Los días pasaban y en la Aldea Oculta de la Hoja, esperaban impacientes por la llegada del Equipo 7. A las tres semanas cumplidas, un sapo llegó a la oficina del Hokage con un mensaje para Sarutobi. Al saber que se trataba de Naruto, lo leyó con prisas, esperando que todo estuviera bien. Volvemos a la aldea, leyó, pero aquello no aseguraba nada. ¿Habían fallado? ¿Habían conseguido su misterioso propósito?
Minato y Kushina rezaban todos los días porque aquel grupo estuviera bien. No habían tenido noticias suyas en ningún momento y las tres semanas de plazo ya habían acabado. Minato se había dado cuenta de que Kushina estaba muy afectada con eso y lo único que podía hacer era invitarla a los entrenamientos con Kakashi y Rin para que dejara a un lado los pensamientos y se animara un poco. Aunque ella, luego de eso, se sentía culpable por entretenerse y pasarlo bien mientras aquellos chicos, a los que había cogido tanto cariño, estaban probablemente en peligro.
En la casa del jefe Uchiha, Itachi se desesperaba cada vez más por no saber nada de Takeshi-san. Mikoto había tenido más de una vez que consolar al pequeño mientras él lloraba diciendo que lo echaba de menos y que no quería que muriera. Incluso varias veces se quedaba horas y horas esperando en la entrada de la aldea a que llegaran a salvo, pero a cada día que pasaba, su esperanza iba disminuyendo.
Llegadas las cuatro semanas, la sorpresa llegó a la aldea cuando ya todos los dieron por muertos. Naruto y Sakura cargaban a un vendado Sasuke de cuello a piernas mientras éste se quejaba por el dolor. Naruto también estaba un poco vendado por haber hecho frente a los enemigos que se encontraban por el camino, pero él sonreía de oreja a oreja viendo las enormes puertas que le daban la bienvenida. Obito estaba igual que Naruto, incluso chocaron las palmas al ver que habían llegado. Obito, con una ropa algo diferente a la actual, también se alegraba de volver a casa.
En cuanto los vieron llegar, los guardianes de la entrada avisaron a varios ninjas para ayudarlos. Varios ninjas médicos fueron a revisarlos y los llevaron al hospital de inmediato. Cuando la noticia llegó al Hokage, este sonrió sorprendido y mandó llamar a Minato, Kushina y a la pareja Uchiha junto a Itachi. Los ANBU acataron la orden y, en media hora, los cinco estaban ya en la oficina del Hokage, ansiosos por saber qué ocurría.
—El Equipo 7 ha llegado a Konoha—sonrió, sorprendiendo a todos—. Podéis ir a visitarlos al hospital, ya que Takeshi-san llegó bastante herido, pero están todos bien. Oh, sí—recordó—. Minato, avisa a tus alumnos, ellos también querrán verlos.
A todos se les iluminó la cara, menos a Fugaku, que solo sonrió de lado. Itachi cogió la mano de su madre y la arrastró hasta el hospital bajo la mirada divertida de la pareja Minato y Kushina. Fugaku caminaba al lado de Minato mientras que Kushina corría junto a Mikoto e Itachi. Cuando llegaron todos, inclusive Kakashi y Rin, preguntaron por el equipo. Subieron a la habitación, custodiada por Sakura. La abrazaron con fuerza, alegres de que estuviera bien y la pelirrosa los dejó pasar, notando la desesperación del pequeño Itachi.
—En silencio, Takeshi está dormido ahora debido a sus heridas, ¿de acuerdo?
Itachi asintió y entró a la habitación de la mano de Mikoto. Por fin vieron a Sasuke, que estaba durmiendo en una de las camas, completamente vendado. El pequeño se subió a una silla y agarró la mano del adolescente con cuidado, sintiendo las lágrimas bajar por sus mejillas. Mikoto y Fugaku se mantenían un poco alejados, observando a su hijo. El jefe Uchiha no entendía cómo era posible que su hijo quisiera más a ese chico que a él mismo; mientras que Mikoto se sentía conmovida al ver a Itachi tan feliz porque Takeshi estuviera fuera de peligro.
Mientras los emotivos encuentros se sucedían, Sakura miró a Kakashi y a Rin, que estaban sin hacer nada. Suspiró con una sonrisa y llamó a los Namikaze-Uzumaki mientras la familia Uchiha se quedaba con Sasuke. Todos pensaban que irían a ver a Naruto, aunque no entendían porqué el rubio se encontraba en una zona restringida del hospital. Sakura sonrió al ver las caras de confusión de todos ellos, pero quería darles una sorpresa. Finalmente, llegaron a una sala en la que el rubio Uzumaki se encontraba sentado en un banco. Minato y Kushina se acercaron y, el mayor, abrazó a Naruto con fuerza, sorprendiéndolo, aunque segundos después lo correspondió.
