Capítulo 36.

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La tranquilidad de Venecia no era lo suyo, podía incluso decir que le molestaba encontrarse tan relajado. JungKook detestaba viajar hasta otro continente para visitar a su hermana, sin embargo, adoraba demasiado a su sobrino. Además, el chico tenía una increíble sorpresa para Neul.

YoonSo tomó la mano de su novio, mientras el taxi avanzaba. El joven sonrió, extrañaba a su hermana demasiado y hablarle sobre su matrimonio era algo que había deseado hacer desde el primer instante.

Al llegar al local de Neul, bajó del auto, en espera de su chica. Cuando ambos estuvieron frente a la puerta. Entraron haciendo sonar la campanilla.

— ¡Hola! ¿Noona? — JungKook detestaba el nuevo nombre de su hermana. Pero sabía que la chica no deseaba que nadie supiera sobre su pasado. Así que optó por llamarla noona, pesé a que también detestaba hacerlo.

— ¿Chunkuk? — Alda, la socia de Neul, pronunció el nombre del chico. — ¿Cómo están? — Dijo con una pronunciación torpe.

JungKook sonrió.

— Bien, gracias.

Alda asintió y se acercó a YoonSo al ver el hermoso anillo que tenía la chica en la mano.

Mio caro, pero ¿qué es esto? — Dijo la chica emocionada.

Alda se había esforzado en aprender el idioma de su amiga y aunque aún desconocía muchas cosas, sabía que, al estar asociada a una extranjera, era su obligación aprender un poco sobre su cultura.

YoonSo sonrió emocionada.

— ¿Te gusta? Por Dios Alda, soy la mujer más feliz del mundo. — Exclamó la chica, repleta de emoción.

Alda asintió y abrazó a la chica.

En ese momento, JungKook diviso un par de piecitos bajando las escaleras del local.

Al escuchar la voz de su tío, Dante bajó de inmediato, con una enorme sonrisa en el rostro. El pequeño, adoraba al hermano de su madre. Corrió para abrazarlo.

JungKook lo levantó en el aíre para enredarlo en sus brazos y comenzar a besarlo en el rostro.

— ¡Dante! — Dijo, emocionado. — Pero mira que grande estás.

El niño no dejaba de reír.

— Tú también estas más grande, Kookie. — Espetó el pequeño.

YoonSo se acercó al muchacho y sacó de su maleta una caja envuelto en papel dorado.

— Dante... Yoongi te envía esto. — Habló la chica, entregándole el presente al niño.

JungKook bajó a su sobrino, para ayudarlo a desenvolver el regalo.

En cuanto lo vio, Dante comenzó a brincar de felicidad. Solamente había visto a Yoongi una vez en su vida, cuando tenía dos años. No recordaba su rostro, pero sí su nombre, por qué su tío Jimin siempre le hablaba de lo lindo que era su novio y de lo mucho que lo quería.

En el interior de la caja, estaba el tren que tanto había querido, pero que su mamá no había querido comprarle, por qué ya tenía demasiados juguetes. Abrazó el objeto con ahínco y miró a YoonSo.

— ¿Te gusto? — Preguntó la chica.

— ¡Me gustó mucho! — El niño comenzó a dar vueltas sobre su eje, mientras brincaba de felicidad.

Neul salió del taller, al escuchar la risa de su hijo.

Al ver a su hermano, se aproximó hasta él para abrazarlo con fuerza.

Crazy For You •KNJ BTS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora