LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards

Capítulo 17: Células

Para el Equipo Minato, el Equipo 7 era un grupo de héroes. Kakashi ya había dejado de pensar en ellos como espías. Entendía que había sido demasiado rápido juzgándolos y se arrepentía de ello. Él junto a sus compañeros iban a visitar todos los días al equipo en el hospital. Mientras Rin y Sakura seguían entrenando el ninjutsu médico, Kakashi y Obito acompañaban a Naruto y Sasuke.

—¿Y cómo vais con el entrenamiento, dattebayo? ¿Ya te has acostumbrado al Sharingan, Kakashi-sen... Kakashi?—rectificó con timidez.

Sasuke lo miró con la ceja alzada, asesinándolo en su mente por dejar que sus recuerdos lo invadieran y se le fuera a escapar el sufijo. Naruto rió tímido asustado por su mirada y miró a los chicos, que los miraban confusos.

—Pues aún nos cansamos un poco al utilizarlos—habló Obito con una mueca, pero luego sonrió—, pero seguro que pronto conseguiremos dominarlo, ¿verdad Bakakashi?

—Hmp—sonrió ladinamente y Sasuke se dio cuenta de eso. 

Entonces entendió que él y sus compañeros tenían muchas similitudes con el Equipo de Minato-san. Al igual que el Uchiha tenía parecidos en el comportamiento con el Hatake, Naruto los tenía con Obito y Sakura con Rin. Sabiendo que Obito y Rin estaban muertos en su época, y en el caso de que Kakashi hubiera pensado en ello, ¿cómo se habría sentido en cada momento que estaba con ellos? También descubrió que el peliplateado en esta época no era para nada igual a como ellos lo habían conocido. Este era completamente serio, prácticamente no reía o sonreía. Antes de la "muerte" de Obito, sólo pensaba en acabar en la misión sin pensar en los compañeros, lo que en su época era completamente impensable. Ahora no decía nada, aunque Sasuke notaba que el peliplateado había cambiado con respecto a eso y ahora parecía preocuparse más por su grupo, al igual que él mismo sentía ahora que se preocupaba más por sus compañeros después de todo lo que había pasado. 

—Me alegro—habló Naruto sacándolo de sus pensamientos. 

—De hecho, Kakashi todavía está entrenando su Chidori. Al parecer le va mejor con mi Sharingan.

—El Chidori sin el Sharingan es una técnica incompleta—habló Sasuke llamando la atención de los tres—. El Sharingan ayuda a adelantarte a los movimientos de tu enemigo, por eso, como el Chidori necesita velocidad, es muy difícil cambiar de posición a la ligera y el enemigo podría usar eso contra ti.

—¿Sabes utilizar el Chidori?—preguntó Kakashi con una ceja alzada—. Ese jutsu lo estoy creando yo ahora... no he visto archivo alguno donde esté.

—Sí, sé utilizar ese y más variantes—confesó—. Si quieres ayuda...

—Mmm... Cuando te recuperes me gustaría verlo—aceptó sorprendiendo al rubio y al pelinegro.

Naruto y Obito se miraron entre sí y sonrieron, sabiendo que ambos habían cambiado mucho desde la primera vez que se habían visto, pasando de querer matarse entre sí hasta querer entrenar juntos. Dejando de lado a los genios, Naruto y Obito habían vuelto a las andadas, organizando la manera en la que el Uchiha le diría a la Nohara sobre sus sentimientos. El hecho de que Rin estuviera más pegada a él de lo normal, lo había hecho sentirse bien, ya que pensaba que algo le pasaba. Kakashi y Sasuke, que escuchaban la conversación de los chicos, alzaron una ceja pensando que eran bastante idiotas.

—Está más pegada a ti porque eres un torpe y hay que estar vigilándote a cada momento, baka—habló Kakashi, haciendo enfadar a Obito.

—¿Ah? ¿Qué has dicho, Bakakashi?—gritó acercándose al peliplateado para golpearle, pero Naruto lo paró, cogiéndolo del cuello de la camiseta algo divertido.

—Sabes que lo hace para molestar, Obito—rió Naruto.

—Como si a ti no te pasara lo mismo, dobe.

—¿Qué has dicho, teme?—dijo Naruto con su puño alzado, pero no se movió del sitio.

Las risas de los demás no se hicieron esperar, lo que provocó que el rubio los siguiera, haciendo más amena la tarde.

