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Las horas pasaban rápido, y Jungkook dormía tranquilamente como si nada hubiera pasado hace unos momentos atrás.

***

- Hyung, por favor, solo esta vez -decía el menor besando el cuello del mayor- solo por esta vez.

- No Jungkook, ya detente -lograba decir entre jadeos-.

Pero Jungkook no se detenía, no quería, él quería seguir besando al chico que tanto le encantaba. Pero todo se detuvo cuando posó sus pequeñas manos en el miembro de TaeHyung.

- Jungkook!

- ¿Que? -preguntó con una sonrisa inocente mientras seguía acariciando el miembro del contrario- ¿no te gusta?

- S-Si me gusta, pero debes detenerte.

Pero no hizo caso al pedido del mayor, bajó lentamente su cabeza hasta tener el gran bulto de Tae al frente de su rostro. Poco a poco bajó el bóxer que lo cubría e hizo lo que tanto había deseado hacer.

- N-No, Kookie, detente ya.

Las palabras de TaeHyung no podían ser más placenteras. Tenía a su pequeño haciéndole sexo oral, y realmente lo volvía loco.

Luego de un rato, Jungkook se cansó de lamer, por lo que se acomodó al lado de su Hyung mientras limpiaba el líquido blanco que corría por sus labios.

- Descansa Hyung.

***

- Hey, Jungkookie -dijo mientras movía al menor de un lado a otro- debo irme.

Besó la frente del pequeño y salió con sus cosas.

Llegó a su antigua casa. Un escalofrío recorrió su cuerpo al saber que volvería a vivir con SeokJin. Se adentro al gran hogar y al observar al mayor se sintió intimidado.

Esa mirada fría y llena de rencor lo observaba fijamente.

- Hola -logró decir casi en un susurro- es bueno volver a verte.

- Sube rápido y disculpate con mi madre.

Subió como le había dicho el mayor, y al entrar al cuarto de su madre la tristeza lo consumió.
Ella había sido demasiado buena con él, y aún así había abandonado todo lo que aquella mujer le había dado.

- ¿Mami? -preguntó observando a la mujer- hola...

- TaeHyung! -corrió a abrazarlo rápidamente- ¿donde estabas?

- Lo siento mucho.

SeokJin observaba la escena serio, y un poco dolido. Su madre nunca lo trató con tanto cariño, y a aquel niño que los había abandonado, ella lo trataba con todo el amor del mundo.

- No volveré a irme mami -logró decir cuando las lágrimas ya habían salido-.

- Eso espero.

TaeHyung salió de la habitación de la mujer para ir a la suya, al llegar a ésta sintió un pequeño retorcijon. Había extrañado su linda habitación.
Pero había algo que lo traía mal, la culpa...

Lo siento Jungkookie.

¿Me extrañarás? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora