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Mis palabras fueron tan duras que no pude evitar soltar más lagrimas en cuanto salió de la habitación. En realidad Hugo ni siquiera me había pedido eso, al contrario me confesó que durante un tiempo si llego a quererme pero luego se dio cuenta que estaba más que equivocado sin embargo su padre lo presionaba para un mantuviera un buen puesto y por eso soporto la farsa.

Cuando esa noche me dijo todas esas cosas horrendas él se sintió peor peor su meta era que en la prensa no saliera como el tipo debílucho, todos los días se sintió como una mierda y cuando me besó en el restaurante fue por el simple hecho de que quería intentarlo pero sintió que ninguno podría con eso, así que se despidió ya que se iría a España en cuatro meses y me dejó dicho que cualquier cosa contaba con él.

- estas...bien?- pregunto Óscar entrando con dos helados en mano, sonreí y asentí.

- Ossy!! Me has traído helado!!- indique sonriente y aplaudiendo, él sonrió y los destapó, ambos comenzamos a comer como locos el helado que tanto nos encantaba, pero como es mi mejor amigo conoce hasta mi reacción mala para cualquier situación y esta fue una de esas situaciones.

- que sucedió?- pregunto mientras lamia su cuchara, suspire y cerré mis ojos.

- va a tener un hijo con Daniela- murmuré encogiéndome de hombros, Óscar se sorprendió tanto que casi se mata ahogándose con el helado, incluso una enfermera tuvo que llegar para ayudarnos a que no pasará a más peligro.

- vaya, eso sí es otro nivel. Y...¿están seguros que es hijo de Rupert?- pregunto rascándose la nuca, abrí mis ojos de en par en par incrédula -que?- indicó defendiéndose -una mujer así es capaz de todo, hasta de embarazarse para retener a un hombre- indicó como si fuese lo más normal.

- lo dudo...es Daniela ¿crees que se arriesgaría a arruinar su cuerpo solo para contener a Rupert a su lado? Lo dudo- indique negando, esa idea ni por más loca se me cruzaría en la cabeza.

- como quieras, peor yo sí le aconsejare que se haga ADN- indicó encogiéndose de hombros -por si las dudas, de igual manera primero lo ahorco y luego le aconsejo obvio- indicó serio, me carcajee y negué divertida.

- estas loquillo, peor no a la violencia- indique seria, Óscar sonrió de lado y asintió.

- cierto se me olvidó que estamos en contra de la violencia animal- indicó y me reía tanto que ni siquiera me fijé cuando la enfermera junto a Rupert entraron.

Óscar lo fulminó para luego saludarlo serio, se colocó a una esquina de la pared para y así darnos un poco de privacidad según él. La enfermera ayudo a llevar los papeles hacia el doctor, quien llegó cinco minutos después de que todos estuviésemos listos para el resultado.

El doctor le,go con una sonrisa que me estaba preguntando si acababa de ser llevado al cielo o si las noticias eran verdaderamente buenas. Rupert mantenía su rostro frío y seco mientras que Óscar se recostaba contra la pared terminando su helado.

- bueno señorita Scooltt, su mareo se debió a dos cosas- indicó echándole un vistazo a los papeles dentro de un folleto -la primera; es que no ha estado comiendo nada bien e incluso podría decir que ni siquiera ha estado comiendo y tampoco ha estado durmiendo y no lo niegue que esas ojeras la delatan- indicó observándome, baje mi vista y asentí.

- vez, no exageraba tienes las ojeras tamaño mundial- indicó Óscar sonriente, lo fulmine y negué divertida.

- bueno y lo segundo, es la noticia para ambos- indicó el doctor señalándome y a Rupert, ambos fruncimos nuestros sueños mientras Óscar fue sacado por la enfermera ya que se rió tan fuerte que no daba espacio a que el doctor hablara -felicidades señores, están esperando un bebé- indicó el doctor y entonces todo se vino directo al piso.

Me quede petrificada, ¿embarazada? Se supone que no podía tener hijo y ahora me salen con esto, diablos, no podía articular nada ni siquiera podía decir que estaba consciente fácilmente pude caer en otro se mayo sin embargo el calor cercano que sentí y ese rico aroma me hizo caer de nuevo en la realidad.

Rupert me abrazo como si todo hubiese sido olvidado; como si ambos estuviéramos felices y siendo una pareja normal. Y la melancolía regreso a mi corazón que ni siquiera pude corresponderle al abrazo, porque sabía que ese momento no duraría mucho tiempo y que pronto caeríamos en la triste y desastrosa realidad.

- señorita Scooltt, tiene un mes de embarazo- indicó el doctor observándome, y entonces recordé todas las veces de hace un mes en las que apenas y dormíamos. Jamás pensé que algo así estuviese sucediendo.

- t-tengo una pregunta- indique algo aturdida y ya sin los brazos de Rupert rodeándome -hace varios años me hice una prueba para comprobar mi fertilidad, esta prueba dio negativa y al año volví a hacerme otra, no entiendo que pudo haber sucedido- indique frunciendo mi ceño.

- pues generalmente esas pruebas no siempre son confiables, hay un 95% de probabilidad pero nada es seguro y según parece por los exámenes que le hemos hecho usted tiene 50% de probabilidades de ser fértil, y afortunadamente esa mitad de porcentaje dieron oportunidad a que quedara embarazada- indicó el doctor, asentí aún distraída. Cuando él salió solo quedamos Rupert y yo.

- gracias Asia, gracias por darme esta maravillosa noticia...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora