Cuando Sasuke había vuelto al apartamento, Naruto lo estaba esperando. Sakura se había ido a la cama hacía una media hora y seguramente ya estaba dormida. Sasuke ya había cenado en casa de los Uchiha, así que se sentó en el sofá junto a Naruto y suspiró. Al mirar al rubio, se dio cuenta de que estaba serio.
—¿Qué ocurre?—preguntó el pelinegro mirando a su amigo.
—El Equipo de mi padre ha salido de misión y mi madre estaba muy preocupada cuando se fueron... ¿Crees que pasará algo malo?
—No lo sé... pero si así fuera... ¿Qué haríamos? ¿Vamos a cambiar la historia? Recuerda que si lo hacemos... posiblemente nuestra historia también sea diferente...
—Lo sé... pero no te creas que no me he dado cuenta de que tú quieres evitar la masacre de tu clan.
Sasuke miró a Naruto al igual que el rubio lo miraba a él. Luego suspiraron. Entonces el rubio recordó algo y sonrió alertando al Uchiha.
—Mi madre nos ha invitado a comer mañana en su casa a los tres. Dice que hará ramen.
Sasuke olvidó por un momento el problema temporal y sonrió de lado, aceptando la invitación. Naruto rió levemente para no despertar a Sakura y, antes de irse a su habitación, le dio las buenas noches a su compañero mientras apretaba su hombro como despedida. Sasuke respiró hondo, cansado, pensativo por lo que le había dicho Itachi y decidió que él también iría a dormir.
Al día siguiente, los tres quedaron para ir a la casa de los Namikaze-Uzumaki. A pesar de que se habían ido a la cama, ninguno de los dos había podido pegar ojo, pensando en qué podían hacer. Sakura tocó el timbre con una sonrisa y la pelirroja abrió la puerta, vestida con un delantal y un palo de madera en la mano. Con una sonrisa en la cara, dejó pasar a los chicos y dejó que se sentaran.
—Habéis llegado a tiempo, la comida ya está hecha.
—Te ayudo, Kushina-san—habló Sakura poniendo los cubiertos y los platos en la mesa.
—Gracias—sonrió ella mientras dejaba la olla sobre una tabla de madera en el centro de la mesa.
Kushina fue echando el ramen en los platos de los chicos y, luego, varios platillos con extras por si querían echarse. Entonces, dejó la olla de nuevo en la cocina y se sentó junto a ellos. En cuanto dieron gracias por la comida, comenzaron a comer. Había un silencio cómodo. Naruto estaba disfrutando el ramen de Kushina e imaginó los hermosos momentos que hubiera pasado en su infancia si sus padres hubieran estado con él.
—Bueno, contadme. ¿Ya os habéis acostumbrado a hacer jutsus con una sola mano?
—¡Sí, 'ttebayo! Y cada vez podemos hacerlo más rápido, ¿verdad, Takeshi?—el Uchiha asintió con una sonrisa y el rubio devolvió la mirada a la pelirroja—. ¿Y usted, Kushina-san? ¿Cómo le va?
—Oh, te dicho muchas veces que no me digas de usted, que tengo tres o cuatro años más que vosotros—dijo ella con un tic en el ojo, dejando ver nueve mechones de pelo levitando y asustando a los chicos. Luego suspiró y sonrió de nuevo—. Bueno, yo ahora estaré un poco aburrida, ahora que Minato y su equipo se han ido de misión estaré sola por unos días. Estoy preocupada por ellos...
—Seguro que todo sale bien, Kushina-san—la animó Sakura—. Por lo que vi ayer, le tiene mucho afecto a Obito.
—¿Mmh? Bueno, digamos que es mi favorito—rió con una sonrisa—. Él es parte de mi sueño... Si algún día, Minato y yo tenemos un hijo...—dijo llamando la atención de los chicos, pero sobre todo de Naruto—, quiero que nuestro hijo sea alegre y honesto y crezca hasta ser como Obito. Nuestro hijo no tiene por qué ser listo y quizá incluso sea un engreído, pero quiero que valore la amistad y tenga un espíritu alegre... y una voluntad inquebrantable. Quiero que sea tan fuerte como él...
