Las cosas no se solucionaron. El entierro de Obito fue días después, colocando su nombre en el monumento a los caídos. Días después, Sasuke y Sakura se habían dado cuenta de que Naruto pedía misiones en solitario, ya que salía de la aldea frecuentemente sin avisarles. El rubio había empezado a recorrer todo el continente, en búsqueda de la cueva de Madara con su modo sennin y ya habían pasado cuatro meses entre que hacía los viajes de ida y vuelta, descansaba para reponer las energías de sus Kage Bunshin y organizaba sus apuntes y las nuevas misiones que iría a realizar. Por supuesto, con el permiso del Hokage. Llevaba encima un enorme mapa donde apuntaba los territorios en los que ya había mirado. Cuando iba de vuelta, se había encontrado en Amegakure con el grupo de Akatsuki, a pesar de haber sido él quien había provocado el encuentro. El rubio había pedido una audiencia con Yahiko, Nagato y Konan, esperando que los escuchara sin hacer muchas preguntas.
—¿A que viene la reunión, Naruto?—preguntó Yahiko.
—Quiero avisaros de algo y es muy serio—los tres amigos se miraron preocupados y dejaron que Naruto hablara tranquilo—. No confiéis nunca en Hanzo Salamandra, porque os traicionará. Si una persona extraña os ofrece una propuesta para alcanzar la paz... no la aceptéis. Posiblemente tenga una máscara de un solo ojo, pero si nos están escuchando ahora es seguro que lo cambien.
—¿Y por qué deberíamos hacerte caso? Tú también eres una persona extraña que nos está proponiendo no confiar en otra persona.
—Cierto. Sólo os diré que no quiero que nadie muera. Que confiéis o no en mí es cosa vuestra, pero sé que si Hanzo acaba por traicionaros, uno de vosotros morirá y se desatará una guerra. Nagato, tienes el Rinnegan. Jiraiya-sensei piensa que podrías ser el elegido para devolver la paz a esta Tierra, junto a Yahiko y a Konan. De hecho, escribió una novela en el que el protagonista está completamente inspirado en ti. No me gustaría que todo acabara mal...
—¿Eres alumno de Jiraiya-sensei?—preguntó Yahiko.
—Sí...—sonrió con nostalgia—. Podría decirse que somos compañeros, pero bueno... No quiero que eso influya en vuestra decisión. Todos me caéis bien y sois bellísimas personas, así que espero que, en algún momento, podamos luchar juntos. Un combate amistoso—sonrió.
Miró hacia el horizonte y se dio cuenta de que era demasiado tarde.
—Bueno, tengo que irme. Cualquier cosa, enviadme un mensaje.
Se despidió de los Akatsuki con una sonrisa y, posteriormente, se dirigió a Konoha. Cuando llegara, tendría que deshacer a los clones que había mandado a diferentes partes del territorio, por si la falta de chakra lo hacía desmayarse. Incluso Kurama le había advertido que se cuidara, pero él lo ignoraba. Tenía que seguir su camino ninja, nunca rendirse, y cuanto antes encontrara a Obito, mejor.
Nada más llegar al apartamento, se encontró con Sasuke y Sakura cenando. Ninguno de los dos le habló, y él no iba a obligarles a hacerlo. Llegó a su habitación y, cuando recibió la información de sus clones, cayó redondo al suelo alarmando a sus compañeros. Entre los dos, lo dejaron sobre su cama y Sakura le aplicó ninjutsu médico, preocupada. Tendrían que hacer algo, porque si no, Naruto enfermaría por el poco descanso.
—Si sigue así... enfermará—declaró Sakura preocupada.
—Si fuera por mí, lo encerraba en el calabozo hasta que sentara la cabeza—habló Sasuke sacando un montón de pergaminos de la mochila de Naruto, donde había apuntado un montón de hechos que quería evitar—. Se le ha metido demasiado en la cabeza y no me sorprendería si se volviera loco.
—No digas eso, Sasuke. Él se toma muy enserio esto, igual que cuando iba a buscarte en cada misión donde había información sobre ti. Sabes cómo es... sólo pienso que deberíamos ayudarlo. No puede hacerlo todo solo... Somos sus amigos y necesita de nuestra ayuda y comprensión.
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LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards
FanfictionDespués de la Cuarta Guerra Mundial Ninja, Naruto, Sasuke y Sakura viajan al pasado. Pero no precisamente a la época de su niñez, sino mucho antes. Entra y descubre esta fantástica aventura. Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero...