Capítulo 9: La Misión

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Días después, Naruto se despertó, explicando lo que le había pasado y que ni siquiera Kurama podía curarlo igual de rápido que aquel cacharro que le quitaba chakra. Sakura se había disculpado durante muchos días y Naruto le había dicho ya que no pasaba nada. Se habían dado cuenta a tiempo y eso era lo que importaba. Sasuke se había alegrado de que Naruto estuviera bien, aunque no lo demostró, y se quedó en el departamento descansando ya que Fugaku le había informado a Itachi que lo dejara descansar porque habían tenido una misión difícil.

Las primeras semanas las dedicaron a recuperarse y volver al entrenamiento. Naruto había vuelto con el Equipo Minato, ahora acompañado de Sasuke. Ambos habían decidido entrenar con ellos para volver a entrenar con un solo brazo y acostumbrarse a ello lo antes posible si querían volver a hacer misiones. Sakura  se encargaba de la investigación y entrenaba con Tsunade tanto el ninjutsu médico como la fuerza.

Ya habían pasado cuatro meses desde que el Equipo 7 realizó aquella misión. Minato había entrenado a su equipo con mano dura y Kakashi había entrenado tanto y hecho tantas misiones de alto rango que el Hokage lo había subido a rango Jounin. Tal fue el orgullo del Hatake que retó a un duelo a Sasuke, y este aceptó encantado. Más que nada para demostrarle que tenía el ego muy subido. Naruto pensó lo mismo, pero no sólo de Kakashi, sino de Sasuke también que, en vez de comportarse como un adulto y no ceder ante el enfrentamiento, su orgullo lo hizo aceptar. Mientras los dos luchaban vigilados por Minato y Rin, Naruto hablaba con Obito sobre la manera de declararle su amor a Rin. Naruto le había contado que cuando era pequeño no paraba de buscar ocasiones con Sakura porque le gustaba, pero como a ella le gustaba Sasuke, pasaba de él. Obito supo que él estaba en la misma situación que Naruto, pero el rubio le había asegurado que él tenía una oportunidad, ya que nunca le había hablado de sus sentimientos a ella y no sabía de verdad si ella estaba enamorada de Kakashi. Que, a diferencia de él, Rin había sido su amiga desde que eran muy pequeños.

Entonces, Rin hizo una especie de reunión entre los compañeros de la Academia para darle cada uno un regalo para celebrar que Kakashi ya era Jounin. Sin embargo, Obito no sabía esto, sólo había quedado con Rin, así que estaba esperando en el parque a la espera de que ella llegara mientras Naruto lo vigilaba desde unos arbustos. Pero la declaración se había ido al garete cuando los chicos llegaron para la reunión, así que Naruto había intentado consolar al Uchiha diciéndole que había más momentos. Casualmente, Sakura pasaba por allí cuando escuchó a los chicos hablar de cómo Obito podría declararle su amor a Rin y la pelirrosa decidió ayudar un poco. Encontró el ramo de flores que el Uchiha le había comprado a su compañera y la dejó en la puerta de su casa con una nota. "Hoy no he tenido la oportunidad, pero espero que todo vaya bien la próxima vez. O.U."

La pequeña Rin recibió el ramo con sorpresa y, sabiendo que eran las iniciales de su mejor amigo, no supo a qué se refería. Sin embargo, una leve sospecha pasó por su mente y no pudo evitar sonrojarse por ello. Sakura lo vio todo escondida en unos arbustos, alegre de que lo recibiera bien. Cuando fue a volver a casa, Naruto y Sasuke la miraban con una ceja alzada, detrás de ella, por lo que la asustaron.

—¿Qué hacías?—le preguntó Sasuke sin saber qué pensar.

—Bueno, le estaba dando un empujoncito para que piense de otra manera en cuanto a Obito. El pobre es un poco tímido y creo que tienen oportunidad.

—Ahora lo entiendo... Por un momento pensé que eras una acosadora,'ttebayo.

—¡N-Naruto!—dijo Sakura entre sorprendida y mosqueada—. ¿Pero qué estás diciendo? Encima de que os estoy ayudando...

Entre discusiones sin sentido por parte de la Haruno y el Uzumaki, los tres volvieron al apartamento, dispuestos a acabar aquel día con un buen descanso.

