Capítulo 31: Teorías

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Los días pasaron y la situación en la que el equipo 7 se encontraba no era mejor. Sakura no había mejorado, aunque Tsunade la estuviera tratando con todos los recursos que tenía. Nada parecía surgirle efecto y eso desesperaba no solo a la Sannin, sino también a los dos integrantes masculinos del equipo. Finalmente, Tsunade requirió la ayuda de Rin, para que la ayudara a buscar algo que probablemente ella no había encontrado. Así fue cómo Rin descubrió el gran secreto del equipo 7, aunque lo guardó para ella.

Sasuke se pasaba el día entero en el hospital, esperando cualquier indicio de mejoría o, en el peor de los casos, una recaída. Para desgracia del pequeño Itachi, se habían suspendido los entrenamientos. Pero no podía quejarse, él era el más adelantado de su generación, uno de los más poderosos del clan Uchiha. Sasuke no se preocupaba por eso. Lo que sí le preocupaba era el incesante dolor que se manifestaba en su Rinnegan. Los últimos meses había incrementado el dolor e incluso había acudido a Tsunade. La rubia estaba preocupada, las suposiciones de Sakura se estaban cumpliendo.

Mientras que Naruto notaba cada vez más el cansancio. Había intentado contactar con Kurama, pero él no había respondido. Eso lo molestaba un poco, porque no entendía qué pasaba con su cuerpo. En aquel mes de Marzo, había sentido una nueva recaída, como había pasado el mes anterior y el otro. Había quedado con Kushina y Rin un par de veces, preguntándoles si ellas podían contactar con sus bijuus. Sus respuestas afirmativas lo mosquearon todavía más. ¿Qué estaba pasando con él?

Días después, Minato anunció a la aldea que la Tercera Guerra Ninja había acabado. Había pactado la paz con las demás grandes aldeas y lo que tenían que hacer ahora era alzar y dedicarse enteramente a la Aldea de la Hoja. Eso alegró a los aldeanos de Konoha, que por fin podían descansar.

Rin y Obito, que habían comenzado su feliz relación de pareja, celebraban que hubiera acabado todo, que ya no tuvieran que arriesgarse en una misión peligrosa, ya que querían tener tiempo para ellos. 

Kakashi había notado el descenso de misiones ANBU, pero cuando Minato se enteró del embarazo de Kushina, su máxima prioridad era el cuidado de la Jinchuriki y el bebé. Kushina no había podido invitar a nadie para celebrarlo, ya que Minato había pedido que se mantuviera el secreto para protección de los dos.

Aun así, Minato se encargó de comunicárselo a Naruto. Lo mandó llamar, haciendo que el Uzumaki llegara a la Torre Hokage media hora después. 

—¿Se puede?—preguntó Naruto al llegar.

—Sí, pasa—Naruto cerró la puerta detrás de él y se acercó hasta la mesa donde se encontraba el Namikaze—. ¿Cómo está Sakura?

—Sigue igual, y no da señales de que mejore—habló con una mueca de tristeza.

—Entiendo... Bueno, espero que mejore, hay mucha gente que la quiere. Entre ellas mi equipo, Kushina y yo—Naruto asintió agradecido y suspiró, al igual que Minato—. Te he llamado para darte una noticia. Kushina... está embarazada.

El Uzumaki levantó rápidamente la mirada, completamente sorprendido. ¿Ya estaba embarazada? Eso quería decir que le faltaban meses para nacer en aquel tiempo. Por un lado estaba muy contento con la noticia, seguro que Minato y Kushina estarían muy contentos; pero por otro lado... sentía que había algo mal.

—M-Me alegro mucho, 'ttebayo—sonrió—. Si quieres puedo acompañarla a las revisiones. ¿Cómo será verme a mí mismo?

Minato rió divertido por las ocurrencias de Naruto. Recordó el libro de su maestro Jiraiya. Desde luego, no había prácticamente diferencias entre el protagonista de la novela y su hijo. Eso lo alegraba bastante. Por ello, dejó que Naruto estuviera con Kushina todo el tiempo que quisiera. Lo veía muy emocionado.

LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora