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Literalmente todos se dispusieron a celebrar; mientras Rupert y yo ni siquiera habíamos quedado en algo establecido, me pesaba que algo así hubiese sucedido ahora que nos separamos y que Rupert ya tienen otro bebe también en camino. No quería que mi hijo o hija viviera en un hogar como el mío pero al final no podía evitarlo y por lo menos en mi quedaría que no le prohibiré nada a Rupert en lo que respecta a su hija o hijo.

- felicidades!!! Sabes fuimos con Óscar y compramos ciertos juguetes para bebés- chillo Maggie muy emocionada, fruncí mi ceño divertida.

- si sabes que a penas tengo un mes, y que según yo...- pero entonces recordé la carcajada que pego Óscar como si nada y sonreí -es increíble que todo esto esté pasando- indique suspirando.

- por lo menos tendrás motivos para tragar todo lo que desees- indicó Óscar con cierto recelo de que no pudiese tragar todo lo que yo sí, me carcajee.

- seremos dos si quieres- indique encogiéndome de hombros.

Así estuvimos mitad de la tarde; Rupert se encontraba sentado junto a su teléfono hablando con Bryan quien parecía estarle explicando una situación muy importante ya que Rupert tenía su rostro como cuando escucha con atención un argumento, y si lo conozco tanto que se cual es su faceta de poner atención.

Fui al baño y me lave un poco mi rostro, después baje mi mirada a mi vientre el cual aún seguía sin signo alguno. Me sentí fatal por la situación en la que coloque a mi bebé y comenzaba a dudar si sería buena madre o sería peor de lo que a mí me tocó.

Cuando salí me encontré con Rupert recostado sobre la pared con sus ojos cerrados, mi pulso comenzó a acelerarse y sus ojos se abrieron dejando así que nuestras miradas chocarán por varios segundos.

- estaba esperándote- indicó serio, asentí.

- yo también quería hablar- indique -esto es muy difícil Rupert, peor antes que nada quiero asegurarme que no pretendes quitarme a mi hijo o hija, no quiero que luego me envíes a juicio- indique con cierto miedo e incluso por instinto coloqué mis manos sobre mi vientre, él sonrió de lado.

- no haría algo así y menos después de ver tu rostro lleno de emoción por ese bebé- indicó con una sonrisa y por primera vez en el día su felicidad llego hasta cada parte de su cuerpo.

- te lo agradezco. Quiera que no tú también lo creaste- murmuré.

- si...todas esas veces- me sonroje y vi como él sonrió divertido -te irás a vivir conmigo- anunció sin más, eleve mi vista y negué desesperadamente.

- no pienso ser de esas mujeres que comparten hasta marido con otra o otras. Así que ni lo sueñes Rupert. Pienso quedarme en mi apartamento y seguro Maggie me ayudara y mi embarazo irá muy normal- indique encogiéndome de hombros.

- no, y además Daniela ni siquiera vivirá conmigo. Y yo te cuidaré Asia, me pasó una vez y no planeo que me sucede dos veces y menos contigo, así que yo personalmente me haré cargo- indicó serio y con su cuerpo tenso, suspire.

- ella también tiene derecho Rupert. Por ella también debes preocuparte, me haces sentir re mal ya que ese otro bebe también tiene los mismos derechos que nuestro bebé- indique viendo hacia el suelo.

- Asia...tú eres mi vida entera y nuestro bebé merece lo mejor, porque es NUESTRO, el bebé que espera Daniela ni siquiera estoy seguro que sea mío y por lo tanto esperare a que nazca pero no lo dejare así- indicó tomándome del mentón, lo observe y me perdí en su mirada.

Y entonces sucedió... Me beso, después de tanto nuestros labios volvieron a juntarse en una linda danza de lenguas. Mi estómago comenzó a sentir cierto cosquilleo y mis manos se enredaron en su cabello, mientras que sus manos bajaban a mis caderas pegándome más a su torso, nos besamos hasta que caímos rendidos en su cama de su hermosa casa...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora