17 años atrás...
La familia Puente desayunaba mientras conversaban animadamente, hasta que la conversación se pausó por la cara que puso Anahí...
Alma: ¿Qué pasa mi amor? ¿Te sientes mal? Estás muy pálida.
Antes de que pudiera decir otra palabra Any salió corriendo al baño seguida por sus dos hermanas. Dulce sostenía su cabello mientras Jose veía con un poco de asco a su hermana vomitando. Any se levantó, bajó la cadena y sin decir una sola palabra cepilló sus dientes, se sentó en el piso para luego bajar la tapa del inodoro y llorar apoyada en el mientras sus hermanas la observaban con lastima. Tapó su rostro con ambas manos cuándo vió que sus padres se aproximaban al baño.
Franco: ¿Estuviste vomitando hija?
Alma se arrodilló junto a ella en cuanto vió sus lágrimas.
Alma: ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?
Dulce la observó, suplicandole con la mirada que le contara a sus padres lo que estaba pasando...
Any: Tengo algo que decirles...
Dulce: Luján y yo iremos al jardín a tomar un poco de aire... (Dijo arrastrando a su hermana hacia afuera)
Anahí fue junto con sus padres a la sala de estar, donde les contaría a sus padres la verdad que se estaba ocultando hacía un mes.
Alma: Creo que debemos llevarla al doctor, Franco, está engordando mucho, vomita a cada rato, le dan mareos...
Any: No tienen que llevarme a ningún lado... Ya sé lo que tengo...
Franco: ¿Qué pasa?
Any: Estoy embarazada...
Sus ojos se llenaron de lágrimas apenas lo dijo, Franco se sentó por la impresión y Alma comenzó a llorar de inmediato sin creerlo.
Alma: Eso es mentira.
Any: No lo es... (Dijo llorando)
Alma: ¡Eres una niña! ¡Todavía eres una niña! ¡Cómo una niña va a cuidar de otra niña!
Any: Ya lo sé...
Franco: ¿En qué estabas pensando? (Dijo con lágrimas en los ojos)
Any: No lo sé...
Un mes después...
Any ya se encontraba más tranquila, había podido dejar de utilizar cosas apretadas para ocultar su vientre que hacía unos meses ya se empezaba a notar. Alma volteó la mirada cuándo vió el abultado vientre de 5 meses de su pequeña de 17 años, ella devoraba su desayuno con una mano y con la otra acariciaba su vientre...
Luján: ¿Qué te pasa, madre? (Dijo viendo las lágrimas en sus ojos)
Y así Alma había pasado el último mes... Llorando... Sin poder observar el vientre de su hija, ya sabía que tendría una niña... Una niña cuidando de otra niña... No había comprado ningún regalo para su nieta, no había visto ninguna ecografía de su nieta, no sabía cómo se llamaría... Y no quería saber nada... Aún no podía entender que su niña fuera a tener una bebé.
Franco: Esa ropa ya te queda muy ajustada, princesa.
Any: Si... (Dijo sin dejar de comer)
Franco: Más tarde te voy a dar dinero... Para que compres más ropa.
Luján: Deberías dejar de apoyarla económicamente.
Franco: Ustedes están mal... En vez de apoyar a su hermana solo saben juzgarla todo el día... Y tú... Que siempre haz sido una buena madre... Haz dejado completamente sola a tú hija desde que te enteraste que está embarazada, no ves que está embarazada, necesita ayuda, no necesita que la juzguen... Mira su vientre... Entiende que está embarazada... Tienes que asimilarlo... No voy a dejar sola a mi hija. La voy a apoyar hasta el final.
Alma: No entiendes nada... Cómo puedes ver a tú hija llevando una criatura en el vientre y estar cómo si nada ¡Es una niña por Dios!
Franco: YA NO ES UNA NIÑA, VA A TENER UNA HIJA Y TIENES QUE ENTENDERLO Y SUPERARLO, YA BASTA DE LO MISMO ¿NO TE DAS CUENTA DE QUE LA ESTÁS LASTIMANDO?
Luján: ¿Lo ves, Any? Debiste abortar mientras pudiste...
Alma: En esta casa no se habla de aborto.
Anahí lloraba y su madre también, Franco se levantó y se retiró de la mesa furioso y Luján lo siguió, Dulce siguió desayunando tratando de ignorar la situación.
Horas después...
Alma entró a la habitación de su hija y la observó escribiendo una carta en completo silencio.
Alma: ¿Qué haces?
Any: Le escribo a mi bebé.
Alma: Qué le dices en lo que le escribes?
Any: Le digo cómo me siento, le digo que la amo, que gracias por elejirme cómo su madre, que no cambiaría esto por nada y que estoy muy feliz de tenerla conmigo a pesar de todo.
Alma: Estoy muy orgullosa de ti... Enserio mi amor... Muy orgullosa... Eres toda una guerrera, y estoy segura de que vas a ser una madre maravillosa...
Any: No lo sé... No sé nada de esto...
Alma: Yo te voy a enseñar... Yo te voy a ayudar... ¿Puedo? (Dijo mirando su vientre)
Any: Claro que sí (dijo sonriendo)
Alma por primera vez tocó el vientre de su hija, nerviosa, lágrimas de emoción salieron de sus ojos y comprendió que su pequeña niña llevaba una vida dentro de ella.
Alma: Todo va a estar bien mi amor, lo juro.