En otra zona del hospital, Rin practicaba algunas pruebas que le había encomendado Sakura mientras la pelirrosa, a otro lado de la habitación investigaba los resultados de Obito que habían sacado de sus pruebas médicas. Había pensado en crear las prótesis de los chicos a partir de las células de Hashirama, comprobando con las células de Naruto y Sasuke para saber si eran compatibles. Estaba dispuesta a devolverle los brazos a sus compañeros.

—¡Aaah! ¡No puedo con esto! Llevo dos semanas intentándolo y no he hecho ningún avance...

—Tienes que tener paciencia, Rin-chan. Las cosas no se consiguen en dos días, hay que practicar mucho para que te salga...

—¿Cuánto tardaste tú?—preguntó la castaña haciendo un descanso.

—No te bases en otras personas. Tienes que entender que cada persona es diferente y que a unos se les da mejor algunas cosas y a otros, otras—dijo desviando la mirada de sus investigaciones para sonreírle a la que era su alumna.

—Entiendo...—susurró algo decaída.

—Lo que llevas tú, me costó conseguirlo en 2 meses—mintió, aunque al ver la sonrisa de la castaña, no se arrepintió de ello.

Con nuevos ánimos, la castaña volvió a trabajar de nuevo, esforzándose más que antes. Sakura rió disimuladamente y siguió revisando sus apuntes. Entonces, recordó algo haciéndola reaccionar.

—Oh, Rin. ¿Podrías buscar a Obito? Tengo que preguntarle algunas cosas. Así te tomas un descanso, ¿bien?

La castaña asintió con una sonrisa y salió de la habitación, corriendo en busca de su compañero. Nada más entrar, vio que todos reían por algo, pero no tenía tiempo para pensar en ello.

—Obito-kun—lo llamó con timidez—. ¿Puedes venir conmigo un momento?

—¿Eh?—preguntó con un leve sonrojo, imaginando escenas demasiado agradables aunque vergonzosas para él—. ¿A dónde?

—¡No preguntes y acompáñame!—gritó agarrando su mano y llevándolo consigo bajo la atenta mirada de los demás, que se miraron confusos sin saber muy bien qué pasaba.

Los dos caminaron hasta la habitación donde Sakura hacía sus investigaciones. Las esperanzas de que Rin lo besara se fueron al traste cuando supo a dónde se dirigían. Allí, Sakura miraba algunos papeles bastante concentrada.

—¡Satsuki-sensei!—la llamó—. ¡Ya estamos aquí!

—¡Oh, está bien!—sonrió—. Obito-kun, ven, acércate.

El Uchiha asintió y se acercó a ella, sentándose en una silla que ella había colocado a su lado.

—Tengo que hacerte una pregunta—le informó y el menor asintió, dándole a entender que la escuchaba—. ¿Te gustaría recuperar tu ojo izquierdo?

La pregunta no solo sorprendió a Obito, sino también a Rin, que había conseguido revivir al pez de la emoción. Sakura rió por sus reacciones y decidió explicarle mejor para que lo entendieran.

—Me refiero, a construir un nuevo ojo para ti. La persona que te tenía, te ayudó mucho implantando las células de tu parte artificial para reponer lo que habías perdido. Debido a las pruebas que te hemos hecho estas semanas, he podido recolectar bastante información a partir de esas células y he llegado a la conclusión de que puedo experimentar para crear un ojo desde cero. ¿Lo entiendes?

—¿De verdad puedes hacer eso?—preguntó Obito con una sonrisa de oreja a oreja.

—Tendría que hacer muchas pruebas... pero espero que sí—sonrió.

—¡Sí quiero!—gritó emocionado antes de sentir que su compañera lo abrazaba alegre.

—¡Satsuki-sensei es la mejor, comparada con Tsunade-sama!, ¡Seguro que te devuelve la vista, Obito-kun!—dijo alegre abrazándolo con fuerza.

Obito correspondió al abrazo y comenzaron a saltar juntos mientras Sakura reía.

—Rin, te dejo libre por el resto del día. Minato-san me avisó que a las seis de la tarde esteis en el campo de entrenamiento habitual. Llamad a Kakashi-kun y preparaos, que os falta media hora.

La castaña y el azabache asintieron sonrientes mientras volvían a la habitación de Sasuke.