Los tres no sabían qué decir, Naruto había dejado de comer con los ojos aguados y miraba al vacío pensando en las palabras de su madre. Sakura y Sasuke se habían mirado antes de observar al rubio, que tenía la cabeza gacha sin decir nada. Kushina se dio cuenta del silencio incómodo que se había formado y miró a Naruto, que no había podido evitar que un par de lágrimas cayeran de sus ojos.
—¿Makoto-kun?—preguntó Kushina preocupada—. ¿Q-qué ocurre?
—¡No! ¡No es nada, 'ttebayo!—rió reaccionando de repente—. Es que... el ramen está más bueno que el de Ichiraku. ¡Y mira que es difícil! Y es que, me ha emocionado un poco lo que has dicho de tu sueño—rió de nuevo rascando su nuca—. ¡Seguro que se cumplirá, 'ttebayo!
—Gracias—sonrió—. Seguro que os sentís bien, ¿no? No quiero aburriros con mi vida y lo que pienso.
—Sí, tranquila—habló Sakura mientras se echaba otra tanda de fideos a la boca.
—Y bueno, Satsuki-chan, en algún momento tú también tendrás hijos, ¿no? ¿Cómo quieres que sean?—preguntó Kushina haciendo que la pelirrosa se atragantara, preocupando a los demás. Naruto y Kushina la ayudaban mientras Sasuke miraba a un lado sin meterse en la conversación y Sakura se ponía más roja que un tomate.
—Y-yo... yo... Bueno, ni siquiera había pensado en eso... Para ello primero tendré que conseguir pareja.
—¿No tienes novio? Con lo guapa y dulce que eres seguro que tienes muchos pretendientes. No me lo creo...
—S-supongo que gracias, Kushina-san—dijo sonrojada mientras ponía un mechón de pelo tras la oreja—. Sólo me centré en una persona, así que no sé si alguien pensaba en mí de esa manera...
—Gracias por olvidarte, Satsuki-chan—bufó Naruto mirando a un lado—. Yo te lo pedía a todas horas y tú me ignorabas.
Los dos callaron cuando oyeron a Kushina reír. No sabían por qué lo hacía, pero la situación se había vuelto un poco extraña.
—Me recordáis mucho al equipo de Minato—habló parando de reír—. No sé si lo habéis notado, pero Obito está muy coladito por Rin. Y creo que ella aún no se ha dado cuenta a pesar de lo lista que es. De todas maneras, Takeshi. Tú me recuerdas a Kakashi con esa actitud seria y poco habladora.
—Tienes razón, dattebayo—sonrió Naruto terminando su plato de ramen con gusto—. Somos como... otro equipo 7, ¿verdad?
Sasuke y Sakura se miraron entre ellos, dándose cuenta de lo que había querido decir, y sonrieron por las tonterías de su amigo. Después de aquello, tras unas cuantas historias y algunas risas, el equipo se marchó dándole las gracias a Kushina por invitarlos. Mientras que Sakura se marchaba al hospital a trabajar, los chicos se encaminaron a la Torre Hokage. Querían pedirle a Hiruzen un nuevo permiso de misiones. No sabían si al final los dejaría, pero habían entrenado duro para ello.
Para su suerte, los dos consiguieron el permiso para salir de la aldea a hacer misiones. Obtuvieron de nuevo su banda ninja y su chaleco Jounin para volver a su apartamento. Aquel día querían descansar, ya que el Hokage les había mandado a una misión de rango C que harían con Sakura al día siguiente. Compraron suministros y ropa nueva para la misión, y luego irían a avisar a Sakura al hospital, pero no sabían que aquella misión se iba a aplazar por culpa de una mala noticia.
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FELIZ NAVIDAAAAD, PRÓSPERO AÑO Y FELICIDAD!!!
Buenaaaas, este es un capítulo que voy a subir por las fiestas de Navidad, espero que os guste y que le deis a la estrellita (como la del árbol navideño xD)
Y bueno, eso es todo. ¡Aquí se despide Luthien con felicitaciones navideñas para todos! ¡Ciao, belli!
25-12-2017
Editado: 16 de Septiembre de 2018
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LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards
FanfictionDespués de la Cuarta Guerra Mundial Ninja, Naruto, Sasuke y Sakura viajan al pasado. Pero no precisamente a la época de su niñez, sino mucho antes. Entra y descubre esta fantástica aventura. Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero...