Capítulo 6: Los dangos de la felicidad

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—Kushina, Mikoto, Hizashi, chicos—los llamó Hiruzen—dejadnos solos a los cinco.

Los mencionados asintieron y salieron del campo de entrenamiento. Sakura siguió curando a Minato y Fugaku, que habían sido los más afectados de la pelea. Mientras, Hiruzen les entregaba las placas de Konoha a Naruto, que las recogía con una sonrisa. Fugaku los miraba sin saber qué ocurría, pero había un silencio incómodo en el ambiente.

—¿Qué ocurre?—preguntó el jefe Uchiha mirándolos a todos.

—Nosotros venimos del futuro—habló esta vez Sakura—. Makoto, Takeshi y yo. En el futuro pasarán muchas cosas, la mayoría malas. Y no sólo para Konoha, sino también para todo el mundo shinobi. El mundo estuvo a punto de desaparecer por minutos, posiblemente segundos si no hubiese sido gracias a ellos dos.

Los tres adultos se quedaron sorprendidos por ello, pero no lo demostraron. Sakura terminó de aplicar ninjutsu médico y se levantó quedado al lado de Naruto. Naruto miró las placas con nostalgia y luego a Fugaku.

—Takeshi nació en una familia, afortunadamente. Sin embargo, cuando tenía 7 años, una persona mató a toda su familia. Él sobrevivió, por lo que se juró a sí mismo vengarla. Se enfocó tanto en la venganza que hizo muchas cosas malas y yo fui a buscarlo infinidad de veces, llagando incluso a pelearnos a muerte, 'ttebayo. Aquella persona que mató a su familia era muy querida por él, así que, cuando por fin se vengó, se enteró de que fue obligado a hacerlo, que él no quería hacerlo... Sólo lo hizo por el bien de la aldea. En la guerra volvimos a reunirnos como equipo y llegamos aquí.

—Entiendo. Hay que ser pacientes con él, ¿no?—preguntó Fugaku mientras suspiraba.

—Así es—respondió Sakura bajando la mirada—. Pero ahora, por primera vez Makoto y yo lo hemos visto reír. Y todo es gracias a Itachi, es muy tierno—dijo ahora con una sonrisa.

—Hmp—sonrió el Uchiha de lado—. Está bien. Si queréis que no lo separe de vuestro amigo, no lo haré. Pero a cambio, tendrá que entrenarlo. Estoy demasiado ocupado con la policía.

—Se lo diremos, 'ttebayo—sonrió Naruto, subiendo un pulgar.

Minato sonrió alegre por su hijo y dejó que Fugaku se fuera, de vuelta con su familia. En cuanto él se fue, pidió que Sakura y el Tercero los dejaran solos, con un poco de seriedad. Así, Naruto supo que algo no iba bien. Se despidió de los dos y miró serio a su padre.

—¿Qué ocurre?

—Yo... llevo tiempo queriendo preguntarte algo. Y antes cuando estabas hablando con Fugaku...

—¿Quieres saber si estáis vivos?—preguntó el menor con el ceño fruncido, sorprendiendo a Minato y, por lo tanto, dándole la razón—. No, no lo estáis. Ninguno de los dos. Nunca os conocí. ¿Contento?—habló dando la vuelta y caminando hacia la aldea con la cabeza gacha.

Minato sintió entonces un nudo en el estómago. ¿Era cierto lo que había dicho Naruto? ¿Qué había pasado? ¿Era ese el motivo por el que él era el Jinchuriki del Kyubi? Corrió hasta él y se puso en su camino, mirándolo a la cara, aunque él la desviaba. Sin que el menor le diera permiso, lo abrazó con fuerza y Naruto no pudo evitar llorar.

—Lo siento... Lo siento, Naruto.

—No fue vuestra culpa... 'ttebayo—lloró—. No quería decir nada, porque me lo estaba pasando genial y... y quiero que el tiempo que esté aquí pueda estar con vosotros todo el tiempo que no pude...

—Haremos como si no te hubiera preguntado, ¿está bien?—le sonrió separándose un poco—. E iremos a comer ramen a Ichiraku... entrenaremos juntos...

LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora