Naruto y Sakura chocaron sus puños mientras reían apartados un poco, felices de que aquel grupo se unificara por fin. Kushina abrazaba a Minato a su lado, mientras los dos sonreían felices de ver a los tres chicos abrazarse con fuerza entre ellos. Después de eso, los siete salieron de la zona restringida con una sonrisa. Ya en una de las salas de espera, Naruto y Sakura se despidieron de los cinco, que volvían a casa. Aunque las noticias para Obito no fueron muy buenas, sabiendo que su abuela había fallecido semanas después de declararse su muerte.
Naruto y Sakura volvieron a la habitación de Sasuke, donde Mikoto seguía allí, acompañando a Itachi. Sasuke se había despertado al sentir que alguien cogía su mano y, al saber que había sido Itachi, se alegró. Se dio cuenta de que sus padres también estaban allí, velándolo, pero al saber que el chico ya estaba bien, Fugaku tuvo que marcharse a la polícia. Mikoto habló con Sasuke mientras Itachi jugaba con los dedos de su mano, relajando al Uchiha. La matrona del clan le había contado todas las veces que Itachi había llorado por él mientras que el pequeño desviaba la mirada avergonzado. Cuando reprochaba a su madre, los dos mayores reían juntos, haciéndole sentir de maravilla a Sasuke. Aunque ellos no sabían que él era su familia también, se lo pasaban en grande. Entonces, Sakura y Naruto entraron en la habitación, llamando la atención de los Uchiha.
—¿Cómo estás, Takeshi-kun?—preguntó Sakura, revisando sus heridas con ninjutsu médico.
—Mejor—susurró mirando a Sakura.
—Bien, porque nada más te recuperes, tú y yo vamos a hablar muy seriamente—habló cambiando su tono de voz a una más arisca.
—Lo siento, Satsuki...—habló.
—No es el momento. Ahora cállate y deja que me concentre.
Aquellas palabras les habían hecho recordar los momentos anteriores a su viaje en el tiempo. De eso había pasado ya más de un año. Ninguno dijo nada, entonces Itachi bajó de la silla con rapidez y habló a su madre al oído para que los demás no escucharan.
—Ahora venimos—habló Mikoto con una sonrisa cuando entendió lo que su hijo quería—. Itachi quiere hacer algo.
—Está bien—dijeron los tres al unísono sin saber qué ocurría.
Así, el Equipo se quedó en la habitación. Naruto se tumbó en la cama de enfrente, algo cansado por el viaje y se quedó dormido mientras Sakura seguía curando a Sasuke. Ella también estaba cansada y el Uchiha lo notaba perfectamente. No solo por el tono pálido que había adquirido su piel, sino también porque su ninjutsu médico no era tan fuerte como otras veces.
—Deberías descansar, Sakura.
—Sí, debería. Pero el hecho de curar tus heridas es mucho más importante para mí. No te lo he dicho antes porque no quería que Obito se enterara de todo y estabas demasiado magullado para que yo te echara la bronca... Pero en el momento en el que dijiste que te quedabas con Madara, quise matarte—habló Sakura, sorprendiendo a Sasuke, aunque lo disimuló bastante bien—. Sé perfectamente que no me ves como pareja y soy un poco estúpida sabiendo que yo sigo sintiendo lo mismo por ti... pero estaba muy preocupada. No quería pensar en qué habría pasado, pero aquellos tres días se me hicieron eternos pensando una y mil formas de malos finales... Cuando Naruto te trajo al hostal... me juré a mí misma que si tú no salías de aquella, yo... mataría a Madara, a Zetsu y a quien hiciese falta.
—Sakura...—susurró recibiendo su atención—. Gracias, una vez más. Siempre has hecho lo posible por ayudarme y... yo he sido un estorbo.
—Tú no eres...
—Déjame terminar—dijo molesto, aunque un poco sonrojado—. La cuestión es... que posiblemente sí sienta algo por ti. Cuando Zetsu te atravesó, me preocupé bastante. Luego supe, al ver tu Byakugo, que lo superarías. Pero esa mala sensación se quedó en mí. No quería que os pasara nada a ninguno... Me gustaría conocerte más e intentarlo.
La sorpresa de Sakura no se hizo esperar, sintiendo que la sangre se acumulaba en su cara. Se tapó con las dos manos, avergonzada y se dio la vuelta, intentando calmarse. Mientras, Sasuke desviaba la mirada ruborizado. No entendía cómo había sido capaz de decir aquello, dejando su orgullo a un lado.