—¿Cómo se os ocurre no mandar noticias?—le preguntó Kushina con notable enfado intentando no gritar—. ¿Sabes lo preocupados que estábamos, 'ttebane?
—Lo siento, 'ttebayo... Pero pasaron muchas cosas. Y sí que mandé un mensaje al Hokage de que volvíamos.
—Ese viejo... me las pagará, dattebane—cerró el puño con fuerza asustando al par de rubios, pero luego se tranquilizó, abrazando a Naruto, que volvió a sorprenderse—. Me alegro de que esteis bien todos.
Naruto sonrió y también correspondió a Kushina, antes de separarse. Saludó a los chicos, que no sabían muy bien por qué estaban allí si no era por Naruto.
—Venid, quiero enseñaros algo a todos—habló Naruto sorprendiendo a los visitantes.
Entraron en una habitación donde había un par de ninjas médicos haciéndole pruebas a alguien tumbado en una camilla tras un cristal. No se veía su cara, así que la confusión se palpó en ellos. Minato recordó entonces la discusión de Naruto y Sasuke en el Puente Kannabi cuando buscaron a Obito, así que abrió los ojos de par en par.
Minutos después, los ninjas médico terminaron su tarea, dejando ver al paciente. Los rostros sorprendidos de los cuatro hicieron sonreír a Naruto y a Sakura. Vieron como Obito bajaba de la cama con ayuda de uno de los médicos e hizo una reverencia antes de salir. Cuando el Uchiha abrió la puerta, la pelirroja se tiró a sus brazos, abrazándolo con fuerza.
—¿Kushina-san? ¡Que me ahogo!—gritó haciendo que la Uzumaki se separara con lágrimas en los ojos de la emoción, pero segundos después, le dio un buen golpe en la coronilla, haciéndole quejar por el dolor—. ¡Auch! ¿¡Y eso!?
—¡Por no llegar con tu equipo! ¡Por no cumplir con tu promesa, 'ttebane! ¡Tenía el corazón en un puño con tu muerte!
Mientras Kushina y Obito discutían, Kakashi y Rin aún seguían en shock. Sólo cuando Sakura les dio un empujoncito, volvieron a la realidad. La castaña fue también a abrazarlo con fuerza, interrumpiendo la discusión con Kushina y haciendo sonrojar a Obito, al darse cuenta de que era su amada Rin la que tenía encima. Kakashi apretaba los puños con fuerza, intentando guardarse las ganas de llorar. Cuando Obito lo miró, se sorprendió al ver que no lo saludaba.
—¿Qué pasa Bakakashi?—preguntó Obito acercándose a su compañero—. Pareciera que hubieras visto un fantasma.
—¡Cállate, idiota!—gritó el peliplateado antes de abrazar a su amigo con fuerza y llorar en su hombro desconsolado.
Esto sorprendió a todos los de la sala, pero sobre todo al Uchiha. Ahora todos estaban emocionados, sin poder evitar echar sus lágrimas. Al final, Obito respondió al abrazo de Kakashi con una sonrisa. Cuando se separaron, Kakashi restregó sus ojos para secarlos y miró a todos algo tímido.
—De esto ni una palabra a nadie fuera de esta sala—declaró el peliplateado haciendo reír a todos, aunque luego cesaron—. Obito, quiero... quiero devolverte tu ojo.
—¿¡Qué!? ¡De eso nada, Bakakashi!—le gritó—. Es un regalo, eso no se devuelve. Además, ¿por qué querrías devolvérmelo? ¿Acaso es un regalo inútil?
—¡Yo no he dicho eso! Quiero devolverte tu Sharingan... porque es tuyo. Ahora solo tienes un ojo y... y yo...
—Mira, Kakashi. ¿Sabes por qué te lo di? A parte de porque me estaba muriendo... Quería que los dos fuéramos un equipo, junto con Rin. Quería ver que nuestro equipo prosperaba. Y eso sigo queriendo. Sé que tú con mi ojo y yo, seremos invencibles con la mejor kunoichi médica cuidándonos las espaldas. Tú con tus jutsus, yo con mi genjutsu y ella con su ninjutsu médico. ¿Hecho?—habló Obito alzando su palma boca abajo—. Vamos, Rin, tú también.
Kakashi abrió sus ojos de par en par y miró la palma que le tendía. Rin puso la suya encima, mirando al peliplateado y haciendo que Kakashi se decidiera por fin colocar la suya al final. Los tres sonrieron y Obito rió subiendo las tres palmas arriba y gritando:
—¡El Equipo Minato ha resurgido de la muerte!
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24-01-2018
Editado: 16-09-2018
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LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards
FanfictionDespués de la Cuarta Guerra Mundial Ninja, Naruto, Sasuke y Sakura viajan al pasado. Pero no precisamente a la época de su niñez, sino mucho antes. Entra y descubre esta fantástica aventura. Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero...