Poncho: Quiero me mires a los ojos y me digas que ya no me amas... (Any bajá la mirada) Dimelo!... Lo sabía. No puedes decirme que no me amas. No puedes, eres una inmadura. Cobarde.
Any: Si piensas todo eso de mí entonces no entiendo que demonios haces conmigo. Porque estás perdiendo tu maldito tiempo conmigo!
Poncho: Tú me empujaste, tú me empujaste a andar con Carolina, tú me empujaste a traerla a vivir a ésta casa, tú me empujaste a acostarme con ella! Me empujaste a casarme con ella! Pero sabés que no me arrepiento de nada! Todo esto que está pasando es tu culpa! Y sí. Preferí a Carolina. Porque ella si es una mujer de verdad!
Any: (llorando le grita) Y ahora yo tengo la culpa de todos los problemas que has tenido en tu vida! No tienes ningún derecho a decirme eso! No lo tienes! No es justo que me hagas ésto! Lárgate! Ya! Lárgate de mi habitación!
Poncho: (Iba a irse pero se voltea) Después de las fiestas, tu y yo nos vamos a separar.
Any: No!
Poncho: Sí... Después de las fiestas tu y yo nos vamos a separar. Lo único que quiero es darle una última navidad feliz a mis hijos, que nos vean juntos, que nos vean bién. Después de eso... Se acabó (dijó saliendo)
Any se levantó, se vistió y cerró la puerta para luego dejarse caer en la cama y llorar desconsoladamente... El llanto desmesurado de su hija menor la hizo levantarse y cargarla entre sus brazos, la miró y definitavemente no... Definitavemente no se arrepentía de nada. Debía levantarse y dejar de pensar en el...
En el desayuno…
Gaby: Mami... A donde vamos de vacaciones esté año?
Any y Poncho se miran un poco nerviosos...
Maia: Podliamos leglesal a Cancún, Val no conoce el mal.
Gaby: Si, eso selia muy divertido. Pelo también podliamos volvel a Canadá. Val tampoco conoce la nieve.
Any y Poncho se vuelven a mirar nerviosos...
Gaby: Que pasá? No ilemos de vacaciones esté año?
Ana Lucía que vió la tensión en el ambiente decidió interponerse y cambiarle el tema a sus hermanitas.
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Horas después...
Poncho: Yo creó que nos debemos una plática... Tenemos que hablar de muchas cosas.
Any: Iba de salida... Será en otro momento.
Poncho: Me parece que tenemos que aclarar las cosas. Cuánto antes mejor.
Any: Te estoy diciendo que iba de salida, será para otro momento.
Poncho: Se puede saber por lo menos a donde vas? Deberías quedarte organizando lo de la posada de los niños de mañana.
Any: Por quién me tomas? Eso está listo desde hace tiempo.
Poncho: Últimamente no te estás comportando como una buena madre.
Any: (se enoja y lo mirá mal) Podré ser muchas cosas. Podré tener un millón de defectos, pero mala madre no soy. Y de una vez te digo que no metas a mis hijos en ésto, porque vas a terminar muy mal!
Poncho: Me estás amenazando?
Any: Te lo estoy advirtiendo! (Se calma un poco) tú solito te vas a arrepentir de todo ésto, cuando te des cuenta de tu error ya va a ser muy tarde y te vas a hundir en tu maldita soledad!
Poncho se dirigió hacía ella y la besó con pasión. Se dirigieron hasta la cocina y cerraron la puerta con seguro, entre besos Poncho la penetró lentamente. Clavandose entre sus entrañas. Hasta lo más profundo de su ser, llegaron al orgasmo y el salió de ella. Se pusó su pantalón y dispuesto a salir le dijó:
Poncho: Ésto no significó nada para mi.
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Llamada telefónica…
Dulce: Para que quieres el número de Gonzalo... No era que no te interesaba
Any: Anda Dul, dámelo. Por favor.
Dulce: Está bien, pero no quiero que vayas a cometer una locura.
Any: Te juró que eso no va a pasar.
Dijó antes de que su hermana le diera el teléfono de Gonzalo Garriola...
Dulce llegó a casa de sus padres nerviosa y hecha un terremoto.
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Dulce: Está papá?
Alma: No mi amor, está trabajando pero por Dios! Quédate quieta! A ver cálmate? Qué tienes!? (Dijó nerviosa)
Dulce: Es Any...
Alma: Any?... Qué pasa con ella? (Preocupada)
Dulce: Pues que le dí el teléfono de Gonzalo...
Alma: Gonzalo? Quién es Gonzálo, Dulce? En que se metieron ahora? Que hicieron?
Dulce: Gonzalo es el policía que conoció en el hospital qué está buenísimo y... (Decía hablando muy rápido)
Alma: (la interrumpe) Cálmate! No te entiendo nada! Respira y habla tranquila.
Dulce: Yá! Está bien, estoy tranquila. Any y yo fuimos al supermercado y ahy ella conoció a un policía, que está buenísimo por cierto, pero es muy lanzado... Gonzalo Garriola, es tan lanzado que le estaba coqueteando prácticamente sin conocerla y le dejó sus datos y todo sin saber si era una asesina en serie o algo parecido, el punto es que a Any le cayó como mal, tiró la tarjeta al piso, pero yo la recoji, solo por molestarla. Hoy me llamó y me pidió su teléfono, pero tengo miedo de que vaya a coneter una locura. Porque está muy dolida, ayer me llamó borracha de un bar, me da mucha pena decirte esto, seguramente a ella le daría más, pero bueno... Ayer cuando estaba borracha. Se acostó con Poncho le dijó que lo amaba y hoy en la mañana, le dijó que no se acordaba de nada. El le pidió el divorció y le dijó que Carolina si era una mujer de verdad. No como ella. Any obviamente se pusó mal y hace un par de horas me llamó pidiéndome el teléfono de Gonzalo... Y yo se lo dí.
Alma: Maldito! Quién se cree que es para hacerle eso a mi niña! (Tomando su bolso)
Dulce: Alma! A donde vas!?
Alma: A demostrarle a ese idiota, que nadie se mete con mi hija!
En el departamento de Any...
Gonzalo: Puedo... Pasar al baño? (Sonriente)
Any: Si... En el pasillo a la derecha. Ahy lo vas a encontrar... (Con la mirada perdida)
Gonzalo se dirigió al baño y al regresar la vió con el rostro bañado en lágrimas...
Gonzalo: Lágrimas?... (Preocupado)
Any: Si... Lágrimas de dolor... De mucho dolor... Sabés, mi marido me trató como a una prostituta... Y me voy a comportar como una. (Dijó antes de besarlo apasionadamente)