Sakura respiró hondo y se encaró a Sasuke. Él la miraba un poco sonrojado, al ver que la cara de la pelirrosa seguía igual de roja que un tomate. Sin esperar mucho y por impulso, Sakura besó a Sasuke rápidamente antes de coger sus cosas y marcharse avergonzada, dejando a Sasuke completamente rojo con los ojos bien abiertos. Miró a la puerta por donde se había marchado la Haruno y luego echó todo el aire que, sin darse cuenta, había retenido en los pulmones. Carraspeó intentando no pensar en ello, pero le era imposible. Así, que decidió eliminar su sonrojo lo antes posible antes de que nadie lo viera. Veloz, se metió bajo las sábanas de la camilla, de espaldas a la puerta intentando eliminar las escenas que a cada momento se sucedían en su mente.
Poco después, Itachi y Mikoto volvían a la habitación. Al entrar, vieron que Makoto y Takeshi estaban dormidos y que Satsuki no estaba, por lo que Itachi se desanimó. Entonces, Sasuke se dio la vuelta notando que alguien había entrado y vio a Itachi desganado.
—Os estaba esperando—murmuró llamando la atención del pequeño, que sonreía corriendo a la cama de su "sensei"—. ¿Qué traes ahí?
Mikoto entró en la habitación con cuidado al notar que Naruto estaba dormido y se acercó a la camilla de Sasuke, sentándose a su lado y viendo como Itachi, subido a otra silla, le tendía un palillo con dangos con una sonrisa. Sasuke sonrió y cogió el palillo mientras dejaba que Itachi se subiera a su lado. Luego de que los tres rieran mientras se repartían los dangos, todo se calmó un poco. Itachi se había quedado dormido al lado de Sasuke y Mikoto decidió llevárselo para que descansara en su cama.
—Es muy amable por tu parte seguirle el juego a Itachi. Por lo que me he dado cuenta, no te gusta mucho el dulce, ¿cierto?—Sasuke, al verse pillado, bajó la mirada—. Me alegra que Itachi te haya cambiado, por lo que me dijeron tus compañeros, el primer día, tú nunca les habías mostrado una sonrisa verdadera. Ni siquiera habías reído. Y saber que mi hijo es capaz de alegrar a las personas me enorgullece mucho.
—Yo... Supongo que debo darle las gracias por dejarme pasar rato con él. No todo el mundo deja a sus hijos con desconocidos, y menos cuando son tan pequeños.
—Es cierto. Pero nada más verte... Sentí una conexión extraña contigo—confesó la Uchiha haciendo sorprender a Sasuke—. Me siento relajada y muy feliz cuando os veo a Itachi y a ti juntos... Pareciera que sois como hermanos.
Sasuke no pudo evitar que sus ojos se aguaran. Si ella supiera... Restregó sus ojos con una sonrisa y miró a Mikoto agradecido.
—Vosotros ya sois mi familia—dijo, aunque Mikoto no supo pillar el doble sentido de la frase, ella también sonrió.
—Me alegra escuchar eso. Bueno, nosotros nos vamos ya. Descansa y deja que tus heridas se curen bien, ¿de acuerdo? Seguro que Itachi vendrá a visitarte todos los días.
El Uchiha asintió de acuerdo y dejó que se marcharan, pero la mayor paró un segundo al pie de salir.
—Oh, y quería decirte que Satsuki-san es una buena chica. Hacéis una hermosa pareja. Eso es todo—rió levemente antes de salir, provocando el sonrojo al recordar al chico la última escena con la pelirrosa.
Quedándose solo, miró a Naruto frente a él y sonrió. Se había dado cuenta de que aquel viaje lo había cambiado. Lo había ayudado a expresar más sus sentimientos y tenía la sensación de que Naruto y Sakura eran como familia. Se dio cuenta de que no podía perderlos. Tampoco a su familia de aquella época.
Finalmente, se recostó de nuevo, quedándose verdaderamente dormido.
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LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards
FanfictionDespués de la Cuarta Guerra Mundial Ninja, Naruto, Sasuke y Sakura viajan al pasado. Pero no precisamente a la época de su niñez, sino mucho antes. Entra y descubre esta fantástica aventura. Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero...