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Estaba tan emocionada al igual que Rupert, se notaba en nuestros rostros, las mellizas cumplieron sus tres meses hace tan solo dos dias obviamente lo celebramos en grande con la familia y amigos y juntos se nos ocurrió tener una sesión de fotos para recordarlas desde pequeñas así como lo hicimos en sus primeros días de vida. Como era de esperarse contratamos al mejor fotógrafo de la ciudad y a la mejor estilista.

Arlen llevaba un lindo vestido celeste con pequeños puntos blancos; contrataba con sus lindos ojos azules heredados por mi claramente, su tez un semi blanca su poco cabello que le comenzaba a crecer era de un rubio oscuro y ondulado, llevaba sobre su pequeña cabecita unos pequeños adornos de mariposas. Alina llevaba un lindo vestido fucsia que resaltaba con tu tez pálida, sus lindos ojos azules oscuros resaltaban y su cabello más castaño que rubio también iba con un pequeño adorno.

Ambas pequeñas tenían rasgos tanto como míos como de Rupert. Sin embargo eran tan distintas físicamente que me alegraba ya que así nunca tendrían que compararse mutuamente. Yo llevaba un vestido blanco y maquillaje junto unos tacones de aguja del mismo color, mi cabello se encontraba amarrado en una cola alta.

Rupert también se seguía viendo sexy; llevaba unos pantalones blancos y una camisa del mismo color, ambos estábamos emocionados ya que estas fotos serían utilizadas también para una portada de noticias y revistas.

- pero miren que divinas- indique viendo a mis dos pequeñas, Arlen era más seria que Alina pero aún así ambas me sonrieron -vamos a sonreír pequeñas- indique sonriente cargándolas a las dos en ambos brazos, poco a poco me iba acostumbrando.

- hermosas iguales a su mami- ha lo Rupert entrando a ayudarme a cargarlas, le sonreí y le di un beso en la mejilla, él sonrió -ahora salgamos que es hora de coquetear con nuestra hermosa familia- indicó guiñándome un ojo, sonreí y salí junto a él.

Como era de esperarse primero fueron las pequeñas a quienes les tomaron pocas pero muy creativas fotografías, tampoco queríamos agobiar a las bebés, luego seguimos nosotros con ellas, cuando revisamos las fotografías se veían tan perfectas para mis ojos que hasta solté una que otra lágrima.

Así estuvo nuestra mañana y medio día tomando fotos, estábamos seguros que todos serían guardados y que era la mejor experiencia y no nos arrepentimos.

Cuando íbamos para la casa pude visualizar como Arlen iba cayendo dormida mientras que Alina seguí despierta sonriendo como si no estuviese agotada, voltee a ver y sonreí al ver a Rupert concentrado también en su retrovisor viendo a las pequeñas.

- son tan perfectas- murmuré soltando un suspiro.

- y revoltosas he de admitir- anunció asintiendo, yo sonreí y asentí.

- pero así las amamos- indique mordiendo mi labio, lleve mi mano sobre su muslo, él bajo la mirada y me vio de reojo -alguien tendrá que recompensarte por el maravilloso día de hoy- indique dedicándole suaves caricias, él gruño y mordió su labio y sonrió pervertidamente .

- y luego dices que enfrente de las niñas no- indicó elevando una ceja, yo sonreí y me acomode en mi asiento.

Cuando llegamos a casa, ya se habrán imaginado lo que sucedió; las pequeñas tenían su sueño tan pesado que enserio nos sorprendía que no nos interrumpieran aunque claro para nosotros era mejor. Cuando acabamos nos recostamos en la cama y yo sobre el pecho de Rupert.

Acaricio mi espalda y luego fue dejando besos sobre mi cabeza; nos levantamos hasta en medio de la madrugada cuando Arlen despertó con ganas de comer, obviamente cierta persona lo disfruto más que mi propia hija podría decir. Cuando ella acabo le tocó a la segunda quien literalmente hacia lo que su hermana, era como su ejemplo.

Al fin cuando los cuatro quedamos exhaustos ni siquiera las lleve hacia sus cierto, las acurruque entre Rupert y yo y las acaricie hasta un quedaron dormidas. Rupert nos dio nuestro último beso de la noche y quedamos dormidos...

Señorita Consentida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora