Un amor indestructible (Ponny)

Capítulo 90 (Maratón 1/5)

Caminó lo más rápido que pudo en busca de su esposo y sintió un poco de calma cuándo lo vió profundamente dormido sobre aquella enorme cama, lo despertó y él también se sorprendió cuándo vió el contenido de aquella nota.

Poncho: Esto no puede ser cierto.

Any: Claro que sí... Este tipo nos tiene que tener vigilados... Se nos mete a la casa justo cuándo no tenemos seguridad... Ana Lucía... (Llamó a su madre enseguida quién le contestó adormilada) Mamita... Disculpa que te llame a esta hora. Tuvimos un problemita en la casa...

Alma: ¿Qué pasa? ¿Están bien?

Any: Bueno... Sí, sí estamos bien... Y mi Ana?

Alma: Está en la habitación de al lado mi amor... Durmiendo tranquila ¿Pasa algo?

Any: Nada... Te puedes fijar?

Alma: Está bien... (Dijo levantándose para ir a la habitación contigua)... Te lo dije hija, está aquí acostada. No pasa nada... Ha de ser uno de esos malos presentimientos que te dan... Tranquila, a nuestros nietos no les va a pasar nada mientras estén con nosotros.

Any: Gracias, madre... Cuidalos mucho por favor, y a mis sobrinas también... Yo también te quiero... Bye.

Fueron hasta uno de los cuartos más grandes de la casa... El de su hija mayor... Todo parecía estar en órden... La enorme cama tenía sus colchas y almohadas acomodadas a la perfección... Frente a ella la gran cómoda convertida en un salón belleza, tenía todo su maquillaje perfectamente acomodado y el largo banquito en rosa terciopelo estaba justo en su lugar... El espejo con las bombillas estaba en su lugar y la sala en la que habían acomodado varios precisos sillones con cojines en dorado y rosa estaban en su lugar... En el baño todo estaba perfecto... La tina, el lavamanos e incluso la bata de baño con el nombre de su hija estaba en el lugar donde ella la había dejado... Todo parecía estar en órden.

Dos días después...

Llegó a su casa y como de costumbre nada estaba en calma... Había niñas saltando encima del sillón, otras corriendo.... Otros dos que vivían peleando. Pero sobre todo los gritos de la palabra más escuchada en su casa... "Mamá".

Any: Ana Lucía! Basta de pelear con tú hermanito! (Decía en medio de los dos)

Ana: No mamá. Yo no tengo la culpa de que hayas parido al anticristo en persona!

Poncho: ¿Qué pasa aquí? (Dijo levantando un poco la voz)

Inmediatamente desde que lo escucharon todos se detuvieron y se pararon en seco.

Poncho: Gabriella... ¿Que es este desastre, mi amor?

Gaby: Estaba mostrándole las muñecas a Abby, papi.

Poncho: ¿Y para que está su habitación y el cuarto de juegos? Ya sabés que a mami no le gusta que hagamos desordén en la sala.

Gaby: Tienes lazón, vamos Abby. (Dijo tomando la mano de su hermanita)

Poncho: Ale... ¿Y esa cara?

Ale: Es que tengo un buen rato tratando de leer y no puedo porque esta gente barrial solo sabe gritar y están volviendo loca a mami.

Poncho: Ve tranquila a tú cuarto, mi amor... Y si escuchas que alguién se pone a gritar tú me avisas y de castigo se queda sin celular todo el fin de semana. (Dijo mirándolos a todos)

Ale: Gracias, papi. (Dijo antes de irse)

Poncho: ¿Ustedes dos porque están así, mis amores?

Male: Jugamos con harina en la cocina... Lupita ya lo limpió pero con tanto grito, mami no nos ha podido buscar la ropa que queríamos por andar separando a estos dos.

Poncho: Vayan a bañarse, ahorita les mando la ropa. (Dijo antes de que ambas asintieran) lo peor para lo último... ¿Qué pasa con ustedes? No ven que están volviendo loca a su madre... Son los más grandes ¿Éste es el ejemplo que le dán a sus hermanitas? Matteo, tú también eres el hombre de la casa, eres el único varón, tienes que cuidar a tus hermanas, no pelear con ellas.

Matty: Es una odiosa. No peleo con mis hermanitas, peleo con Ana Lucía... Ella pelea conmigo.

Ana: Cállate!

Matty: Calláme!

Ana: Te voy a romper la boca!

Any y Poncho: Ana Lucía!

Any: No puedes tratar así de mal a tú hermanito, mi corazón. Y tú Matteo, tú hermana es mayor que tú y merece respeto!

Poncho: A ver, ¿Porqué discutían?

Ana: Iba a salir con mi novio y el tomó las llaves de mi coche y no me las quiere devolver!

Poncho y Matty: No vas a ningún lado con ese muchachito!

Any: Poncho! Va al café que está por aquí mismo, nada malo puede pasar. Allá afuera está lleno de seguridad, el residencial también está lleno de seguridad, se van a ver, van a platicar,  a tomarse algo y listo. Alex la va a acompañar de vuelta a casa cuándo acaben.

Poncho: Lo viste antes de ayer.

Ana: Tú no aguantas ni uno sin ver a mamá.

Poncho: ¿Y quién me asegura que no van a hacer cochinadas?

Ana: Aún no me he acostado con el!

Poncho: ¿¡Aún!?

Any: Ya... Paren la plática... Ve tranquila, mi amor.

Antes de que su padre y su hermano pudieran pronunciar una palabra salió corriendo de su casa haciéndole señas a su mamá.

Matty: ¿Ya me puedo ir?

Poncho: Claro que sí hijo, mantén a tú hermana vigilada. (Dijo antes de que Matty asistiera con la cabeza para luego irse y sintió enseguida el golpe de su esposa en la cabeza) auch! Y tú Lu, no tienes ningún problema?

Lu: No, solo me divierto aquí escuchando cómo pelean. (Dijo leyendo una revista) los dejo solos para que puedan besarse y eso. (Dijo antes de irse y ambos rieron)

Any: Eres un sol, gracias. Si no fuera porque llegaste aún estaría volviéndome loca... (Dijo antes de besarlo) a veces siento que no puedo ni conmigo misma...

Poncho: No digas eso, tú eres la mejor madre del mundo.

Any: No lo creo...

Poncho: Pues créelo... Haz dado la vida por nuestros hijos, haz entregado todo de ti, los llevaste 9 meses aquí (dijo mientras tocaba su vientre plano) y esa es la prueba de amor más grande... Nunca lo olvides, eres la mejor esposa, y la mejor mamá del mundo.

Any: Te amo, siempre me haces sentir mejor.

Un rato después...
En otro lado de la ciudad...

Llegó a un departamento repleto de flores y velas... La cama estaba decorada con un "te amo" hecho a base de pétalos de rosas rojas. Las velas encendidas por todas partes y la cena donde aquella mesa con las cosas qué a ella más le gustaban la hizo enamorarse aún más.