Pero todo no era del color de rosa. Al día siguiente, el Equipo Minato había salido de misión a las fronteras con Iwagakure para destruir el Puente Kannabi. Kushina, Naruto y Sakura habían ido a despedirlos. Además, el Uzumaki había aprovechado para decirle a Obito que buscara una oportunidad para contarle a la Nohara de sus sentimientos. El Uchiha respiró hondo, pensando en qué momento decírselo y él asintió con una sonrisa. Kushina sonrió al ver que los dos chicos llegaban de nuevo y los miró a todos.

—¡Tened cuidado y hacedlo lo mejor que podáis, chicos!

Kakashi y Rin asintieron, pero Obito puso una mueca y miró a Kushina con el ceño fruncido, a lo que Kushina se acercó molesta y lo señaló con el dedo, observándolo con reproche.

—Eres un necio, torpe e impulsivo, y también un cabeza hueca. ¡así que ten muchísimo cuidado ahí fuera! Si vuelves herido, ¡mi puño no será lo único que estará esperándote! ¿Te ha quedado claro?

Obito se sorprendió por sus palabras, pero luego rió y le gritó.

—¿Quien te crees que soy? Soy el hombre que se convertirá en Hokage. ¡Lord Obito Uchiha! ¡No hay de qué preocuparse! Haré que la misión sea un éxito y... ¡volveré con todos sin un solo arañazo! ¡Lo prometo!

—Mh, ¡Será mejor que cumplas esa promesa, dattebane!—habló Kushina con una sonrisa mostrando su puño y tanto Obito como ella rieron.

Naruto sonrió por la escena y miró a Obito mientras los dos alzaban su pulgar para que todo fuera bien. Finalmente, cuando se marcharon, el rubio se dio cuenta de que Kushina estaba demasiado preocupada por ellos, más que nada porque se había enterado de que era una misión difícil y no quería que ninguno llegara herido como pasó con Naruto o incluso muerto. Sakura y Naruto acompañaron a Kushina hasta su casa y ella los invitó a comer para el día siguiente con Sasuke.

 Sakura y Naruto acompañaron a Kushina hasta su casa y ella los invitó a comer para el día siguiente con Sasuke

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Este último volvía con Itachi del campo de entrenamiento para dejarlo con Mikoto y Fugaku. El pequeño estaba bastante cansado pero no lo demostraba, incluso había sido Sasuke el que le había dicho que lo dejaran para mañana. Itachi asintió y miró a Sasuke con curiosidad.

—Takeshi-san—lo llamó, haciéndolo parar. Sasuke lo miró esperando la pregunta y el pequeño habló por fin—. ¿La guerra es difícil?

La pregunta tomó desprevenido al mayor, que se colocó en cuclillas para estar un poco a su altura. No entendía a qué venía la pregunta, pero al ver la seriedad del pequeño, suspiró e intentó ofrecerle una respuesta adecuada.

—Mucho... La gente a la que quieres está en constante peligro y puede morir en las batallas, y bueno... no es agradable, Itachi.

—¿Como tu familia?—preguntó Itachi triste.

—Sí... más o menos. Pero ¿por qué me haces esa pregunta? ¿Ha pasado algo?

—Yo... veo todos los días salir a ninjas en misiones. Y cuando tú te fuiste con Makoto-san y Satsuki-san de misión, me dijeron que os habían atacado. Tuve miedo... porque... porque eres una persona querida y... y no quiero que mueras, Takeshi-san...

Sasuke se sorprendió por esto y se dio cuenta de que Itachi tenía los ojos aguados. El pequeño secó sus ojos con el dorso de su mano con rapidez, pero eso no evitó que el mayor lo abrazara con fuerza para consolarlo. Itachi correspondió al abrazo y comenzó a llorar en su hombro. Sasuke lo cargó con su único brazo y el menor rodeó su cuello con sus brazos. Así, los dos llegaron finalmente hasta la casa de los Uchiha. Nada más salir, Mikoto se preocupó por ver a su hijo llorar. Lo cogió en brazos para dejar descansar a Sasuke y los tres pasaron, para que le contaran lo que había pasado.

LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora