El tiempo en el hospital se hizo largo y eterno para Naruto. Odiaba estar sin poder hacer nada tanto tiempo y, aunque estaba bien, Tsunade no le había permitido dejar el hospital por si las moscas. De vez en cuando, miraba a su compañero y amigo en la otra camilla con semblante serio y a la vez preocupado. Al Uchiha le quedaban dos semanas para nacer y quería estar allí para él.
Pero una semana antes del parto, Sasuke empeoró. Varios médicos tuvieron que atenderlo con urgencia en la habitación y Naruto se asustó, creyendo que ya lo perdería antes de tiempo. Pero no, Sasuke aguantó. Lo único diferente aquella vez, es que Sasuke fue trasladado al ala de observación dejándolo solo en la habitación.
Al enterarse, Kushina se pasaba por allí más a menudo. Más por el consuelo de Naruto que por otra cosa. El rubio cada día estaba más decaído y ella intentaba animarlo trayéndole ramen o jugando con él a las cartas. De vez en cuando, Kakashi también se pasaba a saludar. Él había estado presente en las sombras cuando se enteró de la situación del equipo 7, incluso de que era el sensei de Naruto en el futuro.
Por un lado le sorprendió la noticia, pero también le preocupó saber que su yo futuro seguramente estaría preocupado y se deprimiría si en alguna ocasión se llegara a enterar de que sus alumnos habían muerto.
Al entrar en la habitación junto a Kushina, la sonrisa de Naruto se amplió ya que se estaba aburriendo en aquel cuarto de colores blancos. Él sabía que Kakashi lo había escuchado todo, porque Kushina y el peliplata se lo habían comentado. Era muy importante que la información no se filtrara y por ello era necesario.
—Buenos días, Naruto—lo saludaron los dos visitantes.
—Buenos días. Ya estaba aburriéndome aquí solo, 'ttebayo. ¿Cómo va el embarazo? ¿Mini yo se porta bien?
—No deja de dar patadas, dattebane...—rió nerviosa—, pero me gusta que me haga saber que está bien. Es muy enérgico.
Naruto asintió de acuerdo con lo dicho. En el momento en el que Kushina sintió una patada, se emocionó y dejó que Naruto pusiera su mano en su vientre para que lo notara. En el mismo momento en el que el rubio posó su mano sobre su vientre, un fuerte latido en su pecho lo descolocó tanto que la retiró de inmediato, asustando a Kushina y a Kakashi.
El Uzumaki recordó aquel momento en el que su corazón dejó de latir cuando Madara le quitó a Kurama. Aquella sensación de ahogo que no pudo soportar. Se levantó como pudo tapando su boca y se dirigió al baño apunto de vomitar. Kushina no sabía cómo reaccionar a eso, al igual que Kakashi, pero el peliplata fue tras él por si necesitara ayuda.
Naruto tenía la cabeza metida en el váter, esperando que se le pasaran las náuseas. Se sentía completamente mareado y ni siquiera podía levantarse. Kakashi lo sostenía, ayudándole a no caerse. El Hatake no sabía cómo actuar, viendo lo mal que se encontraba el rubio, lo único que podía hacer era cogerlo en el caso de que se desmayara.
—¡Naruto! ¿Estás bien, dattebane?—preguntó Kushina preocupada.
—Y-yo... Sí, ya... ya me encuentro mejor. Es sólo que... en la guerra sacaron a Kurama de mí y por poco muero. Al tocar tu vientre, he sentido lo mismo que antes de caer inconsciente aquella vez, 'ttebayo. Lo siento si te he asustado, no quería...
—No pasa nada... Creo que lo entiendo. Tsunade-sama me explicó todo.
Naruto asintió respirando hondo y Kakashi lo ayudó a volver a la camilla. Segundos después, se abrió la puerta, dejando ver a Obito y a Rin. La pareja llevaba ya 5 meses saliendo y estaban muy contentos con aquello, por lo que siempre irradiaban una sonrisa por donde quiera que iban. Sólo que, en aquel momento, al ver al Uzumaki tan pálido, sus sonrisas se borraron, dando paso a la preocupación.
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LOS VIAJEROS DEL TIEMPO (Viaje al Pasado) #ShippudenAwards
FanfictionDespués de la Cuarta Guerra Mundial Ninja, Naruto, Sasuke y Sakura viajan al pasado. Pero no precisamente a la época de su niñez, sino mucho antes. Entra y descubre esta fantástica aventura. Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero...