28

760 57 1
                                    

Rupert me llevó a fuerzas al baño, sabía que estaba enojado y yo estaba peor por todo lo que había pasado sin embargo me convencí que no fue su culpa sino la de esa puta que se mete con novios ajenos. Rupert me hizo entrar al baño y cerró ambas puertas con llaves antes revisando que estuviese vacío claro...

Suspire y me senté sobre el lavado cruzándome de brazos; Rupert suspiraba mientras se apoyaba con ambas manos en la pared, intentaba tranquilizarse sin embargo yo quería que me explicara la situación. Minutos después se volteo e hizo el ademán de besarme pero se lo impedí...

- que sucede?- murmuró elevando su vista a mis ojos...

- crees que será así de fácil; te acaban de besar y tengo claro que en tu contra pero aun así merezco una explicación de quién es ella ¿no crees?- pregunté elevando una ceja...

- Asia no es nadie, simplemente una aprovechada- murmuró serio, suspire y me baje del lavado dirigiéndome a la puerta...

- no pienso aceptar esa respuesta y tampoco te besare cuando estás cubierto por su pinta labios- indique pero antes de que pudiera abrir la puerta, un agarre me hizo moverme hasta quedar presionada contra su pecho...

- y yo no pienso aceptar que una mujer que no vale nada, venga y arruine nuestro momento, así que haremos lo que planeamos - indicó besándome sin ningún escrúpulo e ignorando mis quejas...

Sus labios comenzaron a moverse lentos pero después aumentaron el ritmo. Mis brazos se colocaron alrededor de su cuello mientras que mis manos daban leves jalones en su cabello; las manos de Rupert viajaron un poco más abajo de mi cintura y mis piernas se enredaron alrededor de su cadera...

Sus besos fueron bajando por mi cuello y cerca de mi escote; los míos bajaron a su cuello y con cierta picardía di leves mordidas dejando quizá una o tal vez varías marcas pero al final era venganza por lo que él hacía en mi...

Y así quedamos desnudos casi, entregándonos mutuamente en un baño público y con quizá millones de personas desesperadas por entrar al baño. A decir verdad fue cómodo ya que el espacio era inmenso y obviamente no fue tan largo el tiempo...

- no es justo, siempre terminamos como tú quieres- ataque cuando salíamos, presentables y arreglados, hacia el salón...

- siempre gano Asia- murmuró dando un ligero apretón en mi cintura -además pequeña tú eres mía y eso nunca cambiara- indicó con una sonrisa, suspire y asentí aunque después de lo que acababa de pasar no estaba tan Segura. Mis dudas aumentaban y los obstáculos comenzaban a crecer...

- en dos días me voy- anuncie, Rupert se quedó dos pasos adelante mío parado y sin hacer o decir nada mientras que yo me le acerqué observando su expresión, era neutra pero con cierto miedo e impresión -Rupert, re acciona- lo llame ya que no pestañeaba -Rupert, me voy donde mi hermana- aclare y como si fuese un balde de agua fría volvió a reaccionar y a caminar...

- me has dado un gran susto- indicó nuevamente tomándome de la mano -pero estás cometiendo un error- indicó serio, fruncí mi ceño sin entender -lo correcto es: iremos a donde tú hermana- indicó, lo observe incrédula -sé que dije que no me gusta viajar y menos dejar la empresa, pero tú eres mi vida y quiero acompañarte como el buen novio que tienes- indicó sonriente, suspire y asentí...

- Asia, Rupert!!- grito una voz masculina, provenía de Óscar -una tal Daniela a dejado esto para ustedes- indicó entregándonos una carta en un sobre rosado, fruncí mi ceño y lo tome...

Rupert y Asia:

Esto no quedará así, Rupert será mío y te lo voy a demostrar Asia y cuando llegue el día no vas a querer ni vivir, porque vas a ver la realidad ante tus ojos. Espero y aún recuerdes a tu hijo Rupert; porque si era tu hijo aunque aún lo dudes, y si Asia tuvimos un hijo el cual desafortunadamente no nació, aunque me imagino Rupert ya te ha contado su gran sueño: ser padre. Hasta muy pronto, Daniela.

Vi como la carta iba cayendo de mis manos, me sentía culpable y a la vez furiosa por el hecho de que Rupert no me lo haya comentado, pero al final tenía que entenderlo, no quería herirme y menos sabiendo las pocas posibilidades que tiene conmigo...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora