Un amor indestructible (Ponny)

Capítulo 89

Había pasado una semana, una larga semana. Abigail seguía adaptantose pero ya se llevaba un poco mejor con sus demás hermanos y trataba de acercarse más a Gabriella pero ella aún se alejaba...

Su madre la llamó, le ofreció llevar a los niños a la playa. Moría de ganas por ver la reacción de Abigail al ver la playa, pero iba a ser un fin de semana de los abuelos con todos sus nietos, y su madre le rogó que los dejara ir así que no pudo decir que no, preparó las cosas de todos los niños y les dió ciertas instrucciones a sus padres sobre el cuidado de Valentina. Le dió el fin de semana libre a todas las personas del servicio para tener la casa sola con su esposo. Su esposo llegaba un poco tarde, así que tomó una copa de champán y llenó la tina, dispuesta a darse un baño de espuma para relajarse.

Llegó a casa y la escuchó en completo silencio, sabía que los niños se habían ido a pasar el fin de semana en la playa, se extrañó al no ver a nadie del servicio y no se encontró a su esposa, que cómo todos los días lo recibía en la sala, así que decidió llamarla.

Any: Hola bebé, estás en casa?

Poncho: Si mi amor, estoy en la sala... Saliste? Tengo muchas ganas de verte, ayer llegue un poco tarde, cómo a las 7:30 pero ví que acostaste a los niños muy temprano, cuándo fuí a la habitación te encontré dormida con Val y no quise despertarte.

Any: Me hubieras despertado bebé, en la mañana ni me pude despedir bien de ti.

Poncho: No quería despertarte, sé que ayer tuvieron un día muy largo.

Any: Ya no pensemos en eso... Ven a nuestra habitación, estoy en la tina dándome un baño de burbujas, estaba tan cansada, lo necesitaba... Porque no vienes y talvez te recompenso lo de anoche? (Dijo sonriendo)

Poncho: Voy para allá. (Dijo antes de colgar)

Entró a aquella enorme y preciosa habitación que compartía con aquella mujer dueña de sus pensamientos y de su corazón hace tantos años. Entro a la sala de baño y la vió, tan hermosa, tan perfecta. Se acercó a ella y la besó apasionadamente.

Any: Te amo tanto. (dijo antes de volver a besarlo)

Poncho: Yo te amo más mi vida...

Any: No te quieres meter un ratito conmigo?

Poncho: Me encantaría mi amor, pero no he comido nada en todo el día y el hambre me está matando... Me voy a dar una ducha y voy a bajar a pedirle a Lupita que me prepare algo de comer.

Any: No te he dicho... Les dí el fin libre, tenemos la casa completamente sola porque mi mamá se llevó hasta a Cami. (Dijo mientras ambos reían refiriéndose a su pequeña perrita.)

Poncho: Me encanta la idea! Por un fin de semana tú y yo solitos, lo necesitabamos... Y tenemos la casa completita sola, para hacer cositas donde nosotros queramos.

Any: (lo jala de la corbata y lo besa) eres un cochino! (Dijo riendo) pero ya, date la ducha en lo que voy y te preparo algo rico de comer.

Poncho: No mi amor, quedate ahí.

Any: Nada de quédate ahí, mira ya se me pusieron las manos de viejita. (Dijo mostrándole sus manos)

Se levantó y se puso una toalla para secarse y tapar su desnudez mientras su esposo la observaba sin dejar de mirarla.

Any: ¿Porqué me miras así?

Poncho: Porque eres hermosa.

Any: Así llena de ojeras porque Val no me deja dormir?

Poncho: Sigues siendo hermosa.

Any: Te amo... Pero me estás distrayendo.

Dijo antes de salir corriendo a cambiarse, no sin antes provocar una pequeña risita en Alfonso... Luego de comer, se sentaron en aquel enorme sofá, abrazados, empezaron a conversar de todo y un poco.

Poncho: Entonces vomitabas mucho?

Any: Daba asco. (Dijo mientras veía reír a su esposo.) No te rías. (Dijo riéndose ella también)

Flashback...

Alma: No sé si irme... Mira como estás. (Dijo agarrando el cabello de su hija mientras la veía vomitar)

Any: Voy a estar bien, madre... Estoy embarazada, no enferma. Y tú tienes que ir a México, a ver como está Dul con el embarazo, como están las niñas, cómo están las niñas de Luján... Cómo sigue ella... Cómo están mis hijos... Cómo está el... Cómo le está yendo con ella.

Sostuvo su vientre ya bastante abultado y se levantó para lavar su rostro, tratando de hacer su mayor esfuerzo, para mostrarse bien frente a su madre.

De vuelta a la realidad...

Poncho: Vamos a tener que ir a Puebla a buscar tus fotografías de ese embarazo.

Any: Definitivamente... Sabés que a veces caigo en cuenta de que Abby está viva... Y la felicidad no me cabe en el pecho (dijo riendo)

Poncho: Pienso lo mismo, mi amor... Aunque también pienso que todo este tiempo estuviste aguantando esto sola... Y...

Any: (le interrumpe) ya no pensemos en cosas tristes... Por favor.

Flashback #2

Puso una mano sobre su enorme vientre que ya estaba a punto de explotar, sonrió un poco y tomó una cuchara para tratar de probar aunque fuera un bocado de comida.

Alma: Vamos hija, por favor come algo... Hazlo por ellas.

Any: Estoy tratando (dijo con los ojos aguados) no voy a poder ser la madre que estas niñas se merecen...

Alma: De qué hablas, si tú siempre haz sido la mejor madre del mundo.

Any: No... Por eso no estoy con mis hijos... Por eso estoy aquí... Sola...

Alma: Claro que no estás sola, no vuelvas a decir una cosa así... Nos tienes a mí, a tú padre, a tus hermanas.

Any: Sí, pero no tengo a mis hijos y a Poncho... Y ahora ella los tiene... Me quitó lo que realmente me importaba. (Dijo llorando)

Alma: Es una buena mujer...

Any: No me importa! (Gritó llorando)

Alma: Por favor, no te alteres.

Un grito hizo que Alma se asustara.

Alma: Qué pasa!

Any: Una contracción...

De vuelta a la realidad...

Había pasado una de las mejores tardes y noches de su vida, entre abrazos, besos, anécdotas... Había caído la noche y ella se despertó a las tres de la mañana completamente desnuda, mientras su esposo descansaba sobre su pecho... Se levantó y se puso su bata de baño, y salió hasta la cocina para tomarse un vaso de agua... Dejó caer el vaso cuándo leyó una nota que se encontraba sobre la meseta.

Hola mi amor, vine a visitar a nuestra hijita, pero parece que no estaba... Fuí a tú habitación y estabas profundamente dormida con el imbécil. Pero no te preocupes, que voy a regresar por mi hija... Y la próxima vez, no voy a fallar.

Gabriel.

Buenaaaasss, aquí está el capítulo. Perdón por demorar... Voy a montar un maratón para compensarles.

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