El mes de Junio pasó lentamente para el equipo de Naruto. Entre Nagato y él habían conseguido seguir un recorrido, pero nunca encontraban a Zetsu. Eso desesperaba cada día más a Naruto. Tenía que encontrarlo, necesitaba... encontrarlo... y matarlo. Hacerle pagar por todo el daño que causó. Además, a principios de mes, había llegado un mensaje de Minato: "Sasuke ha caído en coma"
El poco optimismo que le quedaba al Uzumaki desapareció en el momento en el que leyó aquellas palabras. Se dejó caer, dolorido. Esperando que Sasuke no muriera, no al menos hasta que él volviera a Konoha y se despidiera.
¿Por qué tenía que ser así? ¿En qué momento el destino decidió que tenían que morir de aquella forma? Quería ser fuerte, Sasuke le había dicho que él lo era... Pero se estaba dando cuenta de que todo aquello era una completa mentira. Él no lo era, no podía soportarlo, no quería pensar más en lo que iba a suceder. Y cada vez tenía más en mente dejarse morir si combatía con Zetsu. Quería acabar con todo, no podía más.
Las lágrimas bajaron por sus mejillas sin control. Los demás no sabían qué hacer, intentaban consolarlo pero él sólo quería estar solo. Ahogándose en su propio dolor. Todos estaban preocupados por el rubio y lo que podían hacer era vigilarlo por si intentara algo estúpido.
Horas después, cuando por fin se había tranquilizado al menos un poco, fueron a buscar un hostal para dormir. Y entonces, Naruto cambió su comportamiento. No levantaba cabeza, sólo respondía con seriedad y tristeza, intentaba pensar una estrategia que lo llevara hasta Zetsu. Y lo consiguió. Tardaron casi el mes completo para dar con él.
Llegaron entonces a una cueva en el País del Viento, antes de entrar en el desierto. Habían pillado por sorpresa a Zetsu junto a Orochimaru y un chico de cabellos grisáceos y gafas redondas.
—¡Orochimaru! ¡Kabuto!—gritó Naruto sorprendido. Ni si quiera había pensado en la posibilidad de que aquellos dos se juntaran.
—Vaya, vaya. No sé quién eres, pero me alegra que sepas quién soy—sonrió el Sannin relamiéndose gustoso—. No os conozco a ninguno, salvo los dos jovencitos. No por nada sois los alumnos del estúpido del Hokage.
—¡No llames estúpido a Minato!—gritaron los tres, enfadados.
—Kukukukuku—rió el pelinegro mayor—. Zetsu, ya que querías ser mi socio, puedes encargarte de ellos, mientras ultimo mis planes.
Comenzó entonces la batalla. Naruto, Nagato, y Yahiko se lanzaron contra Zetsu. Mientras que Obito, Rin y Konan iban tras Orochimaru y Kabuto, que intentaban escapar. La pelea fue reñida, Zetsu había traído por tierra a unos cuantos zetsus blancos que seguían sus órdenes y atacaban a los ninjas. Naruto sólo lo perseguía a él, intentando quitarse a los otros con rapidez.
En un momento determinado, Naruto no pudo más y sacó a la luz el chakra del Kyubi. Con él, los zetsus blancos se convertían en árboles con su toque y le era más fácil ir tras Zetsu negro. Minutos después, consiguió atraparlo. Quería deshacerse de él con rapidez, sin embargo, Zetsu negro empezó a poseer su cuerpo al punto de que él no podía moverse.
—Nunca podréis vencerme... Mi plan se llevará a cabo cueste lo que cueste.
La risa de aquel oscuro ser se metía en sus entrañas, recordándole todo por lo que estaba pensado y haciéndole creer que era un idiota. La ira iba aumentando de tal forma que el chakra de Kurama se descontroló, llegando a las 8 colas y echando a Zetsu de su cuerpo, bastante quemado. El esqueleto y los músculos del Kyubi ya se habían formado con rapidez, pero el estar dentro de una cueva, no le permitía moverse con facilidad.
Yahiko y Nagato, habiendo terminado con los zetsus, miraron al enorme Kyubi con temor. Si seguía moviéndose con aquella brutalidad, la cueva se vendría abajo. Fue el momento oportuno que Zetsu Negro aprovechó para escapar.
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LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards
FanficDespués de la Cuarta Guerra Mundial Ninja, Naruto, Sasuke y Sakura viajan al pasado. Pero no precisamente a la época de su niñez, sino mucho antes. Entra y descubre esta fantástica aventura. Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero...