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Rupert:

Ver cómo devoraba esa hamburguesa tacho una cosa más que creía saber y en realidad estaba súper equivocado. Cuando vi a esa rubia enfrente mío y con millones de farándulas supe que la vida no me lo estaba poniendo fácil y menos con ella como guía, sin embargo no me quedo más que aceptarla como guía o elegir a alguien más y hacerla perder él año de universidad...

Asia tenía un don desquiciante de controlar las cosas y confundirlas también, a veces siento que la conozco pero en esos momentos ella me hace ver otra cosa y así lo único que logra es confundirme más acerca de cómo la veo...

- entonces no sabes cómo es ella realmente?- pregunto papá mientras dejaba ambas tazas de café enfrente nuestro, suspire y negué...

- según las farándulas es la típica rubia sin cerecro, anorexica, caprichosa, hija de papi, envidiosa, mala e incluso hipócrita. Pero cuando está conmigo esa visión por alguna razón cambia; es humilde, amable, sincera, con excelentes notas, comprensiva y sé que ella quiere ocultar eso con ciertas acciones pero aun así la he visto y ella no es como las farándulas la anuncian o como ella misma finge ser, papá- murmuré tomando sorbos de mi taza...

- quizá sea al revés como solía ser tu mamá, solo que quizá esa chica de quién me hablas sea realmente buena y solo se protege con una máscara ajena a ella- indicó papá encogiéndose de hombros -de cualquier forma hijo, quien tiene que saber si quieres descubrirla serás tú- murmuró observándome detenidamente...

- es cierto papá. Cuando estoy junto a ella nada importa más que ella y yo, siento ciertas sensaciones extrañas que jamás había sentido y no sé si comienzo a enloquecer o enserio es lo que yo creo- murmuré viendo hacia un lugar fijo...





Llegue a mi casa de lujo, en la correspondencia encontré la invitación de una de las fiestas más importantes del año y suponía que tendría que ir ya que es buena táctica para mejorar la reputación de la empresa; escuche un sonido en la cocina y junto a unos pasos muy sigilosos camine hasta el lugar donde provenían, pero me encontré con la pelinegra comiendo helado...

- diablos Janet, ¿acaso sabes qué hora es?- pregunté abriendo la nevera y sirviéndome un vaso de jugo, mi hermano trago y frunció su ceño...

- y tú sabes a quién abandonaste?- pregunto cruzándose de brazos -sé que somos medios hermanos pero tampoco es para ir evites mis llamadas y me ignores- comenzó con su discurso -soy una mujer Rupert!!- dijo seria, solté todo el aire contenido...

- yo...he estado ocupado con la joven quien es mi guía aquí- indique, mi hermana dejó su rostro serio a cambio de uno con furia y elevando una ceja...

- conoces muy bien este puto lugar Rupert!!- grito haciendo ademanes con sus manos -por qué diablos necesitarías una guía?- pregunto sospechando mis intenciones y cuando dio en el blanco sonrió -te gusta la chica- murmuró con esa su sonrisa que daba miedo...

- al principio no. Quise evitarlo pero el director no me dejo ni explicar y cuando la rubia llego a mi vida...simplemente quiero averiguar más de su vida, no sé si quiero quedarme junto a ella o si la amo pero si quiero saber más de ella- indique recostándome sobre mi sofá y cerrando los ojos...

Quería conocer más de Asia, quería averiguar realmente sus gustos y sus disgustos. No importaba si me sentía atraído ya que la fuerza por conocerla mejor era más grande que otra cosa incluso más fuerte que mi propio orgullo...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora