Un amor indestructible (Ponny)

Capítulo 84

Es cierto que los padres no son perfectos, suelen equivocarse, pues al igual que nosotros... Son humanos... Mi vida me ha llevado por caminos variados. A veces caminos llenos de luz y alegría y a veces caminos oscuros, caminos duros y solitarios. He tenido que superar muchas dificultades, muchas pruebas. A veces lo he logrado y otras veces no. Sin embargo a través de todo esto he tenido unas figuras que me han inspirado: mis padres, mis maestros, mis mentores... Haz sentido un dolor tan grande, pero tan grande que sientes que vas a morir? Un dolor de esos que no te dejan ser, que no te dejan respirar, que no te dejan vivir... Ese dolor que ustedes han sentido, tantas pero tantas veces... Ese dolor que juntos han superado tantas... Pero tantas veces... No han visto uno de esos amores inspiradores? Amores que parecen de mentiras... Amores de los que nacen leyendas... Amores de verdad... Un amor cómo el de Anahí y Alfonso... Un amor cómo el de ustedes... Un amor tan fuerte pero tan fuerte que sonríes cuándo los ves... Un amor de esos, que cuándo escuchas su historia, se te eriza la piel... Un amor de aquellos que la gente les mira, y va creyendo en el amor... Cómo lo sé? Porque yo soy el producto... Soy el producto de la peor y la mejor de las experiencias, yo. Yo soy la felicidad... Yo, yo soy la persona que ha presenciado el amor... Yo soy la persona que lo ha tocado... Soy parte del amor de verdad.. Yo, yo soy Ana Lucía Herrera Puente, y soy la hija del amor... La hija del amor de verdad. Y esta es mi historia... La historia del amor. Que amor más bonito... Más inspirador, que amor tan mágico! Que te invita a vivir! No te puedes alejar de el... Pues está en el aire! Un amor imposible de olvidar... Un amor que te quema por dentro, un amor que es como tú aire, tú agua... No puedes vivir sin ese amor! Pero que pasa cuándo el amor de verdad duele? Que pasa cuándo el amor de tú vida te mira a los ojos y te dice: "Tú amor me duele." Dime tú, que pasa cuándo el amor de verdad lastima! Han pensado en cuánto tiempo necesitamos para enamorarnos? Un segundo? Cinco minutos? Dos horas? Una semana? Pues todas las respuestas son correctas... El amor es así, te atrapa... Te lleva, te trae... Por eso hay días en los que el amor es necesario... Para seguir corriendo, para seguir sonriendo. En un mundo que cada día es más triste... Un mundo que cada día está más paralizado. Muchos de nosotros no vivimos de nuestros sueños, sino de nuestros miedos... Pero ustedes, mi gran inspiración... Los que me han enseñado la verdadera magia del amor... Me han enseñado la felicidad... Ustedes me enseñaron esa delgada línea, entre querer pasar el rato... Y querer pasar la vida. Ustedes, que me enseñaron lo que es amar de verdad... Siempre recordaré a las primeras personas que trajeron el sol cuándo mi cielo se oscureció. Y por eso... Por eso yo, soy parte del amor... Soy el resultado... Que hermoso! He tocado al amor de verdad! He vivido con el toda mi vida! Lo he abrazado! Lo he sentido! Lo he amado y lo amo! Ustedes! Ustedes son la prueba viviente de que el amor de verdad si existe! Ustedes son el amor verdadero! Gracias! Gracias Dios mío, tengo la dicha de ser la hija del amor verdadero!... Hoy me voy, me voy para saber todo sobre mi hermanita. Y si está viva, la voy a encontrar y la voy a devolver con los suyos! Mami, te voy a devolver a tú hija. Es lo menos que puedo hacer por la mujer que ha dado la vida por mí. Papito, te voy a traer a tú niña, para que tengas la dicha de conocerla y poder tenerla entre tus brazos! Estoy segura de que eso te haría el hombre más feliz del mundo... Y pues... Es lo menos que puedo hacer por el mejor padre del mundo. Me voy, no me busquen por favor... Les prometo que volveré... Pero con mi hermanita en brazos!

Los amo con todo el corazón!
Gracias, gracias por darme la oportunidad de ser la hija del amor!

Att: Ana Lucía.

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Anahí lloraba desconsolada en el suelo de su habitación, apretando la carta contra su pecho luego de haberla leído por segunda vez. Alfonso entró a la habitación,  asombrado y preocupado por como vió a su esposa la ayudó a sentarse sobre la cama.

Poncho: Mi amor, mirame... Tranquila, por favor. Tienes que calmarte... (Any lo mira) Qué pasa?

Any: Mi niña... Mi pequeña Lucecita... Se fue.