labios jugando entre sí.

Me subo en sus piernas y le tomo por detrás de su cuello con mis manos, él me toma de la cintura con las suyas. Dejo de besarlo y bajo a su cuello, me acerco y puedo percibir su dulce aroma, comienzo a besarlo en el cuello y saborear su dulce piel.

- E-e-espera... - Me dice sonrojado y nervioso.

- ¿Qué ocurre?.- Le digo cuando me separo de su cuello.

- ¿Eres virgen?.- Me pregunta desviando su mirada a causa de estar avergonzado.

- No... Perdí mi virginidad a los 13 años... ¿Tú eres virgen?.- Le pregunto como si no supiera que obviamente nos es virgen, digo, es dos años más grande que yo, es obvio no es virgen ni de broma.

- S-s-sí... - Me dice muy nervioso.

Vaya, no creí eso, creí que no era virgen, yo he tenido más de 4 veces relaciones sexuales y él ni una sola. Me sorprendió.

- Lo sé, es estúpido.- Me dice un poco molesto.- Soy patético al no haber tenido sexo aún.

- No... No es patético, es muy lindo.

- Es sólo que... he estado esperando a la persona correcta para hacerlo por primera vez, quiero que sea especial.

A decir verdad, lo admiraba, yo tuve mi primera vez a los 13 años y no fue lo que esperaba, sí, me gustó... Pero no fue especial, ni siquiera lo contaría como mi primera vez. ¿Sí entienden?

- Entiendo.- Le dije déjando un beso en su mejilla. Me levanté de él y baje de la cama.- Necesito ir a casa.

- ¿Por qué te detuviste?.- Me pregunta aún nervioso.

- Tú quieres algo especial, yo no te merezco, tú mereces algo mejor, no haré nada que tú no quieras ni que sientas que no es tan especial para ti.

- Es que yo...

- No tienes que justificarte, te entiendo.- Le digo interrumpiendo.

- Gracias.- Me responde.

- Tengo que ir a casa.- Le digo con una sonrisa.

- Te acompaño, prometí que iría contigo.

- No, no es nece...

- Nada de nada.- Me dice interrumpiendo.- Yo voy a dejar a mi novio hasta su casa o mi suegra me matará.

- Bien.- Le dige sonriendo.

Bajamos de la habitación y salimos de la casa, tomamos el camino para el transporte y lo tomamos. Comenzamos a hablar de trivialidades y otras cosas que nos hacían reír como dos locos. No conocía muy bien esa faceta de Giovanni, era muy gracioso. Eso me encantaba, además de verlo reír, se veía tan genial, con ese brillo en sus ojos.

Algunas personas nos veían y de vez en cuando se reían al escuchar lo que decíamos o por la risa de Giovanni.

El camino no se me hizo largo gracias a Giovanni. Nos bajamos y caminamos un poco a mi casa que realmente era pequeña.

- Bueno, dejo al hermoso príncipe en su castillo.- Me dice besando mi mano.

- Pero si mi casa no llega ni a cueva.- Le digo casi riendo.

- Si tú lo ves así.- Me dice viendo mis ojos.- Cada persona ve las cosas como quiere. Hay casas enormes que servirían para cinco familias y que quien vive en ella siente que muy grande para esa persona si no tiene con quien compartir. Hay casas de tan sólo una habitación, un solo cuarto que sirve de dormitorio, cocina, sala y que las personas ven como una mansión, porque tiene lo suficiente; cubrir del frío, tener un techo para dormir, comer, pero más importante, acercar a la familia, porque qué es una casa sin una familia, sin eso que le da sentido y vida a esa casa, ese hogar. Yo en este momento veo tu casa y veo eso, una gran mansión donde existe vida.

Mis ojos se cristalizaban, sentí que lloraría, Giovanni era muy sabio, era noble, humilde, alegre. Era una de las mejores personas que había conocido.

- No tengo palabras para describirte, eres único, especial, eres... todo.- Le dije sinceramente a punto de llorar mientras le veía a los ojos, tal vez me estaba enamorando de ese chico.

Él sólo me respondió con una sonrisa.

- Bueno debo de irme, te veo después ¿Vale?.- Le pregunto mientras él quita una lágrima que se escapó de mi ojo.

- Sí... va a ser un largo fin de semana sin ti.

- ¡Sí, qué mal!.- Le digo pensando.

- Bueno, te escribo ¿va?

- Claro, novio.- Le respondo.

- Bueno, me voy, te cuidas mi amor, te quiero mucho.

- Yo te quiero mucho más, también te cuidas.

Me da un beso y se va.

Lo veo alejarse y una lágrima logra salir, la limpio con mi dedo y me preparo para entrar a mi casa.

¡Hey! ¡Hola! ¿Cómo están?

Les dejó un nuevo capítulo, espero que les encante, al menos a mí me encanta esta historia.
No olvíden dejar sus opiniones y correcciones, déjenme su estrella (💫).

Hasta Luego...!!

TÚ & YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora