46

719 48 0
                                    

Rupert:

Me encontraba a fuera de la sala esperando a que alguien me dijera algo; me culpaba una y otra vez por lo que había sucedido, ya que si yo no hubiese sido tan estúpido de confiar en Daniela nada de esto estuviese pasando y nuestro bebé no estaría en peligro. Mi cabello estaba sufriendo las consecuencias ya que me encontraba dando pequeños jalones en este muy nervioso.

No quería que nada le pasara a mi bebé y tampoco quería que algo le sucediera a Asia. Está tremendamente loco al pensar que ambos estaban adentro y posiblemente en peligro. Me asuste demasiado al ver a Asia inconsciente y con muecas de dolor.

A mi lado ya había llegado Janet, Maggie y Óscar quienes estaban hablando con quienes pasaban para ver si podían averiguar algo, al rato llego Becca con William en brazos la pobre ni siquiera tenía donde dejarlo pero no quería dejar a su hermana sola. Y de pronto salió el doctor con su rostro neutro y eso hizo que me preocupara.

Cuando me acerqué él todavía no me había visto; así que con más razón se encontraba súper serio, temblando y rogando que nada hubiese pasado me acerqué a él. Solo pensaba en mis dos Amores, no les podía suceder algo, no a ellos.

- doctor, ¿qué sucedió?- pregunté con la voz quebrada, él me observó y suspiro.

- aún hay signos vitales del bebé sin embargo es muy posible que lo pierda por la gravedad del golpe y la caída- indicó mi corazón se aceleró tanto que mis ojos por primera vez en la vida soltaron lagrimas -ella está estable sin embargo algo exhausta y por el momento no le daremos la notica que probablemente suceda, ya que eso puede afectar y adelantar el...suceso- indicó serio, yo asentí limpiando mis lagrimas.

- la poca probabilidad que existe...- suspire -si llegara a sobrevivir ,que según entiendo es poco probable, ¿como lo sabríamos?- pregunté serio, el doctor suspiro.

- a las dos semanas debe estar todo estable y no deben presentar signos de debilidad- murmuró -sin embargo los cuidados serían un poco delicados por cualquier cosa- murmuró, suspire y asentí.

Al darles la noticia a la familia todos quedaron muy mal tanto que casi y hacen que los saben por la cantidad de llanto. Asia no se merece esto pero estaba dispuesto a actuar de la mejor manera solo para que estos últimos días de espera la viviéramos con alegría hacia nuestro bebé que seguro muy pronto nos dejaría.

Cuando entre a su habitación la encontré acariciando su vientre; sus ojitos se veían algo candados y su cabello se encontraba a un lado sobre su hombro, ella susurraba algo casi inaudible hacia el pequeño vientre y eso me hizo sentir aún peor. Saber lo hermoso que podía haber sido todo y pensar que pronto todo se vendrá a bajo.

- ya despertaste- indique sonriéndole y sentándome frente a ella.

- ya, es increíble que haya sucedido todo esto- murmuró soltando una lágrima y sin poder verme a los ojos -perdóname Rupert, soy una pésima persona pude haber defendido al bebé y no lo hice y ahora...ahora está,os aquí en este hospital siendo revisados cada dos minutos- murmuró soltando más lagrimas.

Le seque las lágrimas de sus mejillas y la acaricie -shhh, no eres una mala persona, no pienses así cariño, todo estará...bien- murmuré abrazándola contra mi pecho, ella negó levemente.

- vamos Rupert, asegúrame lo que ya se- indicó separándose un poco de mí para observarme de frente, le acaricie su mejilla -sé que lo más probable es que pierda al bebé, no hay esperanzas- murmuró cabizbaja acariciando su vientre.

- haz pasado por mucho Asia, ahora comprendo cada cicatriz de tu ser, pero te prometo algo- indique levantando su mentón y quedando a centímetros de ella -lucharemos juntos, nada nos separara y sobre todo haremos que nuestro bebé pase sus últimos momentos feliz y escuchándonos a nosotros felices, ¿me oyes?- murmuré soltando dos lagrimas, ella asintió -lo haremos el bebé más feliz y así sean tan solo dos horas o toda una vida, lo querremos y consentiremos y disfrutaremos de cada momento- murmuré sonriendo de lado y besándola.

La bese con necesidad y pasión, pero también consolándola y dándole un abrazo a nuestros labios. Sabía q eu todo iba a ser doloroso pero también tenía en cuenta dos cosas: una, ambos lucharíamos para recordar siempre los momentos felices con nuestro bebé y dos, podíamos superarlo si estábamos uno con el otro, juntos nada nos pasaría...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora