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Rupert:

Cuando me enteré de esa des agarradora imagen con Asia y Hugo me sentí demasiado herido, tanto que el viaje planeado por ambos termino siendo solo para ella y su familia ya que no quería saber nada de ella, no hasta que pudiera calmarme y controlarme sin volverle a gritar y hacerla enojar. Sus llamadas fueron constantes incluso dejo un audio indicando lo mucho que se sentía arrepentida y herida y explicando millones de veces lo que había sucedido.

Cuando me encontré con Daniela se veía muy demacrada e incluso llorosa, comencé a consolarla porque al comentar que estaba mal por lo de nuestro hijo sentí que necesitaba ayudarla. Ese día salimos tomados de la mano ya que ella pidió favor porque se sentía muy depresiva, me sorprendió obviamente cuando me llevó a un bar y bebimos como dos locos depresivos.

Esa noche no estuve en mis cabales y me declaro muy culpable por esa misma situación ya que pude haberla evitado, unos días después cuando visualice a Asia en la biblioteca mis estupidos latidos se aceleraron tanto que no pude evitar no acercarme, pero fue tan horrible cuando visualice como ella caía poco a poco inconsciente.

- por favor, hagan algo, lo que sea sin importar el costo, quiero que ella esté sana y salva- ordene cuando el doctor la colocó en la camilla.

- cálmese, haremos todo lo que está en nuestras manos, ahora iremos a una revisión de emergencia, saldré a anunciarle lo sucedido- y sin más palabras salió de mi vista con Asia en la camilla.

Me sentí la peor persona del mundo; Asia se encontraba mal y ni siquiera pude decirle que algo en mi creía en ella, cuando llame a Maggie soñó igual de fría que cuando llame a Rebeca. Cuando ambas llegaron ni se inmutaron y me ignoraron, sabía que tenían razón pero aun así me sentía como la mismísima mierda sin necesidad que sus miradas me lo recordarán.

De pronto una enfermera salió, tuve que mentirle diciendo que yo era su marido para que me dejaran entrar y no le dieran prioridad a Rebeca quien se quedó hecha una furia por mi pequeña mentira, pero quería ver a Asia.

La enfermera me llevó hasta su habitación; en esta le hicieron ciertos estudios y la revisaron bajo mi supervisión, no me gusto que el doctor posara sus manos en ella pero no quedaba de otra, quería a mi chica junto a mí de nuevo, aunque estaba seguro que me costaría una mierda.

- ella va recuperando la conciencia, mañana tendremos los resultados de sangre, hasta entonces- se despidió el doctor saliendo y dejándonos solos en aquella habitación, Asia ya se encontraba despierta pero no articulaba ninguna palabra.

- que haces aquí?- pregunto por fin observándome.

- te desmayaste y no quería separarme de tu lado- indique encogiéndome de hombros, ella me observó con cierta pizca de brillo en sus ojos pero aun así no lograron alegrarlos por completo.

De pronto un ruido estruendoso se escucho en el pasillo; la enfermera abrió la puerta apresurada y viéndonos algo avergonzada sonrió. Fruncí mi ceño sin entender pero Asia se adelantó a preguntar lo que estaba sucediendo.

- una tal Hugo quiere verla señorita, está muy desesperado- indicó la enfermera, mis manos se formaron en puños y Asia observó el piso con duda.

- no lo dejen...

- déjenlo pasar, necesito hablar con él- indicó Asia segura e ignorando mi mirada fulminante, su mirada chocó contra la mía -necesito que sea a solas- indicó seca y fría como si mi rostro mano me estuviera delatando.

- eres increíble, él fue el culpable de nuestra pelea y distanciamiento y ahora quieres que pase y que yo salga de aquí- indique enojado, ella sintió como si nada.

- así es, y no fue el culpable, los culpables fuimos nosotros Rupert, pero ahora no somos nada así que por favor déjanos a solas- indicó y sin más dejó de observarme para observar a Hugo quién entraba algo despeinado y con un ramo de rosas blancas que ella al verlas sonrió.

Enojado salí de la habitación para chocarme con Becca quien me observaba intrigada, al esquive y salí del hospital; pero entonces recapacite Asia se encontraba mal y aunque estuviese súper enojado con ella no quería que fuese peligroso algo que estuviera gustándole daño, así que decidí volver pero fue un error al ver cómo Hugo besa lentamente sus labios y ella le correspondía...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora