Capítulo 20: El secuestro

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Días después, Sakura llegó a la habitación de los chicos en el hospital, viendo que estaban acompañados por Sasuke y el Equipo Minato incluyendo Kushina. La sonrisa de todos no se hizo de rogar cuando la pelirrosa informó que iba a quitarle ya a Obito las vendas de sus ojos. Al despertar, se habían dado cuenta de que el Sharingan de su ojo izquierdo se había desactivado, lo que provocó que el Sharingan de Kakashi también lo hiciera desmayándose en mitad del entrenamiento. Cuando Sakura le fue quitando las vendas, todos estaban emocionados por saber si el Uchiha veía.

Quitada la venda, Obito abrió los ojos, pestañeó varias veces para acostumbrar su ojo izquierdo a la luz y los miró. Al principio veía borroso, pero poco a poco la definición de las imágenes se hizo mejor, distinguiendo sus figuras. Pestañeó de nuevo para estar seguro y sonrió. Hizo algunas pruebas como cerrar su ojo derecho con su mano y se dio cuenta de que veía perfectamente. Comenzó a reír, dejando a los demás confusos.

—¿Y bien?—preguntó Sakura apurada, esperando que funcionara.

—¡Veo perfectamente! ¡Por los dos ojos!—gritó riendo. Rin lo abrazó con fuerza y los demás celebraron el éxito de la intervención, dándole las felicitaciones a Sakura y a Obito—. ¡Eres genial, Satsuki-san!

—No es nada, de verdad—rió nerviosa mientras que todos alababan su trabajo.

Después de eso, pasaron un par de días para que Naruto despertara. Al igual que con Obito, todos se juntaban allí esperando que el brazo sintético sirviera. El rubio se levantó, apoyado en su brazo izquierdo (ya que se había acostumbrado) y miró a todos sus visitantes con una sonrisa. Cuando recordó por qué estaba allí, observó su brazo sintético, rodeado por vendas hasta el hombro y torso. Suspiró y colocó su mano en su hombro derecho esperando que funcionara. En los primeros movimientos que Naruto quería hacer, el brazo no hacía nada, por lo que se entristecieron un poco. Pero cuanto más lo intentaba, sabía que sentía algo. Pero ese algo era demasiado poco.

—Bueno, siento algo... Pero no se mueve nada, 'ttebayo—comentó el rubio decaído.

—A ver, deja que te revise—habló Sakura preocupada.

Ella se acercó a Naruto y usó su ninjutsu médico en el brazo. Poco a poco fue mirando la zona de unión con el cuerpo y estaba todo bien, así que no sabía de qué se trataba. Entonces, respiró hondo y elevó un poco el brazo con cuidado, llevándose un quejido del rubio. 

—¡He sentido algo!

Así, Sakura empezó a mover cada uno de los dedos con cuidado, dobló el codo, subió y bajó el brazo poco a poco... acostumbrando a Naruto al movimiento. A cada minuto, Naruto iba notando mejor los movimientos y su mirada se iluminaba al saber que pronto tendría un nuevo brazo a su disposición. Finalmente, dejaron la siguiente prueba para la tarde, ya que tenían que comer. El Equipo Minato ya se había ido y Sakura y Sasuke fueron a la cafetería para pedir algo de comida para los tres. Llevaron las bandejas a la habitación de Naruto y los tres comieron algo en silencio, hasta que Sasuke carraspeó.

—Oye, dobe. Tenemos que seguir con nuestras misiones, ¿sabes? Así que recupérate rápido y organicemos lo que haremos.

—Vaya... Si Sasuke se está preocupando por mí... ¡Se acabará el mundo, 'ttebayo!

—Tsk, cállate—le ordenó desviando la mirada mientras metía en su boca un trozo de tomate.

La risa de Sakura no se hizo esperar y los dos la miraron confusos, aunque segundos después, Naruto la imitó. Sasuke no sabía por qué se reían, por lo que los miró molesto y siguió comiendo.

Dos semanas después, con Naruto ya recuperado y con su brazo en su sitio, iba a celebrarse la ceremonia del Yondaime Hokage, sin embargo, un par de días antes del esperado día, Rin desapareció de la aldea. Kakashi y Obito habían salido a buscarla sin permiso y Naruto, al enterarse minutos después que habían secuestrado a Rin, salió detrás de los chicos esperando alcanzarlos. Con el modo sennin y la ayuda de Kurama, encontró los chakras de los chicos mucho más adelante, corriendo como si les fuera la vida en ello.

Entonces, en su radio sensorial, encontró a Rin, rodeada de ninjas de Kiri. Pero el chakra de Rin era ahora diferente y, gracias a Kurama, supo que habían sellado a Isobu (Tres colas) en su interior. Naruto se dio prisa, sintiendo como los chakras de Kakashi y Obito luchaban con los de Kiri y los chakras de estos últimos iban desapareciendo uno a uno. Obito sacaba a Rin de la cueva mientras el peliplateado terminaba con los últimos.

Naruto llegó a tiempo antes de que uno de los ninjas clavara un kunai en la espalda del Hatake. El rubio cargó a Rin en su espalda y los cuatro se dirigieron de vuelta a Konoha lo más rápido posible. La castaña había escuchado los planes que tenían los ninjas de Kirigakure, así que, mientras corrían, Rin ordenó a Naruto que la bajara y les dijo que se fueran sin ella.

—¡No vamos a dejarte aquí!—gritó Obito molesto.

—¿Es que no lo entiendes? ¡Me han metido algo en el cuerpo para que, al llegar a la aldea, controlarme y atacar Konoha!—le respondió Rin asustada.

—Rin—la llamó Naruto consiguiendo su atención—. Lo que te han metido es un bijuu, más específicamente, el Tres Colas. Cuando nos deshagamos de los enemigos que nos están rodeando, te enseñaré cómo contactar con él, ¿de acuerdo?

La castaña asintió de acuerdo sorprendida, al igual que Kakashi y Obito. Entonces, Naruto miró a todos lados, sintiendo sus chakras. Suspiró, tendría que hacerlo.

—Ahora te voy a enseñar como un bijuu y un Jinchuriki pelean juntos—sonrió—. ¡Vamos Kurama!

Un chakra anaranjado y amarillo rodeó a Naruto, convirtiendo sus ropas en una capa amarilla con líneas negras y tomoes en el cuello. Nueve brazos salieron de su baja espalda, terminando de sorprender a los chicos. Una de las manos, protegió a los tres chicos, mientras que las ocho que faltaban junto con la mano sintética de Naruto, formaron un Rasengan y se estiraron hasta llegar a los enemigos. Al menos cuatro de ellos cayeron en el ataque. Luego formó varios kage bunshin y cada uno de ellos se lanzó a los enemigos para que salieran y combatieran. 

Los tres menores tenían la boca abierta de par en par, viendo la lucha de Naruto contra los ninjas. En poco tiempo ya había acabado con todos, desactivó el poder de Kurama y subió de nuevo a Rin a su espalda mientras comenzaba a correr, seguido de los chicos. El hecho de llevarla a cuestas era más que nada para que ella se olvidara de hacer ninguna locura. Llamaría a Sakura para que le echara un vistazo por si tuviera algún sello de control y que lo quitara. Pero si no lo tenía, Rin sólo necesitaba acostumbrarse a Isobu.

Llegaron a Konoha ya entrada la noche, Minato, Kushina, Sasuke y Sakura los esperaban en la entrada preocupados. En cuanto llegaron, Sakura le dio un golpe a Naruto por salir aún convaleciente, pero se sorprendió cuando Naruto le dijo que pudo hacer un Rasengan con su brazo nuevo. A pesar de ello, Sakura se enfadó al igual que Sasuke, que le llamó dobe y se fue de vuelta al apartamento con Sakura, ya que Naruto se quedaría con Rin y Kushina para hablarles de los bijuu.

Kakashi y Obito agradecieron a Naruto por ello y volvieron a sus casas, aliviados de que todo hubiera salido bien. Mientras, Naruto, Minato, Rin y Kushina se dirigieron al apartamento del Namikaze para hablar. Los cuatro se sentaron en la mesa de la cocina, Naruto formó dos puños y puso cada uno a un lado para que ellos unieran los suyos. Al principio Minato y Rin no entendieron, pero cuando Kushina juntó su puño con el de Naruto, supieron que hacer.

Así, los cuatro cerraron sus ojos y aparecieron en la mente de Naruto. Kurama, Kyubi y Sanbi se reunieron junto a ellos. Sanbi se mostró sorprendido al ver a dos Kyubi, pero volvió a la compostura. Kurama habló con Isobu para que ayudara a la castaña, dándole algunos beneficios de unir sus chakras. Isobu accedió, a pesar de los reproches del Kyubi de Kushina, que seguía encadenado hasta que se le pasara la mala onda.

Minato veía y escuchaba todo, asombrado. Nunca había pensado que se podría hacer aquello, pero se alegró de que su hijo llegara tan lejos a pesar de estar solo. Sobre todo, cuando vio la silueta de los otros 8 bijuus al lado del Kurama de Naruto. El Isobu de Naruto habló con el de Rin y terminó de convencerlo, diciéndole que confiara en el rubio ya que era la reencarnación del Rikudo Sennin. Aquel elegido que llegaría para traer la paz a la tierra.

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28-02-2018

Editado: 17-09-2018

LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora